47 edicion del Festival Internacional de Cine de Gijon
14 largometrajes competirán en la Sección Oficial; Harmony Korine presentará su última película, Trash Humpers, en un ciclo dedicado
En el 47º FICXixón, que se celebrará del 19 al 28 de noviembre, todos los títulos que competirán en la Sección Oficial tendrán en Gijón su première española. La ópera prima de Álvaro Brechner, Mal día para pescar, será la representante nacional en una programación que contará con algunas de las últimas producciones de relevancia procedentes de varios rincones del planeta. Cintas como Welcome, Les beaux gosses y Le roi de l'evasion representarán al cine francés en una sección en la que Estados Unidos participará con Go get some Rosemary y Humpday. The good heart, Francesca, Wakaranai, La pivellina, Frontier blues, Between two worlds, Morrer como um homem y The last days of Emma Blank completan un cartel que sobrepasa las fronteras europeas para recoger últimos trabajos de países como Irán o Japón.
Un par de frases empujaron a la diputada Alessandra Mussolini y portada de Playboy a impedir que la película de Bobbie Paunescu tuviera una buena travesía por la ciudad de los canales. Francesca hace un guiño ya en su título a Santa Francesca Cabrini, religiosa que a finales del XIX ayudó a integrarse en la sociedad estadounidense a los italianos que emigraban buscando la tierra prometida. Paunescu compara ese momento histórico con el que viven ahora los rumanos en Italia. Por el momento la película está bloqueada en Italia a la espera de una decisión judicial que podría paralizar su distribución. Gijón estrenará Francesca, que en su único pase en Venecia arrancó aplausos y buenas críticas.
El director Masahiro Kobayashi, de reconocido prestigio internacional y habitual de los principales festivales cinematográficos a lo largo del mundo, concursa por primera vez en Gijón con Wakaranai, un destemplado drama protagonizado por un adolescente de 16 años al que la vida le muestra su cara más cruda.
Mal día para pescar, la ópera prima del director uruguayo Álvaro Brechner será la representante española en la Sección Oficial. Producida por las españolas Telespan 2000 y Baobab Films, es la adaptación cinematográfica de un cuento del escritor Juan Carlos Onetti. Premiada en el último Festival de Lima y elegida para representar a Uruguay en el apartado de Mejor Película de habla no inglesa en la 82 edición de los Premios Oscar, Mal día para pescar cuenta el periplo por Latinoamérica de dos peculiares buscavidas: un pícaro y cínico empresario y su representado, un forzudo alcohólico ex campeón de lucha libre.
El cine independiente americano llega a Gijón de la mano de la directora, productora, guionista y actriz Lynn Shelton. Se presenta con Humpday, título con el que logró el Premio Especial del Jurado de Sundance, y que se anuncia como un inteligente (y divertidísimo) ejercicio sobre la sinceridad masculina, encarnada en dos amigos que tras pasar por la universidad toman caminos opuestos: la estabilidad del matrimonio y el mundo por montera. Su reencuentro les llevará a reflexionar sobre ellos mismos y su sexualidad. De Estados Unidos también llega Go get some Rosemary, de Joshua & Benny Safdie, una historia que planea sobre las excusas y las responsabilidades de la paternidad a través de un padre que ejerce de amigo de sus hijos pequeños. Una producción melancólicamente divertida, sin moralinas ni dramas, presente en la Quincena de Realizadores de Cannes.
Otra película con polémica: Welcome. La cuestión de la inmigración ilegal llega por vía oficial a Gijón de la mano de Philippe Lioret, ganador del Label Europa Cinemas y del Premio Especial del Ecumenical Jury de la Berlinale por este drama que pone el dedo en una de las llagas abiertas por el estado de la liberté, la égalité y la fraternité: cinco años de cárcel para quien ayude a un sin papeles. Vincent Lindon será el moderno y muy francés samaritano que trate de burlar la ley defendida desde el Ministerio de Inmigración e Identidad Nacional.
De Francia llegan otras dos películas. Les beaux gosses, de Riad Sattouf, ha sido una de las revelaciones del cine francés este año, además de un auténtico bombazo de taquilla al superar la barrera juvenil y encajar en el gusto adulto, pese al protagonismo absoluto de la idiosincrasia púber. Esta comedia que muestra los intentos de un adolescente por adaptarse a sus propios cambios y a los ajenos ya es un objeto cinematográfico de culto.
Y no hay dos sin tres: Alain Guiraudie firma Le roi de l'evasion, una de amores prohibidos en la carne de un vendedor de equipos agrícolas homosexual que no lleva muy bien su celibato. Después de pasar por la Quincena de Realizadores de Cannes, llega esta historia que combina humor y sexo firmada por un realizador cuyo prestigio va en aumento en los últimos años y que ha sido alabado por gente como Jean-Luc Godard.
Tampoco es un lecho de rosas la vida de Tonia, el travesti que protagoniza Morrer como un homem, de Joao Pedro Rodrígues, uno de los cineastas portugueses con más proyección internacional. Su último trabajo, un estilizado e imaginativo melodrama queer que ha sido proyectado dentro de la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes, sigue las huellas de Fassbinder y Almodóvar, así como de Cassavetes.
El matrimonio de realizadores formado por la italiana Tizza Covi y el austriaco Rainer Frimmel debuta en el terreno de la ficción con La pivellina, una producción que cuenta la historia de una pareja de artistas circenses cuya vida da un vuelco inesperado cuando el destino les empuja a hacerse cargo de una niña de dos años a la que han encontrado abandonada. Los realizadores, consagrados en el campo documental, firman esta cinta interpretada por actores no profesionales cuya sensibilidad, humanismo y sentido del humor resultaron premiados en el pasado Festival de Cannes con el Label Europa Cinemas.
Desde Sri Lanka llega una propuesta tan llamativa como ambiciosa. Vimukthi Jayasundara presenta Between two worlds, una película que causó admiración y perplejidad a partes iguales en quienes asistieron a sus pases en Venecia y Toronto. Convencido de que los espectadores no deben ser meros receptores pasivos, el director plantea un puzzle de apabullantes imágenes que retratan desde la violencia de una ciudad apocalíptica, reflejo de una Sri Lanka en perpetua guerra civil, hasta la repetición de viejas leyendas en medio de la jungla.
Y para puzzle de imágenes, Frontier Blues, el último trabajo de Babak Jalali, en el que el director compone simétricas fotografías en movimiento con un lacónico sentido del humor que recuerda al mejor Kaurismaki. Hassan colecciona matrículas, vive con su tío, quien tiene una tienda de ropa sin ropa ni clientes, y trabaja en una granja de pollo con Alam, que se pasa el día tomando lecciones de inglés con un walkman y quiere casarse con una joven persa a la que no conoce. Mientras tanto, un fotógrafo trabaja en esta estepa de la frontera entre Irán y Turkmenistán, usando como frutas de su particular bodegón a un músico abandonado por su mujer y a cuatro niños.
Tras su éxito en pasadas ediciones del Festival con películas como Dark Horse y Noi Albinoi, Dagur Kári vuelve a Gijón con su primer film rodado en inglés, The good heart. Paul Dano (Little Miss Sunshine) interpreta a Lucas, un joven que vive en una caja de cartón bajo una autopista de Nueva Cork. En el hospital conoce a Jacques (Brian Cox), un viejo mal encarado propietario de un bar que no tiene a quién dejar, que le toma como discípulo, consciente de que le queda poca vida. Cuando aparece April, una azafata borracha en apuros, Lucas quiere ayudarla, en contra de la opinión de Jacques.
En The last days of Emma Blank, cinta galardonada en Venecia con el premio Europe Cinemas Label, el holandés Alex van Warmerdam ofrece una ácida visión de la familia y de la burguesía a través de la historia de Emma, una mujer que, debido a su convencimiento de sufrir una enfermedad incurable, esclaviza a su servicio con las más absurdas órdenes y humillantes exigencias. Una comedia negra en la línea de Familia, de Fernando León de Aranoa, en la que el director se reserva un curioso papel como actor: el de Theo, el perro de la casa.
La clausura correrá a cargo de Cruz Ángeles y su cinta Don't let me drown, también fuera de competición, ganadora del Audience Award en el Festival de San Francisco y presentada en Sundance y en los Imagen Foundation Awards. El realizador americano narra la amistad de dos estudiantes de secundaria, Lalo y Stefanie. Él procede de una familia de inmigrantes mexicanos que lucha por sobrevivir financieramente y ella, de una familia dominicana instalada en Brooklyn después de la muerte de su hermana en el 11-S. La amistad entre los dos jóvenes se irá convirtiendo, poco a poco, en un romance clandestino.
Harmony Korine presentará Trash Humpers
Dentro de su programación Gijón se reencontrará este año con un viejo conocido del certamen y con uno de los referentes del cine independiente americano, y lo hará de una manera especial. El FICXixión acogerá el estreno en España de Trash Humpers, la última cinta de Harmony Korine. Una historia basada en la propia infancia del realizador que retrata personajes esperpénticos, buscadores de basura, individuos que han abandonado las normas convencionales y que muchas veces son la envidia de aquellos que se rigen por el contrato social.
La última obra de uno de los realizadores más prolíficos de ese cine provocador y directo, que ya pudimos ver en su colaboración como guionista en otros proyectos como la rompedora KIDS, que en 1995 le valió la Palma de Oro en Cannes a su director, Larry Clark. La pareja realizador / guionista volvió a repetirse en 2002 en Ken Park.
El realizador californiano no sólo ha dedicado su actividad artística al cine. En su faceta de escritor experimental salta a la vista el libro A Crack Up at the Race Riots. Como fotógrafo y en colaboración con la galleria Taka Ishii (Tokyo) publicó The Bad Son, compendio en el que se recogían las imágenes de un estudio que Korine hizo sobre la figura de Macaulay Culkin. A este libro de fotografía siguieron en 2002 Pass the Bitch Chicken o Pigxote, ya en 2009.
Korine también ha trabajado en proyectos artísticos como The Devil, The Sinner and His Journey, en el que el propio realizador aparecía personificando a O.J. Simpson junto al actor Johnny Depp en el perfil de Kato Kaelin. Gran parte de su producción artística se compone de fotografías o fragmentos de vídeo relacionados con sus películas. Esto puede verse claramente en las series que confeccionó a partir de la película Gummo.
En cuanto a la industria musical, Harmony Korine ha dirigido varios vídeo clips para bandas de prestigio internacional como Sonic Youth o Cat Power. Como curiosidad, este prolífico director de cine también colaboró con la islandesa Björk en las letras de su trabajo Harm of Will para su disco Vespertine en 2001.
Una trayectoria que bien merece un homenaje, por eso el Festival Internacional de Cine de Gijón le dedica este año una retrospectiva que incluye, además del antes mentado estreno de Trash Humpers, los títulos Julián Donkey-Boy, premiada en Gijón en 1999 por su dirección artística; Mister Lonely, donde explora el culto a la celebridad metiéndose en el pellejo y los calcetines de Michael Jackson y, cómo no, Gummo, que además de obtener el premio Especial del Jurado en Gijón en 1997, le ha valido también a Korine el reconocimiento de la Mostra y de Rotterdam.
En este repaso de su filmografía, Harmony Korine mantendrá encuentros con el público.
17 cortometrajes para la Sección Oficial
La Sección Oficial contará este año, además, con diecisiete cortometrajes, dos de ellos dirigidos por realizadores asturianos. Tras haber resultado ganador del Día de Asturies el año pasado con Vencíu, Santos Hevia vuelve con La vida de María de Magdala, la historia de una mujer que, harta de aguantar que los hombres de su entorno se aprovechen vilmente de ella, decide dar un paso adelante para cambiar su vida. También desde Asturias, nos reencontramos con el ganador del Premio Nuevos Realizadores de la edición anterior, Rubén Ordieres, con el título Viejos Perdedores.
No será la única representación española. Koldo Almandoz presenta Ahate pasa, un semidocumental sobre el papel de los patos en la Historia del cine, después de haber resultado premiado en agosto en el Festival Arrivano i Corti de Montelanico, en Roma, con su anterior cortometraje Columba Palumbus. Y la catalana Nely Reguera estará presente con su último trabajo, Pablo, una historia rodada en 35 mm sobre una familia que trata de recuperar la normalidad.
Un nombre propio destaca en la competición oficial de cortometrajes. Apichatpong Weerasethakul, fundador de la compañía dedicada al fomento del cine experimental e independiente Kick the Machina, acumula a sus espaldas más de una decena de premios en festivales como Cannes, Buenos Aires, Indianápolis, Rótterdam, Torino o Vancouver, entre otros. Ahora presenta en Gijón A letter to uncle Bonmee, ganador del Gran Premio de la ciudad de Oberhausen.
La sección oficial de cortometrajes contempla este año una fuerte presencia europea, con trabajos de Portugal (Arena, de Joao Salaviza, premiado con la Palma de Oro en Cannes), Francia (Un autre jour sur terre, de Farid Bentoumi; L'homme est le seul oiseau qui porte sa cage, de Claude Weiss; Logorama, de François Alaux, Hervé de Crécy y Ludovic Houplain, galardonado con el Premio Revelación en la Semana de la Crítica de Cannes), Reino Unido (Whore, de Fyzal Boulifa), Holanda (Bingo, de Timur Ismailov), Alemania (Der Prinz, de Petra Schröder), Hungría (A Repülés története, de Bálint Kenyeres, premiada en el Festival de Cine de Sarajevo y en Vila do Conde Internacional Short Film Festival; y Variations, de Krisztina Esztergályos, también galardonada con el Leopardo de Plata en Locarno) y Rusia (Object nº1, de Muad Ibragimbekov).
Del otro lado del charco estará presente en la competición Canadá, a través de La isla, de Trevor Anderson, y México, con el último trabajo de Jonathan Ostos Yaber, La nostalgia del Señor Alambre.