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Morning glory cartel reducidoMorning gloryDirigida por Roger Michell
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"Solo es mi trabajo, no es mi vida entera... ¿vale?" - Becky Fuller

Morning Glory ha sido realizada por un variopinto equipo de cineastas que comparten el gusto por la comedia vibrante y realista. El director Roger Michell ha dirigido el descomunal éxito Notting Hill, la guionista Aline Brosh McKenna escribió la aclamada comedia sobre el mundo de la moda "El diablo viste de Prada", y el productor J.J.Abrams ha creado muchos de las series de TV más populares y originales ("Felicity", "Alias", "Perdidos", "Fringe") y recientemente dirigió una taquillera nueva entrega de la icónica Star Trek.

Dice Abrams de Morning Glory: "Me encantó la idea de que Becky Fuller, una productora joven, impetuosa y de buen corazón, aunque desbordada por la situación, se enfrentase a un presentador más mayor que se muestra iracundo, amargado y nada dispuesto a colaborar. El concepto está lleno de comedia clásica (es divertido, tierno y sexy), pero creo que también es fiel a la vida real en cuanto a que todos esos personajes tan opuestos de "Daybreak" tienen que encontrar el respeto, la admiración y el cariño para llegar a convertirse en una familia increíblemente disfuncional, pero aún así, unida".

Añade Bryan Burk, que produjo la película junto con Abrams para Bad Robot: "Aline Brosh McKenna elaboró un guión formidable, y además tuvimos el placer de contar con un reparto extraordinario para interpretarlo, dando vida a unos personajes maravillosos en un mundo donde suceden cosas desternillantemente divertidas antes incluso de que amanezca".

Paramount Pictures Presenta una producción Bad Robot de una película de Roger Michell protagonizada por Rachel McAdams, Harrison Ford y Diane Keaton, Morning Glory está protagonizada también por Patrick Wilson y Jeff Goldblum. La película está escrita por Aline Brosh McKenna. Los productores son J.J. Abrams y Bryan Burk y los productores ejecutivos son Sherryl Clark y Guy Riedel. El equipo técnico incluye al director de fotografía Alwin Küchler, el director artístico Mark Friedberg, los montadores Dan Farrell, Nick Moore y Steven Weisberg y el diseñador de vestuario Frank Fleming, con música de David Arnold.


Caos en la mañana
Existe una larga historia de mujeres trabajadoras en comedias desenfadadas y sexys. Desde Rosalind Russell, la presentadora estrella que se enfrentaba a Cary Grant en el papel de editor ninguneado en la película de Howard Hawks Luna nueva, hasta la humilde secretaria, interpretada por Melanie Griffith, que se hace pasar por su enérgico jefe en Armas de mujer, la mujeres que intentan ascender a lo más alto han demostrado ser algunos de los héroes de películas cómicas más inteligentes, ingeniosos y atractivos.

La guionista Aline Brosh McKenna se ha sentido atraída desde hace mucho por las tribulaciones, y los éxitos, de mujeres jóvenes que buscan su camino (y a sí mismas) en el trabajo, lo cual se plasmó por primera vez cuando escribió la aclamada comedia El diablo viste de Prada, basada en el célebre libro acerca de una joven dependienta que se enfrenta valientemente a su jefe, que está en el infierno.

Ahora, le aporta su refrescante y actual punto de vista al retrato de una joven y animosa principiante que aterriza en la que puede que sea la mayor olla a presión de todo el mundo laboral: producir un programa matinal de noticias, un trabajo que tiene fama de hacer que los jóvenes ambiciosos alcancen la cumbre del éxito... o vayan a parar al manicomio.

McKenna comenzó con la idea de una combativa aunque novata productora de noticiarios locales, cuyas perspectivas profesionales parecen tan apáticas como su agonizante vida amorosa, hasta que consigue su primera gran oportunidad en "Daybreak". Sabe que las circunstancias están al máximo en contra suya , pero Becky Fuller no va a dejar escapar una oportunidad única en la vida sin darlo todo. Entonces es cuando esa chica sobreexcitada y aguerrida choca frontalmente con su polo opuesto: un legendario presentador de la tarde que no puede soportar nada que sea delicado, tierno, ni mucho menos suavito, pero que se ve obligado a aceptar todo eso y más cuando Becky le contrata como nuevo co-presentador y gurú, o al menos así lo espera ella, del programa.

Cuando le pasó la historia de Morning Glory a J. J. Abrams, a éste inmediatamente le entusiasmó la tensión del tira y afloja entre una decidida novata que no está dispuesta a rendirse y el mayor tocapelotas del mundo laboral, que no está dispuesto a colaborar ni aunque le vaya la vida en ello.

"El motor de Morning Glory es la dinámica tremendamente graciosa entre estos fabulosos personajes: Becky, una joven que está increíblemente entusiasmada con su nuevo trabajo y que quiere que todo el mundo crea en ella, y Mike, un presentador antaño reverenciado y ahora retirado que desprecia al máximo los noticiarios matinales y hace todo lo que puede para imposibilitar completamente el trabajo de Becky. Me encantó el que Aline tuviera un punto muy enérgico y al estilo de la vieja escuela, como en las películas de Preston Sturges. Los noticiarios matinales son un excelente escenario para una comedia sobre las relaciones en el trabajo porque tienen un ambiente muy trepidante, pero Aline lo abordó desde un punto de vista completamente nuevo. Triunfar en su trabajo es lo más importante para Becky, pero Mike no tiene en absoluto la intención de ponérselo fácil".

El equipo de Bad Robot también estaba entusiasmado con lo divertido que podía ser enseñar el caos que reina entre bastidores en los programas de noticias con los que muchas personas se despiertan cada día, y que está repletos no sólo de estrambóticas noticias del tiempo, animales sueltos y lasañas al horno, sino también de las tentativas más desesperadas y atroces de toda la televisión por atraer a la audiencia.

"Si te fijas en algún video en Youtube, te das cuenta de que los noticiarios matinales están llenos de materiales que son de lo más absurdamente histérico jamás captado en video", observa Burk. "Era emocionante pensar en el potencial cómico de todo eso".

También estaban seguros de lo que Brosh McKenna podría conseguir todo ese potencial cómico en el guión final. "Todos somos grandes fans del trabajo de Aline", dice la productora ejecutiva Sherryl Clark, que se encarga de la producción de largometrajes en Bad Robot, "y pensamos que sería la opción perfecta para esta historia".

McKenna es famosa por su dinámico uso de los diálogos, pero también se basa en la documentación. De inmediato, programó su despertador por la madrugada y empezó a pasar días y días entre bastidores de todos los programas matinales de Nueva York, haciéndose una idea de lo dura que es la vida que tiene que llevar una joven productora.

Dice Clark: "Creo que uno de los mayores cumplidos que recibimos fue cuando Morley Safer, que hace un cameo en la película, preguntó si Aline había trabajado alguna vez en noticiarios, porque pensaba que todo era increíblemente preciso".

Cuanto más aprendía, más pensaba McKenna que tenía que haber algo más que la batalla, actualmente en declive, entre noticias y entretenimiento. En lugar de eso, hizo que su protagonista se enfrentara a la realidad actual: que ambas se han entretejido y ya no se pueden separar. Puede que Mike Pomeroy crea apasionadamente en el poder de las noticias para impactar al mundo, y puede que Becky se sienta intimidada por su talento como presentador, pero ella sabe que el mundo ha cambiado hasta tal punto que Mike tendrá que encontrar un nuevo camino... o desaparecer. Y aunque él la saque de quicio, ella quiere salvar su carrera tanto como desea activar la suya propia.

"El guión de Aline reconoce ese debate y subraya la importancia de las noticias, pero su historia en realidad no trata de eso", explica Clark. "En realidad trata acerca de una joven que es subestimada, y que llega a la gran ciudad para intentar cambiar el rumbo del cuarto programa matinal del ranking en los Estados Unidos, y de cómo, durante ese proceso, tiene que esquivar a algunas de las personas más cínicas y hastiadas que haya conocido jamás".

Desde el momento en que el guión estuvo en su primera fase de desarrollo, Aline Brosh McKenna y J.J. Abrams soñaron con tener a Harrison Ford en la película. "Me parecía que era muy de su estilo porque tiene un asombroso sentido del humor", dice Abrams, quien trabajó por primera vez con Ford hace muchos años, cuando escribió el drama A propósito de Henry. "Tendemos a pensar en Harrison como en un héroe de acción, como Han Solo e Indiana Jones, pero siempre ha sido también sumamente gracioso. Lo que pasa es que hacía mucho tiempo que no le daban un gran papel cómico".

Poco después de conseguir fichar a Ford para el proyecto, comenzó la búsqueda de un director, y un nombre saltó rápidamente a la palestra: Roger Michell, cuyo talento irresistible para la comedia se había puesto de manifiesto en Notting Hill, protagonizada por Julia Roberts y Hugh Grant en una insólita historia de amor entre la estrella cinematográfica más famosa del mundo y una simple dependienta de una librería londinense. Michael también es famoso por el drama nominado al Óscar Venus, protagonizado por Peter O’Toole en uno de sus papeles más aclamados, el drama aplaudido por la crítica La madre y el thriller Al límite de la verdad.

"Roger Michell puede hacer de todo, y siempre le aporta un toque personal de estilo y gracia a todo lo que hace", dice Abrams. "Roger le dio a Morning Glory una estética vibrante y maravillosa, y consiguió fantásticas interpretaciones de los actores".

El guión pilló a Michell por sorpresa. "Yo quería regresar a EEUU y hacer una película que le diese alegría a mucha gente", dice, "y cuando leí el guión me pareció que tenía un fantástico potencial. Estaba basado en un mundo real y reconocible (el mundo de la televisión matinal), pero que era también un mundo más seductor e interesante de lo imaginaba. El humor estaba en los personajes y en cómo Becky Fuller se impone mediante la mera fuerza de su personalidad y encanto, convirtiendo aquella insólita amalgama de gente en un éxito".

El trío formado por McKenna, Ford y Michell ya de por sí prometía, pero se mejoró aún más añadiendo otras dos grandes incorporaciones. No sólo iba Rachel McAdams, estrella de la comedia en meteórico ascenso, a aceptar el peliagudo papel de Becky Fuller, sino que además una leyenda indiscutible de la pantalla, Diane Keaton, iba también a apuntarse para interpretar su papel cómico frente a Ford.

"Tener la ocasión de observar a esos dos grandes iconos frente a frente es algo impagable", resume el productor ejecutivo Guy Riedel. "Harrison y Diane le insuflan tal vida a sus personajes que uno no quiere que sus diálogos terminen nunca. Quisimos escribir más diálogos para ellos para así poder ser testigos de su relación un poco más".


Bienvenidos a la semana laboral: Rachel McAdams es Becky Fuller
La parte más peliaguda de sacar adelante Morning Glory iba a ser la más esencial: encontrar a la protagonista Becky Fuller, quien tenía que ser vulnerable, vivaz aunque tímida, y lo bastante astuta como para conseguir llegar a lo más alto partiendo desde abajo cuando nadie creía que podría hacerlo.

"Necesitábamos a alguien con quien uno pudiera simpatizar", dice J.J. Abrams. "Tenía que ser chispeante y graciosa, pero la parte difícil era que también tenía que tener una dosis igual de profundidad y sofisticación. Rachel McAdams le aportó todo eso. Ella borda todo lo relacionado con la comedia clásica, pero además su personaje está lleno de corazón, honestidad y emoción".

Añade Sherryl Clark: "Rachel es un soplo de aire fresco. Se tiró de cabeza, y creo que hace que Becky sea alguien con quien es muy fácil identificarse. Todo el mundo se siente subestimado alguna vez en su vida, y Rachel capta perfectamente esa sensación".

McAdams sintió enseguida una gran afinidad hacia Becky, tanto en sus puntos débiles como en su indómito espíritu.

"Creo que muchos jóvenes han vivido la experiencia de llegar los primeros días a un nuevo trabajo y encontrarse de repente frente a un grupo de curtidos profesionales que quieren hacer las cosas a su manera", dice ella. "Lo que me encanta es que Becky afronta la situación de cara, la enfoca con la misma dosis de vigor que pone en todo lo que hace, y la vuelve del revés".

McAdams colaboró estrechamente con la guionista Aline Brosh McKenna para llegar a conocer a fondo a su tenazmente decidido personaje.

"Aline es una escritora estupenda y conoce tan bien a sus personajes que fue genial contar con ella durante el proceso", dice la actriz. "Para mí fue muy emocionante poder hablar con ella durante toda la producción, sacar ideas de ella y obtener pensamientos nuevos de ella, y estábamos constantemente añadiendo cositas aquí y allá y perfeccionando al personaje".

Con una intensidad como la de Becky Fuller, McAdams también se embarcó en su propia labor personal de documentación, visitando casi todos los programas matinales de Nueva York para analizar cómo funcionaban realmente.

"Hablé con todo el mundo: los productores, la gente que recopila las historias, los operadores de cámara, los tipos de la sala de control, para intentar entender cómo sucede desde todos los ángulos posibles. Descubrí que ahí había un lenguaje completamente diferente", dice. "Y todo el mundo se mueve muy deprisa. Algunas veces la gente está presa del pánico y flipando y la cosa se caldea mucho, y al momento siguiente están bromeando, riendo y marchándose a comer. Lo que de verdad impresionaba era la alta tensión natural de la televisión en directo: una vez que hayas dicho o hecho algo en directo, no puedes borrarlo. Eso es terrorífico".

Otra cosa que sorprendió a McAdams fue lo increíblemente físico que puede llegar a ser el trabajo de producir un programa matinal de noticias. "Becky tiene más de héroe de acción de lo que imaginaba", dice riendo. "Subía y bajaba escaleras sin parar y corría por todas partes intentando poner de acuerdo a toda esa gente tan distinta y con diferentes agendas, así que eso fue una divertida sorpresa".

Una vez en el plató, McAdams pareció incorporar tan plenamente al personaje que incluso el director se quedó impresionado. Recuerda Michell: "Rachel me había dicho que no se consideraba una actriz cómica, pero de inmediato quedó claro que no sólo es sumamente graciosa físicamente, sino que también puede ser maravillosamente cómica con su cuerpo y su forma de moverse. También combina su gran talento cómico con un grandísimo corazón. Tiene una energía tierna e inocente que se convierte en parte de la película. Becky tiene un trabajo tremendamente abrumador, y sin embargo Rachel la interpreta como a un niño en su primer día de clase. El espíritu de Rachel encauza realmente la película, a medida que demuestra cómo Becky se impone, pura y simplemente, mediante la fuerza de su voluntad y encanto".

Ese encanto pasa una dura prueba a medida que Becky se va dando cuenta de que puede que no sea un sueño trabajar con Mike Pomeroy, su ídolo de los noticiarios durante muchos años. De hecho, puede que merezca tener la reputación de ser una de las peores personas del mundo. Sin embargo, cuanto más cascarrabias y reticente se pone Mike, más tenaz se vuelve Becky, una dinámica que a McAdams le encantó interpretar junto a Harrison Ford.

"Harrison interpretó a Mike de una manera fantástica. ¡Es tan seco, tan inexpresivo y sarcástico, que de verdad me pareció que no podría conmoverle! Era tan contenido y aún así tan intenso, que fue emocionante interactuar con él", dice ella.

Para Guy Riedel, lo bonito de la interpretación de McAdams es el grado en el que sirve de contrapunto a la de Ford. Lo resume así: "Rachel es muy divertida y vivaz y tan parecida a una 'cheerleader' que cuando se la confronta con Mike Pomeroy, que es muy adusto e iracundo, y vemos cómo se las gasta con él, bueno, no hay cosa mejor".

A McAdams le entusiasmó también la oportunidad de trabajar con Diane Keaton. "Lo que me encanta de Diane es que interpreta a Colleen de tal forma que puedes ver su corazón por dentro, así que se puede ver que es una mujer deseosa de hacer lo que sea, incluso ponerse un traje de sumo, para hacer que la gente ría, que sonría, para hacer que se queden mirando por la mañana. Hizo que Colleen fuera divertida y dura, pero también vulnerable".

Si bien Becky pasa la mañana en la guerra, por la tarde encuentra algo de inesperada paz romántica al empezar a salir con el productor Adam Bennett (PATRICK WILSON), a pesar del pésimo historial romántico de ella. Durante años, Becky ha estado demasiado ocupada como para darse ni siquiera cuenta de cuándo se sentía atraída por alguien, pero Adam no la piensa soltar. "Al principio, Becky piensa que solamente quiere sondearle un poco, para conseguir información sobre cómo tratar con esa extraña bestia conocida como Mike Pomeroy", explica McAdams. "Y Becky sabe tan poco de los hombres que malinterpreta totalmente todas las señales que le envía Adam. Empezamos muy torpemente, pero, bueno, digamos solamente que acaba bastante bien".

McAdams ciertamente causó una impresión indeleble en Wilson. "Le da a Becky una energía maravillosamente frenética sin volverse completamente loca ni distanciarse siquiera del público. Fue fácil dejarse seducir por ella", concluye.


Nuca suavito: Harrison Ford es Mike Pomeroy
En uno de sus primeros papeles cómicos en años, Harrison Ford asume un personaje desmesurado: Mike Pomeroy, alias "la tercera peor persona del mundo", un cáustico y mordaz aunque brillante presentador de la vieja escuela que se ve obligado a compartir el puesto de presentador del ligero y despreocupado programa matinal de su cadena completamente en contra de su férrea voluntad.

Antaño, cuando las noticias importaban y los presentadores eran lo más en fiabilidad masculina, Mike era prácticamente un dios de la televisión, un auténtico peso pesado en el mundo de la política y las relaciones internacionales. Ahora que sus índices de audiencia se han esfumado y el trabajo que lo significaba todo para él parece haberse evaporado, se ha quedado más solo y cabreado con el mundo de lo que nunca pudo imaginar. Por lo que concierne a Mike, las cosas no podrían ir peor... hasta que conoce a la productora Becky Fuller y ella le manipula diestramente para conseguir que vuelva al directo a hacer reportajes sobre cepillos de dientes y revisiones de próstata.

"Básicamente, Mike encuentra humillante el giro que ha dado su vida", explica Ford, nominado anteriormente a un Óscar. "Considera que no es un final apropiado para una carrera ilustre, presentando el que quizás sea el programa matinal con menos audiencia de la historia de la televisión. Lo encuentra completamente por debajo de su nivel, por debajo de su dignidad. Se toma muy en serio la cobertura de las noticias, y está claro que no está dispuesto a cocinar ni a dar consejos de limpieza o cotillear con los otros presentadores".

Y sin embargo, cuanto más pelea con Becky Fuller, más cuenta se va dando de que son más parecidos de lo que esperaba: dos adictos al trabajo dispuestos a sacrificarlo todo por un trabajo bien hecho.

Dice Ford: "Su relación es muy divertida, pero también es muy emocional. Se desarrolla una auténtica conexión entre ellos. Creo que Mike fuerza a Becky intentando imponer su experiencia como periodista en el programa matinal, pero también la obliga a ser más flexible, más complaciente, lo que, a la larga, provoca un montón de situaciones hilarantes".

Roger Michell también estaba encantado de tener la oportunidad de trabajar con Ford en un tono marcadamente cómico. "Este papel era perfecto para él. Le venía como un guante", observa. "Creo que le pareció que éste era el papel perfecto para hacer un punto de inflexión".

La mezcla de humor y observación humana de Morning Glory fue un imán para Ford desde la primera vez que lo leyó. "Era uno de los guiones más divertidos e inteligentes que he leído", dice. "Tenía unos diálogos geniales, relaciones reales, un sofisticado sentido del humor y una calidad que me atrajo mucho. Me gusta mucho hacer comedia, pero por lo general no encuentro comedias lo bastante ambiciosas. Me pareció que ésta estaba especialmente bien escrita".

También se sintió atraído por los mordaces diálogos, casi al estilo de Hepburn y Tracy, que llenan el aire cada vez que está en pantalla con Diane Keaton como Colleen Peck. "Diane le aporta algo verdaderamente especial", observa Ford, quien ni siquiera conocía personalmente a Keaton antes de hacer esta película. "Es la persona perfecta para dar todo lo bueno que tiene, y disfrutamos de verdad con esta ocasión para crear un humor agudo y fino. Lo gracioso es que la rivalidad en directo entre ellos es lo que hace que "Daybreak" tenga por fin éxito, porque todo el mundo lo sintoniza para ver en directo todos los días a esas dos personas que claramente no se aguantan".

Dice Michell: "Su relación es fascinante. Diane está dispuesta a hacer lo que sea con tal de aumentar los índices de audiencia de su programa y Harrison no está dispuesto a hacer nada. Es muy divertido verlos ser tan perfectos antagonistas".

Ford disfrutó igualmente de su relación con Rachel McAdams, sobre todo viendo como ella intentaba doblegar su carácter desdeñosamente malhumorado. "Puedo decir sinceramente que creo que nunca he trabajado con nadie que le aporte más a un papel que Rachel, tanto a nivel cómico como a nivel emocional", dice él. "Es la clase de actriz que puede hacer que todo en una situación parezca real".

En una de sus escenas favoritas, Ford tuvo ocasión de sentarse en torno a una mesa del 21 Club con un trío realmente curtido de leyendas de los noticiarios: Morley Safer, Chris Matthews y Bob Schieffer, cuando Mike Pomeroy se va de juerga con sus antiguos colegas del núcleo duro de los noticiarios.

"Me estuvieron contando unas historias irrepetibles de las cosas que les habían pasado en sus carreras", dice Ford. "Fue un día increíblemente divertido".

Michell recuerda: "Teníamos muy poco tiempo para rodar esa escena, porque estos tres eminentes presentadores sólo iban a estar muy poco tiempo en Nueva York. Todos tenían que salir corriendo a hacer otras cosas, así que tuvimos suerte de contar con ellos. Harrison estaba verdaderamente nervioso antes de ello. No conocía personalmente a ninguno de aquellos tipos y sin embargo, como Mike Pomeroy, tenía que ser el alma de la fiesta, y lo hizo brillantemente. Ellos también estaban nerviosos, porque estaban actuando con Harrison Ford, pero una vez que se rompió el hielo, empezaron a contarse historias y a reír y fue todo muy natural".

Al final Ford, de una forma muy parecida a Becky Fuller, encontró un punto blando en el corazón del coriáceo presentador que sólo quiere que el trabajo de su vida haya tenido algún significado.

"Una de las cosas de Mike que me pareció que entendía muy bien es su afán por hacer el mejor trabajo posible", resume Ford. "Por supuesto que Mike hace juicios snobs (juicios que puede que sean vanos, total y absolutamente autocomplacientes), pero al final, a pesar de lo que pueda haber dicho o lo que pueda parecer, en realidad se preocupa mucho por los demás".


Una diva al alba: Diane Keaton es Colleen Peck
Cuando Mike Pomeroy se une a "Daybreak", no sólo está predestinado a chocar con Becky Fuller, sino también con la mujer que va a ser su partenaire y su enemigo constante: Colleen Peck, una antigua reina de la belleza veleidosa que tiene una larga carrera consistente en cotilleos insustanciales y en estar dispuesta a hacer lo que sea en directo, hasta lo más ridículo. Interpretando a Peck está una actriz que ha creado una forma artística norteamericana de comedia sutil: Diane Keaton, ganadora de un Óscar y tres veces nominada que saltó a la fama en las películas de Woody Allen y desde entonces ha desarrollado una de las carreras más variadas y prodigiosas de Hollywood.

Dice Guy Riedel: "Diane le saca punta a base de bien. Su Colleen Peck es una mujer que ha encontrado su sitio y que puede que ya no le guste, pero piensa que merece cierto respeto por haber estado en la guerra de los noticiarios matinales. Cuando Mike Pomeroy llega y no la tiene en cuenta, eso sienta las bases para que el uno intente engañar al otro, y Diane exprime todos y cada uno de esos momentos para obtener toda la comedia posible".

Keaton dice que supo inmediatamente que quería formar parte del reparto de Morning Glory. "En mi vida he hecho ya un montón de películas, y lo que me lleva a hacerlas es siempre lo mismo: el guión, y Aline escribió uno fantástico. Es gracioso y conmovedor, y hay algo muy humano en él".

En cuanto a Colleen Peck, Keaton la llama "la clase de mujer que te encantará odiar". Y continúa: "Es narcisista, vana y superficial, y lo único que le importa es seguir en la televisión. Haría cualquier cosa por seguir en la televisión. ¡Vendería a su propia madre! Creo que, en el fondo, sólo quiere complacer a la audiencia".

Ahora que "Daybreak" ha tocado fondo, Peck se ve obligada a hacer algo que considera realmente extremo: aceptar como compañero a Mike Pomeroy, el mundialmente famoso presentador que la mira por encima de su legendario hombro. A Keaton le encantó la oportunidad de trabajar con Harrison Ford en ese papel.

"Cuando Harrison entra en una habitación, es como si hubiera entrado un monumento. Es el más icónico de los hombres", observa la actriz. "Es único. Creo también que éste es uno de sus mejores papeles. Es duro, despectivo, vil, cínico, imposible... y también encantador e hilarante. Puede que en la película no nos llevemos bien pero, por supuesto, le aprecio muchísimo".

El trepidante diálogo entre la pareja hizo que Diane se muriera de risa durante toda la producción. "Estas son la clase de escenas que uno anhela interpretar toda su vida", explica, "en las que se empieza con una charla intrascendente que se convierte en una guerra verbal. ¿Qué puede ser más divertido que luchar con Harrison Ford?".

Otro elemento de Morning Glory que a Keaton le encantaba era la comedia física, de la que Colleen Peck se lleva una parte más que considerable. "Soy muy aficionada a la comedia física realmente buena, y aquí tuve algunas grandes ocasiones para hacer un poco el tonto", dice bromeando. "Tengo unas escenas en las que me pongo a cantar con Mr. 50 Cent que, aunque mi hija sintió vergüenza por ellas, creo que son de lo más divertido que he hecho nunca".

La actitud entregada de Keaton se demostró enseguida. "Ya el primer día de rodaje, tuve que ponerme un enorme uniforme y luchar con un luchador de sumo", recuerda. "Me gusta abordar la comedia física improvisando sobre la marcha, pero hacerlo así también puede crear problemas. Ahí estaba yo, con aquel hombre de 120 kilos que era muy agradable y educado y lo único que yo tenía que hacer era tocarle y de repente... ¡me caí de golpe al suelo! Así que me parece que no siempre se puede improvisar con un luchador de sumo".

A pesar de haber filmado con algunos de los mejores cineastas de nuestra época, Keaton dice que rodar con Roger Michell ha sido una experiencia completamente nueva. "Nunca he trabajado con alguien como él", dice, "porque no tiene miedo de la gente dogmática. Escucha las ideas de todo el mundo, las respeta y luego va y toma sus propias decisiones sobre lo que mejor funciona. Uno sabe que está en buenas manos con Roger".


Amor por la tarde: Patrick Wilson es Adam Bennett
Aunque Becky Fuller esté entregada a su trabajo al cien por cien, experimenta una importante distracción en mitad de él: su nombre es Adam Bennett, un productor de revistas súper-sexy que se convierte en el primer hombre en su vida dispuesto a presentar batalla a la alocada agenda de su vida, sin ningún tiempo libre. Interpretando a Adam está Patrick Wilson, un actor famoso por papeles más bien dramáticos, entre ellos su interpretación nominada al Globo de Oro en la serie de HBO Ángeles en América, su papel como el personaje de cómic Búho Nocturno en Watchmen y el papel de un marido perdidamente enamorado en la aclamada Juegos secretos, así como varias interpretaciones en Broadway nominadas a los Tony y por su reciente giro cómico en Un pequeño cambio.

Morning Glory supuso para Wilson la oportunidad de entrar en el género del romance. Interpreta a Adam como el yin del yan de Becky, como la calma serena frente a la tormenta frenética de ella. "Esta era realmente una aventura nueva para mí", dice Wilson sonriendo. "Es la clase de comedia que me gusta porque se basa en una gran narración y unos estupendos personajes".

También tenía una intrigante conexión personal con el tema: tanto el padre como el hermano de Wilson son presentadores de televisión de verdad. De hecho, su padre lleva 25 años presentando las noticias de la noche en Tampa, Florida, y Wilson tiene recuerdos de cenas familiares con su padre completamente maquillado para la TV con trozos de papel metidos en el cuello de la camisa para mantenerlo impoluto.

Conociendo tan íntimamente el mundo de las noticias, Wilson se daba también perfecta cuenta de lo auténtica que era su descripción en el guión. "Me quedé asombrado de lo detalladamente que Aline había captado el trabajo interno de un programa de noticias", dice Wilson del guión. "No sólo lo encontré muy gracioso, sino que además era muy, muy verídico".

También le pareció que la relación de Adam con Becky era refrescantemente honesta y adulta. "Son dos personas con clases de energías completamente diferentes, pero eso es lo que a Adam le gusta de Becky", dice. "Becky tiene una energía frenética y Rachel lo interpretaba muy bien y con mucha destreza. Lo único que Adam puede hacer es intentar mantenerla con los pies en la tierra todo lo que pueda".

No se trata, por supuesto, de un proceso exento de errores, pero eso solo le añade más humor...y sube la temperatura. "Creo que Becky y Adam se enfrentan a algo con lo que mucha gente puede identificarse: intentar sacar adelante una relación romántica cuando tu carrera es algo que aparentemente te ocupa toda la vida", observa Wilson. "Tenemos a esa mujer increíblemente motivada que intenta caminar por el estrecho margen de terreno común entre una carrera absorbente y una vida personal de verdad. Es un lío, una incomodidad, y veces provoca importantes malentendidos, pero ambos están dispuestos a intentarlo una y otra vez".

Dice Abrams: "Patrick asumió el equivalente del 'personaje del novio' en esta película, pero hizo de ello algo especial: sentido, tierno, divertido y muy modesto. Creo que es un actor fabuloso".


Trabajador de la emisora: Jeff Goldblum es Jerry Barnes
El hombre a quien más impresiona y desconcierta Becky Fuller quizás sea Jerry Barnes, su nuevo jefe de la cadena IBS, quien sabe que su trabajo es imposible y no puede creer que ella no sólo no fracasa miserablemente, sino que en realidad empieza a triunfar. Interpretando a Barnes está el ganador de un Globo de Oro Jeff Goldblum, quien tiene un don para hacer de cualquier papel que interprete, ya sea cómico, dramático o las dos cosas a la vez, algo personal y memorable. Puede que Barnes empiece como el desconfiado jefe de Becky, pero pronto se convierte en su impresionado confidente.

"Decir que Jeff es perfecto para este papel es quedarse corto", dice Bryan Burk. "Es tan escuetamente gracioso y franco, aunque encantador, que se convierte en el mayor aliado de la exaltada Becky Fuller. Fue un placer trabajar con él y estamos impacientes por volver a trabajar con él".

Jerry es franco con Becky desde el principio. Le dice que el trabajo de producir "Daybreak" va a ser terrible, la paga va a ser aún peor y que está completamente seguro de que ella será un desastre y, a pesar de todas las advertencias, ella empieza a convencerle.

"Creo que Jerry se da cuenta enseguida de que Becky es extraordinaria", comenta Goldblum. "No lo dice, pero hay algo en su carácter que le impresiona al instante. Se da cuenta de que es extraordinariamente trabajadora, y se identifica con la fuerza de su pasión por el trabajo bien hecho, que es lo que le atrajo del mundo de las noticias en un principio, incluso aunque haya cambiado tan drásticamente".

Y continúa: "Creo también que Jerry considera que Becky es obviamente una persona que se ha identificado demasiado con su vida laboral y ha sacrificado por ella todo lo demás (su vida amorosa, su vida personal). ¡Su vida no es que esté a fuego lento, es que no tiene ningún fuego en absoluto! Así que creo que a Jerry le atrae su potencial no sólo para alcanzar la plenitud en la sala de grabación, sino para convertirse en una persona mucho más plena. La ve convertirse en una mujer asombrosa, cariñosa y equilibrada".

La vida real imitó al guión, pues el propio Goldblum fue ganado por Rachel McAdams. "He sido fan suyo desde Tenspeed and Brown Shoe", dice, "y creo que está espectacular en esta película. Es maravillosamente sardónica y le aporta algo muy especial a esta fantástica mezcla de personajes".


Si puedes conseguirlo allí: El rodaje de Morning glory en Manhattan
Morning Glory no podía haberse rodado en otro sitio que en la ciudad de Nueva York, el centro de la ambición norteamericana, la sede de los noticiarios nacionales estadounidenses y la ciudad en la que Becky Fuller siempre soñó que algún día tendría una oportunidad para destacar. Roger Michell no sólo introduce el espíritu de la ciudad en la película, sino que además utilizó un estudio de televisión de Manhattan auténtico y en funcionamiento que contribuye a la autenticidad del lugar de trabajo que pone de manifiesto la comedia de la película.

Michell se rodeó de un equipo artístico que incluía al director de fotografía lwin Küchler, el director artístico Mark Friedberg y el diseñador de vestuario Frank Fleming para darle vida a la pura obsesión de "Daybreak" en el marco de la deslumbrante energía de la Gran Manzana.

"Siempre me encanta trabajar en Nueva York", dice el director. "Tiene tantas personalidades que uno no se puede quedar sin maneras de expresar una historia a través de la ciudad. Me gusta especialmente la forma en la que Morning Glory alterna los interiores muy apretados, claustrofóbicos e intensos, y los otros momentos que son como una bocanada de aire fresco en los que Becky está afuera, cruzando el río Hudson el el ferry o caminando por el puente de Brooklyn al amanecer. Ella obtiene inspiración de la ciudad".

Añade J.J Abrams: "Es que no se puede captar en ningún otro lugar la energía, la luz, la escala de Nueva York. La sensación de filmar en Nueva York es completamente diferente a la de cualquier otra ciudad, y Roger lo asumió a fondo y lo convirtió en parte esencial de la película".

Al igual que había hecho antes que él Aline Brosh McKenna, Michell emprendió su propio viaje al mundo de los noticiarios matinales antes de empezar la producción, para poder ser capaz de crear "Daybreak", como "un programa dentro de un programa". Se quedó impresionado con lo exigente que es triunfar en ese mundo y sintió mucho respeto hacia lo que tiene que enfrentarse Becky Fuller en su nuevo trabajo.

"La gente de la televisión matinal lleva una vida difícil y extraña. Empiezan hacia las 3 de la madrugada, terminan hacia las 10, y al día siguiente ni siquiera se acuerdan de lo que pasó en el programa anterior por todo el ajetreo, la lucha, la competitividad y el éxtasis que supone volver a conseguir de nuevo otra exclusiva. Comprendo que puede ser muy adictivo, pero también me doy cuenta de que uno se puede quemar muy fácilmente", reflexiona el director.

Cuando Michell y su equipo estuvieron listos para darle vida a "Daybreak", el primer reto fue encontrar un local. Al final, el director artístico Mark Friedberg realizó el plató dentro de un estudio auténtico, aunque en desuso, conocido como Metropolis, y situado en Spanish Harlem. Antaño, Metropolis albergó clásicos de la televisión como "Your Show of Shows" y "Howdy Doody", pero ahora era un edificio vacío que aún conservaba detalles tan claves de un estudio como unas rejillas de iluminación en los techos. Dentro de esa carcasa, Friedberg creó de la nada la estética desgastada y descascarillada de "Daybreak".

"Mark realizó un trabajo genial al crear lo que a él le parecía que tenía que ser el cuarto programa matinal de televisión del ranking de Norteamérica", dice Clark. "Está como anclado en la época de los años ochenta, y tiene un aspecto fantástico".

Por encargo de Michell, Friedberg creó también una identidad completa para la cadena ficticia IBS, cuyos programas de éxito incluyen, en un toque de ironía, una serie dramática titulada "Encontrados".

"Mi mayor ambición en cuanto a la estética de la película", dice Michell, "era que todo pareciese absolutamente real. No quería ninguna parodia, quería un estudio normal y funcionando, y eso es lo que hicimos. Teníamos una sala de control auténtica y la gente manejaba de verdad todas las palancas y las teclas, y eso era muy emocionante".

Y continúa: "Creo que al público siempre le encanta ver lo que sucede entre bastidores, y hay grandes escenas entre bastidores en Morning Glory en las que se aprecia el fantástico y cómico contraste que hay entre lo que aparece tranquilamente en la televisión y el cansancio, el trabajo duro y el sufrimiento que aparecen en cuanto se apaga la cámara. Eso se refleja en los platós, en los que aparecen pasillos repletos de utilería, de gente vestida como en la Edad Media, así como avestruces, camellos y toda clase de invitados corriendo cada mañana por los pasillos".

Para el director de fotografía Alwin Küchler ( Solitary Man, Sunshine), la tarea que le tocaba era doble. No sólo tenía que rodar una película, sino que también tenía que filmar simultáneamente un programa de televisión en directo, lo que a menudo implicaba que en un momento dado pudiera haber tres cámaras de cine y otras tres de televisión operando a la vez.

Para hacer aún más realista la televisión en directo, Michell recurrió al veterano director de televisión Don King, que ha trabajado en programas matinales como "Today Show" y "The View", para que le ayudara a encajar la emisión en directo de "Daybreak" dentro de Morning Glory.

"Roger insistía mucho en que todo en "Daybreak" funcionara como en un programa de verdad", dice Riedel. "Creo que todos esos detalles hicieron que nos encariñásemos aún más con los personajes y sus relaciones".

Michell incluso envió a Harrison Ford y Diane Keaton a un "campo de entrenamiento de presentadores". "Tenían que aprender todos los pequeños trucos para trabajar en un entorno con muchas cámaras, lo que no es tan fácil como parece", observa. "Era muy importante que pareciera que sabían lo que estaban haciendo como presentadores, y realmente lo hicieron".

A pesar de toda su preparación y atención en cuanto a los detalles de diseño, Michell conservó también esa pizca de caos que hace que la comedia cobre mucha vida en el plató. "Mi enfoque consiste en prepararlo todo lo más posible, pero luego, cuando se está rodando, uno aguarda ese momento que no se esperaba", explica. "Estos actores eran muy vivaces entre ellos y muy graciosos, así que esos momentos sucedían a menudo".

Uno de esos momentos llegó al cien por cien cuando Matt Malloy, que interpreta a Errie, el explotado hombre del tiempo de "Daybreak", es obligado por Becky Fuller a ir más allá y a saltar desde un avión, dar tumbos en una gigantesca montaña rusa y caer en picado en un avión supersónico F-14.

"Matt estuvo totalmente hilarante", dice McAdams. "Nos puso a todos histéricos de risa".

"Básicamente, se quedó con todo el protagonismo", dice Diane Keaton.

El final, el profundo cariño mutuo que desarrollaron los actores y el equipo de Morning Glory empezó a parecerse a lo que le sucedía a la gente que trabaja en "Daybreak", quienes van quedando más estrechamente unidos de lo que nadie hubiera imaginado gracias a la inquebrantable determinación de Becky Fuller de hacer que las relaciones funcionen, sin que importen las chispas que puedan saltar durante el proceso.

"Esta película no es una comedia romántica convencional", resume Michell. "Hay romance y mucha ficción, pero en realidad trata de una gente que crea una familia. Para cuando llega el final de la película, todas esas personas que trabajan juntas en ese pequeño y alocado mundo descubren que tienen en los otros a una familia. Es algo que Mike Pomeroy, el personaje de Harrison, nunca ha tenido. Es algo que Becky Fuller siempre ha estado buscando. Y, pese a la insólita mezcla de toda esa gente, y de todos los insultos que se lanzan mutuamente, por supuesto que todos se unen y Becky lo consigue".