El primer actor de una compañía de teatro en gira por España muere en un accidente de coche. Un nuevo actor, Jorge Ruiz (Juan Diego Botto), viene a relevarle. Es guapo, joven y revolucionario. Su llegada crea tensión, celos y desconfianza en el resto del reparto, especialmente en Mario Soto (Javier Cámara), que es el encargado de dirigirle en ausencia del autor del montaje, ocupado con una ópera para el Teatro Real de Madrid. Ya en el primer ensayo de la obra en cuestión: la Comedia sin título, de Federico García Lorca, las personalidades de ambos chocan de frente. Carmen Morante (Elvira Mínguez), primera actriz de la compañía, y Laura G. Reyna (María Botto), que fue amante secreta del fallecido, son testigos de la pugna entre ambos.
Por si eso fuera poco, el recién llegado trae un conflicto añadido: la lectura al final de la función de un manifiesto a favor de la paz. Mario cuestiona esa decisión. La compañía se divide.
Tras la primera representación del sustituto en un pueblo perdido en un punto indefinido del país, la compañía queda en el cuarto de Carmen para ver juntos la gala de los Goya.