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  Ocho apellidos marroquís  Dirigida por Álvaro Fernández Armero
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Tercer título de la saga, dirigido por Álvaro Fernández Armero ('Si yo fuera rico', 'Todo es mentira') y con un reparto protagonista integrado por Julián López ('Operación Camarón', 'Perdiendo el Norte'), Michelle Jenner (saga de 'Tadeo Jones', 'Isabel' y 'Los hombres de Paco'), Elena Irureta ('Patria', 'El Comisario') y María Ramos ('El Cid' y 'Una vida entre dos aguas'). Conocida en principio como CASI FAMILIA.

"Una comedia en la que el choque cultural es el auténtico motor del humor, una película sobre esa ignorancia que nos hace juzgar y llenarnos de prejuicios antes de conocer aquello que estamos rechazando. Algo de lo que no estamos exentos casi ninguno de nosotros y que suele ser más fácil ver en los demás que en uno mismo". Así es, en palabras de su director, Álvaro Fernández Armero (‘Si yo fuera rico’, ‘Todo es mentira’), CASI FAMILIA, finalmente Ocho apellidos marroquís, la comedia protagonizada por Elena Irureta (‘Patria’, ‘El Comisario’), Michelle Jenner (‘Isabel’ y ‘Los hombres de Paco’), Julián López (‘Operación Camarón’, ‘Perdiendo el Norte’) y María Ramos (‘El Cid’ y ‘Una vida entre dos aguas’).

Con guion de Diego San José, Borja Echevarría y Daniel Castro, la película se rueda en diferentes localizaciones de Marruecos, Cantabria y Madrid.

Para el director Álvaro Fernández Armero, en la película "unos personajes conservadores y mojigatos se tienen que enfrentar a una cultura que desconocen y de la que solo tienen prejuicios infundados".


Notas de dirección (Álvaro Fernández Armero)
Es verdad que ésta no es la primera comedia romántica que ruedo, pero sí que reúne una serie de elementos que me han resultado novedosos y muy atractivos. Por un lado, me ha dado la posibilidad de rodar la peripecia de un viaje a Marruecos, que además los personajes hacen por tierra, mar y aire. Por cierto, rodar en un barco es una odisea bastante complicada que nos ha traído de cabeza a todos de principio a fin. Pero se consiguió.

Por otro lado, el contraste cultural (sello de la saga OCHO APELLIDOS) entre España y Marruecos que sirve de base a la trama romántica, me ha permitido transitar por lugares diferentes a los que estaba acostumbrado hasta ahora. Tener un trasfondo social y político tan marcado supone un reto muy interesante para hacer crecer y evolucionar una historia de amor partiendo de ese contexto.

Porque esta película, bajo mi punto de vista, pone el acento en la ignorancia como la razón principal para que surja el racismo y la intolerancia. De eso habla la película y en torno a esa idea están trazados los arcos de los personajes. De alguna forma la ignorancia se transforma en miedo, y el miedo es el caldo de cultivo perfecto para la intolerancia.

Pero el mayor reto ha estado (como casi siempre) en manejar el tono de comedia adecuado. Opté por contar la historia desde los personajes para que el componente sentimental encuentre su hueco entre las situaciones delirantes que se suceden en la película. Es ahí, en el choque cultural, donde el humor se hace más ácido y hay que andar con pies de plomo para tratar de provocar la carcajada sin cruzar ninguna línea roja ni ofender a nadie. No es fácil, hacer comedia es vivir siempre en el filo de navaja, un trabajo muy minucioso que luego muchas veces ya sabemos que no se valora en absoluto.

Esta película, durante su preparación y rodaje se llamaba “Casi familia”, pero yo ya sabía que ese mismo proyecto previamente iba a ser una tercera parte de la saga Ocho apellidos vascos. No se fue adelante con esa continuación por no poder contar con el reparto original. Fue entonces cuando se decidió llamarla “Casi familia” y rodar más o menos la misma historia que estaba prevista con los lógicos ajustes que surgen de la creación de nuevos personajes.

Pero es cierto que el material con el que yo conté desde el principio y en el que participé en las sucesivas versiones de guion que se hicieron, era una historia no solo claramente reconocible con el universo de OCHO APELLIDOS, sino que era sacada directamente de la continuación de la saga. Me volqué en rodar una comedia a la que traté de dotarle de la mayor entidad propia como película de entretenimiento, pero siendo consciente de dónde procedía ese material y cuál era su ADN.


Notas de vestuario (Cristina Rodríguez)
Cuando haces comedia es muy fácil caer en la caricatura tanto a nivel dramaturgia como en la parte estética y para mí, que mi lema es “Más es Poco”, ha sido difícill ser contenida y más cuando el guion es absolutamente delirante, divertido, brillante. Por suerte, hemos tenido un director que nos ha sabido guiar para poner el énfasis en la parte adecuada sin perdernos en una demostración de chistes estéticos fáciles y así hacer una película redonda y, sobre todo, llena de matices sin estereotipar.

Ocho apellidos marroquís cuenta la fusión de dos mundos, una familia muy conservadora de un pueblo de Cantabria y una familia musulmana de un pueblo costero de Marruecos. Dos mundos diferentes, con prejuicios el uno sobre con el otro y que tienen que mezclarse.

Pero el humor en el vestuario no se hace ridiculizando ni juzgando, se hace creando y observando. El choque cultural es evidente, pero nosotros tenemos que mostrarlo desde la honestidad.

Las comedias siempre hay que humanizarlas, también estéticamente, y nosotros hemos aprendido que la fusión de culturas es desconcertante a veces y siempre enriquecedora.

Nuestro diseño de vestuario está creado hilando fino, con sensatez y con un toque de riesgo. Nos va a hacer reír, nos vamos a ver muchos de nosotros reflejados, pero no queremos juzgar, queremos mostrar.

Ocho apellidos marroquís nos ha cambiado a todos los que hemos participado en ella, porque hemos formado una familia con los actores y equipo técnico encabezados por el director, Álvaro Fernández Armero, que con su risa y su talento ha sacado de nosotros lo mejor para hacer una peli maravillosa y llena de mensajes que nos hará mejores personas además de reír y reír.

Gracias por este regalo.


Notas de los productores (Ghislain Barrois, Álvaro Augustin, Gonzalo Salazar-Simpson y David Naranjo Villalonga)
Producir una nueva entrega de la saga OCHO APELLIDOS ha sido uno de los retos más complicados a los que nos hemos enfrentado en nuestra carrera profesional. Ocho años han pasado desde el estreno de la segunda parte y prácticamente el mismo tiempo hemos pasado buscando una nueva historia que estuviese a la altura de las anteriores entregas.

La responsabilidad y la consideración que como productores tenemos hacia los espectadores que han amado y se han reído con las anteriores películas es muy elevada. No podíamos hacer una película cualquiera solo para seguir usando esos apellidos.

Como un alquimista hemos estado mezclando los elementos imprescindibles del ADN de OCHO APELLIDOS para conseguir mantener el listón, que estaba muy alto. No todos los días se trabaja en las secuelas de la película más taquillera de la historia del cine español; más de 15 millones de espectadores vieron las dos primeras entregas en los cines, que además han cosechado grandes éxitos de audiencia y notoriedad cuando se han emitido en televisión o plataformas.

No podíamos defraudar a nadie ni siquiera a nosotros. Recuperamos la ilusión con el guion: una sabia mezcla de humor, la ternura de la comedia romántica, y la sátira sobre el racismo y las diferencias culturales.

Una vez conseguido un guion que estuviera a la altura intentamos producir la película manteniendo las esencias de las otras entregas: rodar en los territorios donde se desarrolla la acción e intentar conseguir el mismo equipo. En el verano de 2022 nos fuimos de cabeza a Esauira (Marruecos) y a San Vicente de la Barquera (Cantabria) para tener en la película la esencia de esos lugares; nos encontramos con un entorno acogedor y perfecto para la película.

Necesitábamos un director con mucho oficio que pudiera combinar acción y comedia manteniendo la sensibilidad necesaria en esta historia: Álvaro Fernández Armero ha hecho un trabajo sobresaliente y ha sabido conseguir lo mejor de unos excelentes intérpretes cuya capacidad de generar comedia es casi inigualable: Julián López, Michelle Jenner, Elena Irureta, María Ramos y el resto del reparto están en un nivel que nos introducen en una nueva etapa de la saga.

Estamos convencidos que el público disfrutará de Ocho apellidos marroquís al igual que lo hizo con las anteriores entregas. ¡Larga vida a los OCHO APELLIDOS!.