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  Black is Beltza II Ainhoa  Dirigida por Fermín Muguruza
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Esta segunda entrega con la producción principal de Talka Records & Films, acompañan nuevamente a Muguruza en la escritura del guion Harkaitz Cano e Isa Campo. La animación cuenta con LoturaFilms (Donosti) -estudio creado por Juanba Berasategi- y con Draftoon (Rosario, Argentina) que ya participó en la primera película, además en esta ocasión actúa como coproductor junto con Lagarto Films de Buenos Aires. Imanol Zinkunegi es el director de animación y Beñat Beitia repite como director de arte junto a Marina Omedes y Karin de Kroo del estudio Nueveojos (Barcelona).

Entre el reparto de intérpretes que aportaron sus voces: Ariadna Gil, Antonio de la Torre, Yashmine Kris, Itziar Ituño, Darko Peric, Gorka Otxoa, Jon Plazaola, Maria Cruickshank y Ander Lipus.


Notas del director (Fermin Muguruza)

Preliminar
El proyecto transmedia BLACK IS BELTZA se ha ido desarrollando ante el público estos últimos 8 años, aunque obviamente viene de más atrás:

• 2014: se presenta la novela gráfica y se inaugura en La Alhóndiga de Bilbao la exposición que contextualizaba la época y el proceso creativo del proyecto.

• Septiembre de 2018: alcanza su particular Ítaca con la presentación de la película de animación en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián.

• Desde entonces y hasta marzo de 2020, la película se ha proyectado en más de 40 festivales internacionales y yo, como director, director he realizado más de 100 presentaciones en ciudades de todo el mundo.

• La película se estrenó en el Estado Español el 5 de octubre del 2018 y en el Estado Francés el 8 de mayo de 2019.

• Tiene distribución digital en China y, para el resto del mundo, está disponible en el catalogo de la plataforma NETFLIX desde el 26 de marzo del 2021.

Interés del nuevo proyecto
El final de BLACK IS BELTZA dejaba abierta la posibilidad de continuación a una serie de aventuras que el mismo protagonista, mezcla de pirata y justiciero romántico, pudiera ejecutar a finales de los mismos años 60 del pasado siglo, o en los posteriores, siempre inmerso en acontecimientos por los que pasaran personajes reales e inventados. La tentación era clara con un 1968 a la vuelta de la esquina y unos jugosos años 70.

Pero si algo ha caracterizado mi carrera, eso ha sido la ruptura, los giros de timón inesperados. En este caso, si los seguidores de BLACK IS BELTZA esperan la continuación de las aventuras de Manex (algo así como si el legado de Corto Maltés y su saga de viajes marcara la trayectoria de nuestro personaje), he de decirles que están equivocados, porque con la segunda parte (BLACK IS BELTZA II: AINHOA) damos un paso de gigante y, bailando sobre sobre nosotros mismos como hacen los gigantes de San Fermín, vamos a proponer una elipsis de 21 años y convertir en protagonista absoluta de la historia a la hija de Amanda y Manex: AINHOA.

Ainhoa
En esta segunda parte de la saga BLACK IS BELTZA, una joven de 21 años será testigo del estado de las cosas de los últimos estertores de la Guerra Fría. A través de su mirada, observaremos los conflictos que marcaron el ocaso de una década y lo que algunos denominaron el fin de la historia.

Se ha hablado mucho de los 80, se ha llegado hasta la mitificación de aquella década, aunque fueran también años de plomo en muchos territorios. Y es que en muchas ocasiones, no se pone en perspectiva su crudeza. En ese sentido, esta nueva entrega de BLACK IS BELTZA mostrará cómo los problemas del mundo confluían, cómo lo local y lo global estaban interconectados y por qué la expresión globalización se comenzó a utilizar precisamente en el año en el que transcurre nuestra nueva entrega, en 1988.

Contexto
Como en la primera parte, en esta también será protagonista el viaje. De nuevo, un viaje iniciático, pero no con una misión a cumplir, sino que la estructura narrativa se verá marcada por las protagonistas enfrentando una sucesión de adversidades progresivamente mayores a caballo de los acontecimientos.

Así, tendrán que moverse en un mundo en el que aparentemente los grandes conflictos están en vías de solución (la guerra Irak-Irán, Afganistán, la guerra civil del Líbano, el proceso de paz inminente en Argel entre ETA y el Gobierno Español), pero donde hay más capas de disputa de lo que parece.

La escritura de guion
Como en la primera parte, hemos escrito el guion a cuatro manos Harkaitz Cano y yo.

Una vez más, la documentación de la época ha sido exhaustiva: documentales, libros, películas, fotografías… La diferencia ahora es que todo va impregnado de mis vivencias personales, porque en 1988 yo tenía 25 años.

Si en la primera parte el tercer guionista fue Eduard Sola, en esta segunda hemos contado con la colaboración de Isa Campo. Guionista, productora y directora de cine, ha ganado junto a Isaki Lacuesta dos Conchas de Oro por las películas “Los pasos dobles” y “Entre dos aguas”.

Isa Campo se ha encargado de vehiculizar la trama a través de las emociones, buscando un punto de thriller muy de personajes, pero a su vez muy realista.

Los protagonistas adquieren así varios niveles: lo que dicen, lo que piensan, los autoengaños, lo que saben, lo que desconocen y lo que callan.

La vida y la muerte en los 80
La intensidad con la que vivimos esos años contrastaba con la muerte prematura como invitada siniestra. En el País Vasco poseíamos el combinado perfecto: atentados de ETA, la guerra sucia, la represión, la entrada masiva de heroína de gran calidad, la amenaza del SIDA.

La muerte de mi hermano Iñigo en septiembre de 2019, compañero musical desde que en 1984 formáramos nuestra primera banda ska-punk Kortatu, me provocó una profunda devastación. Iñigo tenía 54 años y reflexioné mucho sobre la generación de músicos con los que Kortatu compartimos escenario entonces. Ninguno de estos grupos tenía a todos sus miembros vivos: La Polla perdió a su batería por un paro cardíaco, Gavilán (Tijuana in Blue) se suicidó, y los otros músicos de otras bandas fueron furibundamente atacados por la heroína o el SIDA. Así, la banda con la que más actuamos (Cicatriz) perdió a sus 4 miembros; Eskorbuto a 2 de 3; RIP a 3 de 4; Vulpess a su baterista; Vómito a su cantante y mi mejor amigo desde la escuela, Biktor Pérez,…

¿Fue aquella entrada masiva de heroína planificada por los aparatos del Estado para desmovilizar a una juventud rebelde y combativa? ¿Quién más estaba implicado en aquella estrategia política y su consecuente lucro?, ¿Cuáles eran las rutas de narcotráfico que utilizaban? ¿En qué más partes del mundo se dio este fenómeno y por qué?.

Las discusiones sobre estas cuestiones siguen siendo encendidas y BLACK IS BELTZA: AINHOA, además de tener una Banda Sonora Original que rinda homenaje a aquella época, dará que hablar con su aportación a este debate.

Una nueva expresión en la animación
La animación para adultos se va afianzando poco a poco como una nueva técnica para contar historias. Si antes la producción era a cuentagotas (“Persépolis”, 2007; “Vals con Bashir”, 2009; “Chico y Rita”, 2011; “Arrugas”, 2012; “Psiconautas, los niños olvidados”, 2015; “La tortuga roja”, 2016), a partir de 2018 se estrenan más de 10 filmes de animación para adultos a nivel internacional y se han establecido premios específicos a la animación como los Premios Quirino iberoamericanos (tercera edición 2020) y los premios europeos Emile Awards (primera ceremonia en diciembre de 2017).

En esa misma dirección enmarcaría la animación que complementa el documental sobre la vida del líder de Nirvana (“Kurt Kobain, Montage of Heck”, 2016), donde se recurre a esta técnica para narrar los momentos de angustia existencial que provocaron su repertorio, explorándose de nuevo la utilización de la animación en filmes musicales de ficción o documentales como ya ocurriera en las referenciales “The Great Rock ‘n’ Roll Swindle” (1980) sobre Sex Pistols y “The Wall” (1997) de Pink Floyd.

Es más, se está desarrollando una tercera vía que se va abriendo paso entre la hegemonía de Disney/Pixar/Dreamworks y el estudio totémico japonés Ghibly. Los nuevos lenguajes estéticos en animación de “Another Day of Life” (2018), “J’ai perdu mon corps” o “Les hirondelles de Kabul”, ambas de 2019, reafirman una corriente nueva en la que se sitúa BLACK IS BELTZA.

Como dijo el padrino de la animación vasca Juanba Berasategi, al que tras su muerte dedicamos la primera parte de Black is Beltza, “la animación es un ejercicio de resistencia”, y con “BLACK IS BELTZA II: AINHOA”, seguimos haciendo camino.


Los personajes

AINHOA
Nace el 9 de octubre de 1967 de manera traumática tras la muerte de su madre cubana en un supuesto atentado paramilitar en forma de accidente de coche en La Paz, Bolivia, el mismo día que el Che Guevara es asesinado en Cochabamba.

Criada en Cuba con la ausencia de un padre vasco que la visita solo de manera intermitente, tiene 18 años cuando comienza la historia en 1985 y es estudiante de Bellas Artes, con una gran afición a la fotografía. Su artista favorita es Frida Khalo, y ama el baile y la música por encima de todo. Sus músicos favoritos son Benny Moré y Bob Marley. Practica artes marciales y oculta relaciones con la santeria, especialmente un respeto hacia la deidad Elegua, el que abre los caminos, en forma de collar que parece protegerle ante cualquier peligro.

No ha tenido una vida fácil, y la lucha del día a día se refleja en las pesadillas que padece habitualmente en la noche, pero aún así, es una joven que ha sabido emponderarse y abrirse camino siempre.

Habla francés e inglés, además de castellano y euskera. A punto de cumplir 21 años realizará su primer viaje a Europa con una cámara fotográfica, regalo de su padre, y según va transcurriendo la acción iremos descubriendo que es un personaje que tiene más capas de las que a primera vista muestra.

JOSUNE
Nace en 1964 en Bilbao. Tiene 24 años y ha acabado recientemente la carrera de periodismo. Las prácticas las realizó en el periódico independentista de izquierdas EGIN, donde trabaja en la actualidad.

Su eterna duda, ¿de qué lado está un periodista que cubre una guerra desde la trinchera? ¿Puede cambiar la realidad de la que escribe? Y su faro es el polaco maestro del periodismo Ryszard Kapuscinski.

Se trasladó a Pamplona al enamorarse de Diego, un joven punk militante de los movimientos ocupas. Comprometida con la realidad del País Vasco y el internacionalismo, sufrió una detención con torturas de la que salió sin cargos tras 10 días de incomunicación.

El rock radical vasco de la época le enloquece; Kortatu, Eskorbuto, La Polla Records, y su artista internacional favorita es Nina Hagen.

Conoce a Ainhoa tras una carga policial cuando esta acaba de llegar a Pamplona, y enseguida conectan. La amistad que surge entre ambas se estrechará cuando, tras la muerte de Diego por sobredosis, Josune decide aceptar la invitación de Ainhoa para seguir su viaje juntas.