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Robert SmithEn 1999, se publicó "Bloodflowers" el último álbum de The Cure, ¿llegaste a pensar realmente que The Cure se habían acabado? si es así, ¿por qué?
Robert
Cuado estábamos haciendo "Bloodflowers" en 1999, les decía a todos los que me rodeaban una y otra vez, que aquello era lo último que yo iba a hacer con The Cure en un estudio. Y por una razón: porque ese era el último trabajo que teníamos entre manos por entonces.

Hemos estado con la misma compañía durante más de veinte años y eso se iba a terminar. Yo tenía en mente hacer otra cosa, hacer una película, que era algo así como completar mi proyecto con The Cure. Así que yo estaba decidido a terminar porque siempre me había prometido a mí mismo que llegaría a los cuarenta y empezaría a hacer algo diferente. Eso era lo que lo que yo me proponía. Y todo marchaba según lo previsto excepto por una cosa, que yo no quería que terminara. Esa era la pega de mi plan. No había tenido en cuenta cómo me sentiría. De modo que hicimos la trilogía de películas para los tres discos, que se editaron un par de años después e hicimos "The Greatest Hits" en ese mismo período también. Así que siempre ha estado ocurriendo algo. Y yo seguía tratando con la misma compañía discográfica, el mismo sello y la misma gente porque Universal remasterizó ó intentó remasterizar el back catalogue y volver a publicarlo y yo estaba muy implicado con ello -y lo sigo estando-. Había además una caja de cuatro CDs que recopilar y un booklet de setenta páginas que escribir. Y así, permanecía en constante trabajo con material de The Cure.

Yo estaba inmerso en otros proyectos con otra gente. Hice varias colaboraciones en ese período. Estaba preparándome para introducirme en un nuevo mundo. Pero nunca lo hice del todo. Estaba demasiado imbuido por el mundo de The Cure. No sé, me gusta (risas). No sé. Creo que es la presión de fuera. La gente que me dice cosas como, tienes cuarenta y cinco años y ¿sigues haciendo esto?, y pienso, sí, todavía me gusta seguir haciéndolo. A veces creo que me pasa algo, sabes, que debería estar haciendo algo más adulto. Pero honestamente no creo que haya algo que pudiera hacer que no sea esto. Así que sigo haciéndolo, imagino que demuestra una falta de imaginación o que significa simplemente que me encuentro muy pero que muy feliz con mi trabajo, ¿no? ó ambas cosas a la vez.

Al fin terminaste trabajando con Ross Robinson. ¿Puedes hablarnos de como surgió? ¿Y qué pensaste al principio sobre el hecho de trabajar con un productor de "nu-metal"?
Robert
El nombre de Ross Robinson captó mi atención por primera vez justo después del lanzamiento de "Bloodflowers", yo sólo conocía vagamente su nombre porque había comprado el primer álbum de Korn, de modo que había visto su nombre escrito en el disco pero nada más. No sabía realmente quién era.

Leí un artículo sobre él y descubrí que era un artículo interesante. Era una entrevista con él en la que decía cómo trabajaba y lo que decía me gustó, ¿sabes? Que sentía un enorme placer al romper la voluntad de la gente y luego, destruir sus vidas, me pareció algo así como el sonido último, ¿sabes? Y pensé ese es el hombre que necesitaba, alguien así de loco y obsesionado por la música. Y no lo pensé mucho. Luego leí una lista de lo que él consideraba sus mejores trabajos. Y pensé, bien, los compraré y los escucharé porque será interesante ver si encaja con lo que ha dicho. Y al final se le preguntaba qué le gustaría hacer y él contestaba que honestamente le encantaría hacer un disco de The Cure. Y yo pensé, ¿qué? De modo que lo pensé durante un tiempo y luego me puse en contacto con él y le dije simplemente, ¿estarías interesado en reunirnos para hablar? Y al día siguiente ya estaba allí. (Risas)

De modo que me di cuenta que iba en serio. Luego vino a vernos tocar, y ya sabes, como ocurre con todo, nos tomamos un tiempo para conocernos el uno al otro, porque obviamente él tenía prejuicios y yo también. Y me di cuenta de que si íbamos a hacer un disco juntos, que él era un productor y nosotros no habíamos trabajado con un productor desde nuestro primer álbum y yo estaba muy pero que muy desacostumbrado a cualquier tipo de control. No veía por qué debería confiar en alguien que no conocía, era impensable. Así que tuve que pasar un período de tiempo asegurándome que él entendía lo que yo quería, ya sabes. Tenía que ser así si íbamos a hacer un álbum juntos con el que ambos nos sintiéramos contentos, y también la banda, porque somos cinco los que hacemos el disco.

Así que fue un largo proceso, o sea, desde que le conocimos hasta que nos metimos en el estudio pasaron dieciocho meses, lo cual le frustró a él enormemente porque estaba acostumbrado a trabajar con bandas en su primer o segundo álbum y a partir de ahí seguir su criterio. De modo que creo que aprendió una lección (risas). Aprendió a tener paciencia. Además entró en el estudio, en lo que era el proyecto, con una forma de pensar ligeramente diferente a la que había tenido jamás, porque es casi diez años más joven que yo y se puede decir que ha crecido escuchando a The Cure, así que tenía que diferir en alguna forma. Él tenía que saber que yo sabía lo que hacía. Aunque no llegué tan lejos como suelo hacer cuando estoy en el estudio para poder darle espacio para que él hiciera lo que hace. Así que nos encontramos en un punto medio.

Y a medida que el álbum progresaba empezamos a desarrollar un modo de trabajo, una metodología que parecía gustarnos a ambos y también a la banda. Pero fue una experiencia extraña porque por un lado fue lo más difícil que he hecho en un estudio. Fue la experiencia más cruda, emotiva e intensa que he sentido jamás en el estudio. Y por otra parte, fue la más entretenida. O sea, estaba más triste al dejar por fin el estudio de lo que había estado jamás. Normalmente cuando dejo el estudio me siento exhausto, dubitativo sobre lo que acabamos de hacer, como arrepentido. Pero nunca me he sentido literalmente triste y ese día lo estaba. Me sentía como si todo hubiera sido demasiado rápido. Fueron como seis semanas verdaderamente intensas. Me quedé en Londres, en una habitación de hotel solo, igual que hizo Ross, porque pensé que si él estaba preparado para hacerlo y dejarlo todo, su familia y sus amigos, yo también debía hacer lo mismo. De modo que en esencia el mundo entero se reducía a una habitación de hotel y al estudio. Fueron seis semanas verdaderamente extrañas, muy poco saludables en ciertos aspectos, pero intensas, como un período de mi vida en el que empezamos un día con nada y terminamos al final de seis semanas con un disco que creo que es lo mejor y lo más apasionado que hemos hecho jamás.

Bueno, él quiere hacer otro disco tan pronto como sea posible, y yo también, pero no estoy seguro si podremos recrearlo. Pienso que ninguno de nosotros estaba preparado para pasar por lo que él quería que hiciéramos al hacer este disco. Así que creo que si pudimos entonces, podremos hacerlo de nuevo, todos estaríamos más a la defensiva y todo sería más dinámico, ya sabemos los trucos. Pero él manipula a la gente de una forma muy inteligente en el estudio sin que ellos se den cuenta. De hecho, ahí estaba yo en acción observando el trabajo de Ross, (risas), aunque él lo hace de una forma mucho más benigna que yo , él aguanta mucho más que yo. Yo empiezo a gritarle a la gente mucho antes de lo que lo hace él. Y además él es conocido por ser un incansable maestro. Pero creo que debe trabajar con gente que no le gusta trabajar mucho, básicamente porque eso es lo que quiere conseguir de la gente. Quiere que lo des todo y nada más. Es así de fácil. Además no necesita dormir mucho, yo tampoco lo necesito cuando estoy en el estudio. Tiendo a no necesitar dormir mucho. Me resultó un tiempo de lo más alegre, si bien odiaría irme de vacaciones con Ross. (Risas)

Ross Robinson parece haber aportado una especial intensidad a las sesiones (el bajista Simon Gallup dijo al principio que quería partirle los dientes a Robinson). ¿Puedes describir la experiencia de grabar con él y hablar sobre el impacto que eso tuvo en el álbum?
Ross es un productor al estilo de la vieja escuela, pues es muy meticuloso sobre cada una de las facetas de todo lo que hacemos. Por lo tanto cuando nos disponíamos a tocar una canción era como si lo hiciéramos por primera vez, ya no teníamos que repetirla, podíamos marcharnos. Teníamos la canción acabada. No existe la post-producción. Todos está hecho antes de que realmente llegues a tocar la primera nota. Él coge la guitarra, quiero decir que se pasa una hora comprobando el sonido de mi guitarra, yendo de la A a la Z y luego vuelve a la A de nuevo. Hubo momentos en que pensé, Oh Dios mí, vamos, vamos, vamos, es tarde, sabes. Tengo prisa, prisa, prisa. Eres demasiado lento, tardas una eternidad en disponer las cosas. Pero, conseguía integrar cada sonido, empezando por el bajo y la batería, hasta llegar a mi voz, así que cuando decíamos, eso es, al final del día él había alcanzado el nivel deseado, habíamos tocado la canción y él decía, ¡eso es! Entrábamos y la escuchábamos y ya está. O sea, que el álbum no fue mezclado porque lo grabamos entero en la sala de control. Así se hizo este disco. Pero fue divertido porque bromeábamos diciendo cosas como, Oh, suena realmente como un disco. Porque normalmente cuando grabas, no es así. Suena horrible casi todo el tiempo. Tienes que pasar días y semanas a veces, para conseguir terminarlo. Es decir que este álbum se mezcló en tres días, veinte canciones mezcladas en tres días. Absolutamente sorprendente, de verdad, eso no suele suceder normalmente.

¿Puedes hablarnos sobre los temas de este álbum?
Robert
Hay temas recurrentes en este álbum. Me he centrado en los mismos temas universales del paso del tiempo, el amor perdido, no sé, la propia conciencia. ¿Qué otra cosas hay? La verdad, la bondad y la belleza; eso es algo nuevo que ha surgido. Leí un libro de un escritor, era un filósofo llamado Thomas Nagle, un filósofo moderno, y el libro se titula The View From Nowhere, un título que pensaba robar, ese iba a ser el nombre de este disco porque creo que es un título fantástico. Pero supongo que el hecho de que ya se haya utilizado para su libro significa que el escritor sabe que es un título fantástico.

Aparte de eso, la idea de The View From Nowhere era el concepto de salir de ti mismo. Y para hacerlo tenías que reconocer en primer lugar quién eras. Es un libro pequeño pero intenso, y desde luego me cautivó. Fue la inspiración bajo la cual cantamos en el disco. Realmente quería que las letras del disco consiguieran que fuera un disco con peso. Intenté de verdad colocar estos enormes temas dentro de canciones muy pequeñas y concisas y fallé la mayoría de las veces. Hay sólo una o dos que lo consiguen.

En "Bloodflowers" había una canción titulada "Where The Birds Always Sing" que es probablemente la canción menos satisfactoria del disco. Desde un punto de vista lírico, creo que es una de las mejores canciones que he escrito nunca, pero como canción, creo que es la peor del disco . A menudo si lo intentas y cantas palabras que contienen un gran significado y conllevan mucho peso, no consigue transmitir lo que deseas. A veces tienes que sacrificar una cierta cantidad de significado para ganar poéticamente. Ya sé, suena como... Es verdad no puedes cantar ciertas palabras. Y por eso, es como si mi vocabulario como cantante estuviera limitado a las palabras con las que me siento más cómodo al cantar y desde luego puedo transmitir mucho más cantando esas palabras que me hacen sentir más cómodo, que si tuviera que cantar un torrente de otras palabras diferentes con las que no me siento igual de cómodo.

De modo que tenía grandes planes para el contenido lírico del disco y espero que parte de esa profundidad que quería transmitir, haya permanecido intacta. Pero la mayoría se ha cortado, sabes, además me prometí a mí mismo que no intentaría rimar todo, porque volviendo a mirar todo lo que he hecho hasta ahora, me doy cuenta que he rimado todo excepto en el disco "Pornography". Pensé que sería realmente interesante ver si no me inhibo a mí mismo y no me preocupa la métrica y las rimas. Acabé teniendo trozos de canciones, sabes, así que tuve que desechar la idea. Al final me incliné por una forma más convencional de escribir las canciones, lo cual, espero, conlleva una carga emocional extra. Y creo que la parte más importante del proceso es cuando cantaba las canciones porque por primera vez, tenía las canciones escritas antes de grabarlas. O sea, normalmente escribo las canciones después de haber grabado -escribo la letra después de grabar la música, o les doy forma y me preocupo de cómo lo voy a hacer. Y luego o bien lo volvemos a grabar para que quede bien o lo cortamos.

En los viejos tiempos, cortábamos la cita o algo así. Pero Ross fue muy insistente para que yo cantara en directo y quería que la batería y el bajo siguieran la señal de mi voz, así que yo tenía que saber qué estaba cantando, lo cual era muy bueno para mí porque pasé un mes terminando y perfilando veinte canciones. Eso fue todo lo que hice durante un mes, cada día, me ponía a escribir, sabes, fue un ejercicio muy bueno para mí, una buena forma de trabajar. De nuevo, algo de lo que no estoy seguro que pueda hacer para el próximo disco, pero cuando entraba en el estudio podía cantar desde el mismo momento en que nos poníamos a tocar, empezaba a pensar en cómo podría comunicar la canción. Así que la canción entera estaba basada en la letra, lo cual, creo, que queda claro al escucharlas. Creo que las canciones son más coherentes que cualquiera de nuestros trabajos anteriores.

¿Por qué el álbum se llama "The Cure"?
Robert
No solía preocuparme por robar títulos de otra gente. De hecho, la mayoría de los primeros trabajos de The Cure han tomado prestados sus títulos. Creo que cada título de "Seventeen Seconds" es una pequeña historia de Kafka. Pero entonces nosotros no éramos nadie así que no pensé que nadie se molestara en demandarnos, sin embargo ahora tenemos que tener más cuidado. El primer título que pensamos para el proyecto el pasado verano cuando empezamos a hacer las demos era "Good Dream, Bad Dream". Y yo quería hacer un álbum doble, uno que reflejara nuestra parte más ligera y otro con la parte más oscura. Pero Ross me convenció que si compaginábamos ambas partes, probablemente el resultado fuera mejor, sería un disco mejor y le llegaría más a la gente porque se sentirían más intrigados. Él quería hacer el álbum definitivo de The Cure. Yo dije, bueno si lo haces, tienes que llamarle "The Cure". Ese fue realmente el motivo del título del disco.

Yo me pasaba el tiempo pensando, estaba metido en la sala de control y seguía pensando, este álbum se llama "The Cure". Recuérdalo. Y pensé en algún momento hacia el final, voy a tener que ponerme a pensar en títulos. Tengo un viejo libro, un manuscrito, en el que escribo títulos. Cuando se me ocurre una palabra o una frase y creo que puede ser un buen título, la anoto. Luego lo consulto y no hay nada que me sirva. Eso fue lo que hice esta vez, así que tuve que seguir pensando cómo llamarlo. Justo hasta que estábamos masterizando el disco, estuve pensando, cómo demonios voy a llamar a este disco, y entonces pensé obviamente tiene que llamarse "The Cure".

Así que es ligeramente sorprendente, supongo, que en esta etapa de nuestra carrera de repente titulemos un disco "The Cure". Blink 182 lo han hecho, en su cuarto disco, han titulado su disco "Blink". Quizás saqué la idea de algo subliminal. Gracias a ellos. Tradicionalmente las bandas titulan así su primer trabajo, tal vez porque es el que refleja el espíritu de la propia banda, quizás a nosotros no ocurra algo así. A menudo el momento más difícil de evaluar tu trabajo es justo al acabarlo, y espero que nuestro trabajo sea un resumen de nuestro esfuerzo, de todo lo que hemos hecho. Creo que este disco lo resume bien. Creo que si le pones el disco a alguien y le dices, esto que vas a escuchar es The Cure en esencia, es lo más acertado, porque desde luego lo que van a escuchar es a la banda.

El diseño de la cubierta y el interior del disco se compone por diferentes dibujos infantiles. ¿Cuál es el significado de ello? ¿Y quién los hizo?
Robert
Sí. El diseño de la cubierta, tal como aparece, lo hicieron mis sobrinos y sobrinas a los cuales se lo pedí yo, les sugería que hicieran algunos dibujos para la portada del disco. La mitad de ellos no tenía ni idea de lo que les estaba hablando (risas) porque ellos no saben lo que yo hago. Y la otra mitad se preguntaba cuánto les iba a pagar. Pero son los mejores artistas, se enfrentaron al trabajo de maravilla. Y me enviaron, mientras estábamos grabando, un montón de sobres con dibujos dentro y yo los pegué en las paredes del estudio para que todos decidiéramos. Fue divertido porque era una sesión a puerta cerrada, nunca había nadie ajeno allí. No tenía ni idea qué les iba a parecer, pero los personajes que dibujaron y los pequeños mundos en los que habitan en sus sueños y en sus mentes, igual que todos los dibujos infantiles, creo que tienen un enorme sentido de la inmediatez y creo que es imposible que a alguien no le gusten los dibujos de los niños, incluso aunque no conozcas al niño que los ha hecho.

Inevitablemente te provocan algo porque todos lo hemos hecho también cuando éramos niños. Todos hemos hecho dibujos de ese tipo, todos hemos pintado un cielo como una línea azul, todos hemos pintado la hierba como una línea verde, y todos hemos dibujado manos como un círculo con cinco palos. Provoca algo en nosotros que es por lo que yo me sentí tan bien, esa inmediatez fue lo que me cautivó.

Y desechamos todas las otras ideas que tuvimos mientras estábamos en el estudio, algunas de ellas verdaderamente buenas, porque todos habíamos imaginado algo ya que yo les había dicho que iba a ser un álbum duro. Nos mandaron mucho trabajo de diseño para el disco, era realmente dantesco, muy oscuro. Pero no tenía la suficiente resonancia, no nos hacía sentir nada. Y yo pensaba que los personajes que habían dibujado los niños tenían una ventaja, el estar colgados en la pared. Porque estuvimos viviendo con ellos durante mucho tiempo. Creo que tan pronto como los pusimos en la pared, iban a tener su sitio en el álbum, sabes. Ese era el diseño del disco. No había manera de hacerme cambiar de opinión.

Creo que es bueno, creo que tiene buen aspecto, no se parece a nada de lo que hemos hecho hasta ahora. Quiero decir, que tiene ligeramente una reminiscencia de un par de portadas de nuestros discos pero, no sé, en los días de los vinilos de doce pulgadas, el diseño era enormemente importante. Pensabas, Uh, esta portada es excelente, ahora creo que tiene menos importancia que antes, lo cual es una pena, pero, los Cds no producen un impacto igual, son pequeños objetos, sabes, aunque nosotros vamos a lanzar este álbum también en doble vinilo. Así que habrá un excelente trabajo de diseño.

En los últimos años, más y más bandas han reconocido su deuda con vosotros (desde Mogwai y los Deftones pasando por Interpol y The Rapture). ¿Cómo te sientes? ¿Y qué te parecen los grupos mencionados?
Robert
Siempre nos han elogiado, siempre hemos sido elogiados por otros artistas, quiero decir, que incluso las raras ocasiones en las que la gente ha dicho que les gustábamos y a mi no me gustan ellos, no digo nada. Creo que he madurado para admirar a cualquiera que pueda hacer algo. Pienso que cuando era más joven y me sentía más amenazado por, ya sabes, la gente que yo percibía como competidores, yo me sentía menos capaz de que me gustara lo que otros hacían. O sea, ahora incluso si alguien hace algo que realmente odio, al menos creo que hacen algo. Así que admiro el hecho de que puedan al menos hacer algo. Cuando hay bandas que realmente me encantan llego a comprar sus discos y luego descubro que a ellos les gustamos nosotros, es una sensación estupenda, sabes. Creo que eso no le da validez a lo que hacemos pero sin embargo le da más importancia a lo que hago y creo que podemos inspirar el trabajo de otros. Es algo fantástico.

¿Ahora continuarán The Cure para siempre, como The Rolling Stones?
Robert
Hablar sobre hacer otro disco es forzar un poco las cosas, sobre todo cuando éste no ha salido aún, ¿no?. Dios, ¿Por qué no puedo ser moderado? Esto es lo ultimo que haré. O tal vez haré al menos otros diez. No tengo ni idea, de verdad. He aprendido, por la amarga experiencia, que hacer planes es una pérdida de tiempo, porque raramente se llevan a cabo e incluso cuando se realizan, no son como se planearon. De modo que estoy deseando hacer los conciertos este verano. Lo deseo de verdad más de lo que he deseado tocar en directo durante mucho, mucho tiempo. Más allá de eso, después del otoño tal vez daremos algunos conciertos en Europa, no tengo ni idea. Quiero decir, que Ross y la banda están desesperados por volver al estudio a hacer una segunda parte, sí ese es el título, "The Cure: Volume Two". (Risas) Pero ya sabes, cuando las hojas empiecen a caer de lo árboles, puede que piense de forma diferente sobre lo que he hecho este año. De modo, que puede que quiera intentar algo nuevo. No lo sé. Pero, sí, por primera vez en mucho tiempo, no descarto la idea de otro disco de The Cure muy pronto después de éste. Así que...
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