Hoy miércoles, 3 de febrero, da comienzo el rodaje de La mitad de Oscar, una historia de amor imposible, entreverada de secretos, protagonizada por Rodrigo Sáenz de Heredia, Verónica Echegui, Dennis Deyrie, Manuel Martínez Roca y la colaboración especial de Antonio de la Torre.
Producida por La Loma Blanca Producciones Cinematográficas con la coproducción de 14 Pies Audiovisual y el ICAI (Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos), el tercer largometraje de ficción de Manuel Martín Cuenca, tras La Flaqueza del Bolchevique y Malas temporadas, ha contado con la aportación, fundamental, de la Diputación de Almería, el Patronato de Turismo, el Ayuntamiento de la ciudad y la participación de Canal Sur Televisión.
Una historia arriesgada, argumental y formalmente, con resonancias de tragedia griega o, quizás, de western trágico algo que deviene no sólo de la temática sino de las localizaciones en las que se ambientan, que se erigen como parte esencial del film. La luz de invierno de la región, al sur de Europa y frente a la costa africana, evoca el escenario donde se desarrollan los mitos y donde existen secretos de los que no podemos huir, aunque lo intentemos.
La mitad de Óscar juega con el misterio, acercándose a thriller intimista en el que las claves necesarias para entender lo que ocurre irán descubriéndose poco a poco, desvelando capa a capa de los personajes, intentado encontrar una respuesta al nudo que atenaza el corazón del protagonista, pero sin poder hacerlo, porque la naturaleza de su conflicto es imposible de resolver.
Durante 4 semanas, el equipo de la película rodará en localizaciones de Almería capital, pueblos y paisajes de la región (Cabo de Gata, La Isleta, la Playa de los Genoveses
) para dar forma a esta nueva apuesta del director almeriense.
Sinopsis de la película
Óscar es guardia de seguridad en una salina. Tiene 30 años y vive solo. Su vida consiste en ir cada día al trabajo, ponerse el uniforme, colgarse la pistola y sentarse a mirar montañas y montañas de sal. Al mediodía suele recibir la visita de Miguel, un antiguo guardia jubilado. Miguel llega desde Almería en bicicleta, trae siempre comida para almorzar con Oscar.
Cada día, cuando termina el turno, Óscar se cambia de ropa, toma el autobús y vuelve a casa. Allí lo primero que hace es mirar el buzón, pero nunca hay cartas
o, al menos, la carta que él espera.
Pero un día la rutina se rompe. Óscar llega a la residencia de ancianos donde está su único familiar, su abuelo, que tiene Alzheimer; se ha puesto enfermo y lo han llevado al hospital. La Directora le cuenta que han avisado a su hermana
Óscar se queda petrificado; hace dos años que no sabe nada de ella y ni siquiera tiene su teléfono.
La llegada de María a Almería abrirá la caja de Pandora. Óscar, sin embargo, está dispuesto a llegar hasta el final, aunque el precio que tenga que pagar sea muy alto.
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