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Gran Premio Fipresci 2008 para There will be blood

El director Paul Thomas Anderson recibirá en San Sebastián el reconocimiento por su última película

01/09/2008 CET

El director Paul Thomas Anderson recibirá en el Festival de San Sebastián el Gran Premio Fipresci a la Mejor Película del Año que la crítica internacional ha decidido otorgar a su película There will be blood (Pozos de ambición). El director de películas como Boogie Nights (1997), Magnolia (1999) y Punch-Drunk Love (2002) recogerá el premio en el transcurso de la ceremonia inaugural del Festival, en el Auditorio del Kursaal, el 18 de septiembre.

"La elección ha estado muy clara para los 242 miembros de la Federación Internacional de la Crítica de Cine que han votado, y han considerado la película de Paul Thomas Anderson la mejor del año", señala la Fipresci.

Paul Thomas Anderson, cinco veces candidato al Oscar (por el guión original de Boogie Nights y Magnolia y por el guión adaptado, la dirección y la producción de There will be blood), ya había recibido el Gran Premio Fipresci en 2000 por Magnolia, un galardón que también ha recaído en los últimos años en directores como Nuri Bilge Ceylan (Uzak), Jean-Luc Godard (Notre musique), Kim Ki-Duk (Hierro 3), Pedro Almodóvar (Volver) y Cristian Mungiu (4 meses, 3 semanas, 2 días).

There will be blood ha logrado este año el Oso de Plata al Mejor Director en el Festival de Berlín y dos Oscar, el de actor protagonista para Daniel Day-Lewis y el de mejor fotografía para Robert Elswit, de un total de ocho candidaturas, incluidas las de Mejor Película, Mejor Director y Mejor Guión Adaptado. La película tendrá una proyección especial en el teatro Victoria Eugenia.

Ambientada en el boom del petróleo en la frontera de California a principios del siglo XX, la historia relata el éxito de Daniel Plainview, que pasa de ser un minero extremadamente pobre que cría a su hijo sin ninguna ayuda a convertirse en un magnate del petróleo hecho a sí mismo. Gracias a un misterioso soplo, Plainview descubre la existencia de un mar de petróleo bajo la tierra de un pequeño pueblo del oeste, y se lleva a su hijo, H.W., a probar suerte en el polvoriento Little Boston. Y es este pueblo perdido, en el que la única diversión gira en torno a la Iglesia del carismático pastor Eli Sunday, donde Plainview y H.W. van a dar el golpe de sus vidas.

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