Situada en el verano de 1998 en una pequeña universidad de Nueva Inglaterra (en unos Estado Unidos crispados por el caso Lewinsky, y obsesionados por todo lo políticamente correcto), donde un profesor de literatura clásica (Hopkins), ve como su mundo se hunde después de ser acusado de racista por unos comentarios durante una clase: su reputación queda manchada, su mujer muere del trauma emocional, sus hijos le repudian, y busca refugio en la humilde mujer que cada día barre los pasillos de la facultad (Kidman), con quien compartirá su secreto vital: aunque de piel blanca, sus ancestros son afro-americanos.