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  Ninja Turtles: Caos mutante  (Teenage Mutant Ninja Turtles: Mutant Mayhem)
  Dirigida por Jeff Rowe, Kyler Spears
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La serie Las Tortugas Ninja causó una gran impresión en Seth Rogen a una edad muy temprana. “La serie de dibujos animados salió en 1987, cuando yo tenía cinco años. La primera película salió en 1990, cuando yo tenía ocho años”, dice. “Estaba milimétricamente dirigida hacia alguien de mi edad y a mí me encantaba. Los episodios eran divertidos. Eran referenciales. Probablemente empecé a practicar kárate por las Tortugas. Era una especie de obsesión”.

Rogen no fue el único, ni mucho menos. Las Tortugas Ninja llevan décadas entusiasmando a generaciones de fans. Las aventuras de los cuatro hermanos tortuga (Leonardo, Michelangelo, Raphael y Donatello) que se convirtieron en mutantes chistosos tras entrar en contacto con un extraño “fango” fluorescente han inspirado una larga serie de publicaciones de cómics, numerosos programas de dibujos animados de gran éxito, una gigantesca línea de juguetes, múltiples videojuegos y seis largometrajes estrenados en sala cinematográfica que han recaudado en conjunto más de 1.700 millones de dólares en la taquilla mundial.

No todos los fans, por supuesto, reciben una llamada para preguntarles si les gustaría crear el siguiente capítulo de la historia de los que siempre han sido sus personajes favoritos. Pero cuando Brian Robbins, Presidente y Consejero Delegado de Paramount y Nickelodeon, llamó a Rogen para preguntarle si le gustaría hablar de rodar una nueva película de las Tortugas, Rogen ya sabía exactamente lo que quería hacer.

“Son las Tortugas Ninja Mutantes Adolescentes”, dice Rogen. “De todas esas palabras, el elemento adolescente era el menos explorado, y el que más me interesaba a mí”. Y así es como comenzó Tortugas Ninja: Caos Mutante. Rogen concibió una película de las Tortugas hecha con auténtico espíritu adolescente, saltándose todas las reglas, prescindiendo de todas las instrucciones y haciéndolo todo en sus propios términos. Una película hecha con el mismo estilo anárquico que inspiró a sus creadores hace 40 años.


EL NACIMIENTO DE LAS TORTUGAS
Las Tortugas Ninja fueron creadas casi por accidente, en noviembre de 1983, mientras los amigos y autores de cómics Kevin Eastman y Peter Laird pasaban el rato en su “estudio” (al que, en otras circunstancias, también denominaban salón del apartamento que compartían). En aquel momento, lo único que pretendían era hacerse reír el uno al otro.

“Las Tortugas surgieron del amor, la pasión y un brote nocturno de tontería aguda”, dice Eastman. “Soy un gran admirador de Bruce Lee. Pensé: ‘Suponiendo que Bruce Lee fuese un animal, ¿cuál sería el animal más tonto de todos los que podría ser? Y entonces hice este dibujo de una tortuga en posición bípeda, con una máscara y unos nunchakus enrollados en los brazos”. Laird reaccionó de la manera esperada, así que siguieron con la broma. “Hice un boceto a lápiz con las cuatro Tortugas, cada una con armas diferentes”, continúa Eastman. “Pete entintó el dibujo y añadió ‘Mutantes Adolescentes’ al título ‘Tortugas Ninja’. Eso fue todo. Nos enamoramos de la idea”. El resto, como suele decirse, es historia.

La pareja empezó a desarrollar la idea, dotando a todas las Tortugas de personalidades distintas inspiradas en sus amigos de la infancia. “Fueron evolucionando a medida que las comparábamos con el grupo de amigos del instituto con los que salía”, dice Eastman. “Uno era el gracioso, siempre contando chistes. Otro era más técnico, desmontaba relojes y construía cosas. Uno era el autoproclamado líder del grupo, y luego estaba el que se ponía de tu parte en las peleas. Me encantaba la mezcla de personalidades. Eran como hermanos, discutían, estaban enfrentados”. Pero siempre estaban dispuestos a echarse una mano.

Tras descartar varios conceptos para los nombres, a Eastman, entusiasta de la historia del arte, se le ocurrió usar nombres de pintores del Renacimiento. Leonardo, Miguel Ángel y Rafael resultaron bastante fáciles, pero no se ponían de acuerdo sobre el cuarto. “Estuvimos discutiendo durante unas dos semanas sobre Donatello porque a mí me gustaba más el escultor llamado Bernini”, dice Eastman. “Donatello estuvo a punto de llamarse Bernini”.

Eastman y Laird sospechaban que las Tortugas Ninja tenían potencial para dar lugar a una publicación de cómic, pero pensaban que probablemente sería una única publicación. Así que, en 1984, financiaron la producción del primer número de Tortugas Ninja, sin pensar mucho más allá de lo inmediato.

“Al hacer el primer número de las Tortugas, independientemente de que vendiéramos un ejemplar o cien, ya teníamos un cómic publicado”, recuerda Eastman sobre su forma de pensar. “Y entonces pasó lo inexplicable, el primer número se agotó y a continuación la gente quiso un segundo número”.

Fue mucho más que un simple segundo número. Los comics tuvieron un éxito enorme -todavía se publican hoy en día, y en 1987 llegó la serie de animación, que abrió las puertas de las Tortugas a un público totalmente nuevo. Aquella pequeña tontería hecha en broma en el salón de su apartamento se había convertido en un fenómeno cultural.

Algunos de esos fans incluso crecieron y se convirtieron en cineastas que, y esto puede preguntárselo a cualquiera de ellos, nunca en su infancia hubieran creído que un día harían su propia película de las Tortugas. Una película que llevaría a los personajes que un día amaron a una dimensión completamente nueva, desarrollando y revolucionando una forma de arte en el proceso.


FORMAR UN NUEVO EQUIPO
Aunque a Seth Rogen le hizo mucha ilusión recibir la llamada de Brian Robbins, lo cierto es que la llamada les pilló, a él y a su socio productor, Evan Goldberg, completamente por sorpresa. “Para que quede claro, nadie nos había llamado nunca antes para pedirnos que hiciéramos algo con una valiosa IP (propiedad intelectual) “, dice Goldberg. “Esto no es algo que nos haya pasado antes”. No obstante, Robbins sabía que éste era exactamente el equipo adecuado para dar forma a la próxima película de las Tortugas Ninja. Esencialmente, porque es probable que no haya nadie en Hollywood con una mejor perspectiva de las historias inherentemente adolescentes.

“Nuestra empresa hace, todos los años, sin excepción, alguna cosa sobre chicos de instituto”, explica Goldberg. Con su sello de producción, Point Grey Pictures, Rogen y Goldberg -junto con su colega James Weaver- han producido películas para adolescentes tan divertidas e inteligentes como #SexPact s y Chicos buenos. Retratan a los chavales de forma auténtica e hilarante, lo que Rogen atribuye en parte a la formación que consiguió durante los años iniciales de su carrera junto a Judd Apatow.

“Lo primero que hice fue de género adolescente, la serie de televisión Instituto McKinley”, dice Rogen refiriéndose a la serie de culto de instituto, de la que Apatow fue productor ejecutivo y que fue muy alabada por la crítica por la forma en que retrataba a unos adolescentes que, gracias a su forma de actuar y hablar, parecían reales. “Y a continuación escribimos Supersalidos. Creo que gran parte de mi carrera ha estado intrínsecamente ligada al género de los institutos y los adolescentes. En ese sentido, siempre había pensado que sería interesante explorar a las Tortugas. Todas las versiones de ellas [hasta ahora] han sido interpretadas por adultos”. Él, por su parte, imaginaba una película de las Tortugas en la que estos supuestos héroes de medio caparazón “sólo quisieran ser adolescentes normales y hacer las cosas normales que hacen los adolescentes”.

Para ayudar a dar forma a una película de las Tortugas que tuviera el ingenio y el brío que querían, Rogen, Goldberg y Weaver necesitaban un director capaz de contar una historia llena de sentimientos y humor, y que, por otra parte, no tuviera miedo de romper las reglas. Alguien les hizo una recomendación: Jeff Rowe, coguionista y codirector de Los Mitchell contra las máquinas.

“Phil Lord y Chris Miller [directores de La Lego Película y productores de Los Mitchell contra las máquinas], que son muy buenos amigos nuestros, nos dijeron: ‘Hemos hecho la película de Los Mitchell contra las máquinas con este tipo, Jeff, que ha sido el codirector y, bueno… ha sido increíble’”, dice Rogen. “Nos reunimos con él y congeniamos”.

Los Mitchell contaba la historia de una familia corriente que se veía obligada a salvar el mundo de un ataque de robots. Y el humor de la película era el que querían para las Tortugas los productores, a los que también les entusiasmó la alocada libertad creativa en la animación. “El director no se sintió obligado a encajar dentro las normas ni se esforzó en que la película pareciese una de las de nuestro universo”, dice Goldberg sobre la forma en que Rowe abordó la película. “Al contario, nos dijo: ‘Esto es diferente, y hay cosas se salen de lo pautado y que pueden ser un poco menos perfectas de lo habitual”. Pero, de una u otra forma, sus imperfecciones acabaron pareciendo perfectas.

El productor de Tortugas Ninja: Caos mutante, James Weaver, dice que no fue sólo el sentido estético y el humor lo que hizo que Rowe fuese el hombre perfecto. En su obra también se apreciaban exactamente tipo de sentimientos que necesitaba esta entrega de las Tortugas.

“Los Mitchell es también una historia increíblemente emotiva, y creo que eso fue otra de las cosas que nos hizo pensar: ‘Ésta es la persona adecuada para la tarea”, dice Weaver. “Quería asegurarse de que la película tuviese un verdadero contenido emocional. Que no se tratara sólo de salvar el mundo”.

En esencia, Rowe había codirigido una película que aparentemente trataba sobre una invasión de robots, pero que en realidad giraba en torno a una familia que se esforzaba por adaptar su dinámica cambiante a medida que sus hijos crecían. Y eso era exactamente de lo que tenían que tratar las nuevas Tortugas: cuatro jóvenes marginados que intentan encontrar su lugar tanto en su propia familia como en el mundo exterior.

Para ser justos, Rowe admite que no fueron necesarias grandes dotes de persuasión para convencerle. Fan declarado de las Tortugas de toda la vida, reconoce que cuando se enteró de que estaban buscando un director para una nueva versión, la cabeza le empezó a dar vueltas. “Pensé: ‘Eso sí que parece un proyecto de ensueño. Mataría por hacerlo”, dice Rowe.

A la hora de la verdad, Rowe pensó que había arruinado su gran oportunidad después de asistir a dos reuniones sobre la película que, en su opinión, “fueron realmente mal”. Sin embargo, es evidente que fueron lo suficientemente bien como para concertar una reunión de seguimiento con Point Grey Pictures. “Puedo decir, sin temor a equivocarme, que esa reunión sí que fue bien, pero reconozco que repartí mucho jabón y que no paré de rogar ‘¡Por supuesto, eso me encanta! ¡Haré un gran trabajo! Porfa, plis… ¿recubierto de nata?’”. Rowe se ríe. El trabajo era suyo.

Rowe y sus productores estaban de acuerdo en la dirección de la historia, que se basaría en que los hermanos eran adolescentes primero, y tortugas después. Confinados en las alcantarillas porque su padre adoptivo, la rata mutante Splinter (interpretada aquí por la leyenda de las artes marciales Jackie Chan) cree que los humanos nunca las aceptarán, los hermanos tortugas sólo quieren saber cómo es el mundo exterior, como cualquier adolescente normal.

Cuando conocen a una joven aprendiz de reportera, April O’Neil (a la que pone voz Ayo Edebiri), y se enteran de su plan para acabar con el mutante criminal Superfly (al que pone voz Ice Cube), intuyen su oportunidad. Si consiguen librar del crimen a la ciudad, ¿quizá la ciudad los acoja de buen grado?

Que la historia se basase en el concepto de adolescentes fue una idea acogida con entusiasmo. Pero entonces Rowe quiso llevar el concepto aún más lejos. ¿Y si hacíamos una película sobre adolescentes que pareciera que estaba hecha por adolescentes? “Cuando nos lo propuso”, ríe Goldberg, “dijimos: ‘Quizá... No sé, tío. ¿No te parece que es una locura?’”.


SUEÑOS ADOLESCENTES
Una cosa fue que los realizadores decidieran que querían elegir a adolescentes para los cuatro papeles de tortuga. Otra muy distinta fue encontrar actores jóvenes que tuvieran las dotes interpretativas y cómicas necesarias para interpretarlos a la perfección.

Rogen, Goldberg, Weaver y Rowe llevaron a cabo una enorme búsqueda para encontrar a sus héroes de media concha, examinando a innumerables actores antes de decantarse por el cuarteto perfecto. En Tortugas Ninja: Caos mutante, las Tortugas son: Nicolas Cantu como Leonardo, Shamon Brown Jr. como Michelangelo, Brady Noon como Raphael y Micah Abbey como Donatello. Y la mezcla de juventud y talento cómico de este cuarteto hacen de esta una alineación de Tortugas que no se parece a ninguna otra.

A pesar de su corta edad, Cantu ya cuenta con un currículum impresionante, que incluye The Walking Dead: World Beyond y Los Fabelman, de Steven Spielberg. En Caos mutante, interpreta al líder, Leo, y demostró en su audición que era ideal para interpretar a alguien que abre su propio camino, en lugar de seguir el de otro.

“En principio se presentó como candidato al papel de Donatello, pero incumplió todas las reglas de las audiciones en video grabado por uno mismo”, recuerda Jeff Rowe. “Incorporó un montón de improvisaciones, cambió todas las líneas del guion, el vídeo no se lo grabó delante de una pantalla gris, sino en su habitación, e hizo una especie de minipelícula. Esa energía era ideal para Leonardo”.

A pesar de su sorpresa por haber sido elegido para un papel diferente, Cantu cree que le han dado el papel adecuado. De hecho, en muchos aspectos parecía que el destino le había reservado ese papel desde hacía años. Cuando jugaba a las máquinas recreativas de Turtles In Time, Cantu siempre elegía el mismo personaje. “Yo era Leonardo. Leonardo es mi favorito; el azul es mi color favorito”, dice. “¡Salió de maravilla que me tocara el azul!”.

Cantu y Rowe creen que Leo es el responsable del grupo, que rutinariamente deja de lado sus intereses por el bien de sus hermanos. “Es el que siempre intenta mantener a los hermanos en el buen camino, y eso le pone muy nervioso, creo”, dice Cantu. “A lo largo de la película tiene que ir aprendiendo a hacer todo lo que hacen, así que va abriéndose camino y averiguando qué pueden hacer para ser el mejor equipo de lucha contra el crimen de Nueva York”.

Para Raphael, el más bullicioso del grupo, la elección de los cineastas fue Brady Noon, que ya había trabajado para Goldberg y Rogen en Chicos buenos, de 2019. “Le conocemos. Nos encanta”, dice Goldberg. “Es un improvisador fantástico y su forma de ser encaja como un guante para el papel de Raphael. Es el que tiene actitud”. Raph es el más impulsivo del grupo. Más grande y fuerte que los demás, le gusta meterse en situaciones difíciles y preguntar después. Puede meterse en problemas, pero siempre intenta cuidar de sus hermanos. Noon encajaba a la perfección.

“Yo describiría a Rafael como el hermano mayor del grupo”, dice Noon. “Es muy leal a sus hermanos y siempre agresivo, pero tiene buen corazón. Realmente quiere proteger a todos sus hermanos”.

Abbey, por su parte, había sido uno de los candidatos considerados para un papel en Chicos buenos y los productores pensaron en él inmediatamente al hacer el casting de Tortugas. “Nos pareció increíble”, dice Goldberg. “Tiene una voz muy particular y una sensibilidad infantil muy clara, pero también puede ser divertido”.

En un principio pensaron en él tanto para Michelangelo como para Donatello, pero finalmente Abbey acabó siendo Donatello, la tortuga más tranquila e inteligente de los cuatro hermanos. Donnie quiere a sus hermanos, pero también disfruta estando solo, y lo que más le gusta es jugar a videojuegos, ver anime o escuchar K-pop. También es un genio con las máquinas. “No soy un súper genio, pero me gusta la tecnología, me gustan las cosas de empollones”, dice Abbey. “Definitivamente siento una conexión con Donnie”.

Para Michelangelo, el “rey del mambo”, los cineastas necesitaban a alguien que rebosase energía y se hiciese querer. Mikey siempre quiere que todo el mundo se lo pase bien, lo que significa que siempre hace todo lo posible por hacer felices a sus hermanos. Y Shamon Brown Jr. les dio todo lo que buscaban. “Entró por la puerta y llenó todo con la energía salvaje y desquiciada de Mikey”, recuerda Weaver. “Mikey es el imprevisible. Es imposible adivinar lo que va a hacer a continuación. Y Shamon era entrañable, es un tío que te cae bien a la primera, y creo que aportó eso al personaje”.

“Creo que es el mejor, sin duda”, sonríe Shamon sobre su papel en el cuarteto de anfibios que luchan contra el crimen. “Creo que sus pasos de baile son los mejores. Creo que su arma es la mejor. Es mejor en todo lo que hace”.

Desde el punto de vista cinematográfico, todos estaban tan entusiasmados con la energía de los jóvenes actores que querían que esa energía se fundiese por completo con el tejido de la película. Tradicionalmente, en una película de animación, los actores graban sus diálogos por separado, porque así es más fácil incorporarlos a la animación. Rowe decidió descartar esa regla y hacer que los chicos grabaran sus diálogos juntos.

“Fue un momento de creatividad revolucionaria para la película”, afirma el director. No contentos con eso, pusieron a los chicos en semicírculo en un estudio de grabación y les animaron a salirse del guion, bromeando y tirándose pullas entre ellos. “Hablaban y se pisaban las frases, y a menudo puedes oírnos a Seth y a mí partiéndonos de risa”, dice Rowe. Añade Goldberg: “Algunos de los mejores momentos de toda la película, algunas de las mayores carcajadas, las provocan ellos con sus bromas improvisadas”.

Rowe atribuye a Rogen el mérito de haberle dado la oportunidad de innovar en estas sesiones. “Si hubiera dicho: ‘Estudios Paramount, sepan ustedes que vamos a hacer las cosas al revés de lo habitual, porque tengo entre ceja y ceja una idea desquiciada sobre cómo hay que hacer esto’, la respuesta habría sido: ‘Ni lo sueñes. Estás despedido. Largo de aquí’”, sonríe. “Pero Seth dijo: ‘He hecho algo así en el pasado, y es una buena idea. Creo que puede funcionar’. Así que cuando fuimos a hacer la primera grabación conjunta con los chicos, me presenté con un plan organizado que decía: ‘Esto vamos a hacerlo así y las escenas las vamos a grabar de esta forma’. Seth cogió el plan y lo tiró inmediatamente a la basura, y a continuación me dio una clase magistral de dirección de actores de la que hasta tomé apuntes, porque fue todo mucho más informal, desenfadado y divertido que todo lo que habíamos hecho hasta aquel momento”.

De hecho, Rowe decidió grabarlo todo, incluso las conversaciones de los actores entre tomas, para ver de dónde podía sacar un chiste o un comentario que pudiera colarse en la película final. Acabó acumulando tanto material que la posproducción se convirtió en un reto inmenso.

“Se convirtió en un proceso de edición muy lento y metódico en el que decíamos: ‘Esta línea de aquí es buena y podría ser el pie para un chiste de una de las grabaciones que hicimos hace dos meses’”, dice Rowe. “Y de esa forma construíamos estas cosas que da la impresión de que fluyen de manera natural, pero que en realidad son resultado de horas y horas de grabaciones de todos los momentos diferentes a lo largo del proceso”.

El reparto recuerda lo divertido que fue todo por el hecho de que la mayoría de ellos ni siquiera se conocían en persona hasta el momento de llegar a la cabina de grabación. “La primera vez que los conocí a todos en persona fue cuando empezamos a hacer las grabaciones de conjunto, lo cual fue la mejor idea de todas”, dice Cantu.

De hecho, todo fue tan bien que no todos los que estaban en el estudio en aquel momento estaban seguros de que algo de lo que se estaba haciendo pudiera describirse exactamente como, ya sabes, trabajo. “Mi madre me preguntaba: ‘¿Estabais trabajando de verdad? Porque desde fuera daba la impresión de que solo estabais haciendo el tonto’”, recuerda Abbey. Y de eso se trataba exactamente. En esas sesiones conjuntas, esos cuatro actores generaron exactamente el ambiente adecuado para cuatro hermanos que estaban a punto de vivir la aventura de su vida: cariñosos, bromistas y sin miedo a molestar a los vecinos.

Rowe recuerda entre risas el minucioso proceso en pocas palabras: “¡No puedo decirte la cantidad de estudios de grabación diferentes a los que tuvimos que ir porque hacían mucho ruido!”.


AMIGOS Y FAMILIARES
El mundo de las Tortugas es, como todos sabemos, mucho más que el cuarteto central. De hecho, hay dos personas muy importantes en sus vidas: su padre adoptivo Splinter y su querida amiga April O’Neil.

Splinter es un padre sabio y cariñoso, pero estricto. Como cualquier padre, se preocupa y pasa demasiado tiempo estresado por sus hijos. A la hora de imaginarlo, el diseñador del personaje principal, Woodrow White, se inspiró en múltiples recuerdos de los padres de sus amigos de la infancia, además de, bueno, en el actor Danny DeVito: “Esas personas que siempre parece que están a punto de saltar”, resume White. Para poner voz a Splinter, un hombre tremendamente serio que también resulta ser un experto en artes marciales aterradoramente capaz cuando quiere, sólo parecía haber una opción posible. No es que los cineastas creyeran ni por un segundo que el candidato fuera a aceptar su oferta.

“Seth y yo estamos obsesionados con Jackie Chan”, dice Goldberg. “Llevamos viendo películas de Jackie Chan desde que se estrenó Duro de matar, que nos lo dio a conocer. Creemos que tiene el mejor ritmo para la comedia de toda la historia, a la altura del de Buster Keaton o Charlie Chaplin. Fue capaz de dar con la manera de hacer las cosas visualmente histéricas y emocionantes. Y teniendo en cuenta que se trata de una comedia animada de artes marciales, no hay nadie mejor para el papel”.

Goldberg tiene muy gratos recuerdos de las sesiones de grabación, que demostraron que a veces es absolutamente necesario conocer en persona a tus héroes. “Jackie era un sueño”, dice Goldberg. “Me decía: ‘¿Tienes lo que necesitas? ¿Quieres que lo haga otra vez?”. Muchos actores, cuando el trabajo consiste únicamente en poner la voz, suelen decir: ‘Creo que lo tienes. Me parece que el último estuvo bien’. Pero Jackie dijo: ‘Quiero darte lo que quieras’. Era el más humilde y el más emocionado”.

Para el papel de April, la aliada humana más cercana a las Tortugas y su nueva conexión clave con el mundo de Nueva York que abre ante ellos por encima de su cloaca, el equipo eligió a Ayo Edebiri, que ha sido aclamada por su papel en El Oso y se ha convertido en una estrella en rápido ascenso.

En esta historia de las Tortugas, April no es la reportera adulta de las anteriores versiones para la gran pantalla, sino una adolescente que sueña con ser reportera. Al igual que las Tortugas, se siente marginada y solo quiere ser aceptada. Y April cree que su oportunidad de conseguirlo ha llegado cuando se entera de la existencia del mutante Superfly, un cerebro criminal, y planea seguirle la pista. Al igual que las Tortugas, es valiente, inteligente y quizá corra demasiados riesgos en la persecución de sus objetivos.

“April y las Tortugas realmente se ayudan y se encuentran en situaciones en las que necesitan amigos de verdad”, dice Edebiri. “Al principio es una especie de transacción. Los chicos dicen: ‘Queremos molar y conocer a un humano’. Y ella dice: ‘Quiero ganar un Pulitzer’. Pero no son más que seres que buscan su lugar en el mundo y hacer amigos”. Dice Woodrow White: “Por eso se llevan bien. Los cinco son una especie de inadaptados que se esfuerzan por ser aceptados”.

Edebiri está encantada ante la perspectiva de que la película sea vista por un público joven y, de esa forma, se convierta en una referencia para muchas infancias. “Lo que más ilusión me ha hecho es que mi madre trabaja en un colegio público y ha oído hablando a los niños de haber visto el tráiler”, explica. “Y algunos de nuestros primos y sobrinos más jóvenes quieren ir a ver la película. Saber que hay gente en mi vida que tiene muchas ganas de verla es muy guay”.


UNA BARAHÚNDA DE MUTANTES
Cuando una película se subtitula Caos mutante, sabes que te vas a encontrar con seres muy extraños y muy malos. El fango que convirtió a las Tortugas en mutantes adolescentes no se detuvo ahí. Por toda la ciudad de Tortugas Ninja: Caos mutante hay mutantes que viven en las sombras. Y, a Rogen, le parecía esencial traer a la película a todos los que fuera físicamente posible.

“Uno de los aspectos de la serie de dibujos animados era que había muchos mutantes”, dice Rogen. “Cuando intentábamos pensar en ideas que no se hubieran hecho antes, la idea de llevar esta historia al universo de las ‘películas de monstruos’ nos pareció muy divertida y emocionante”.

Caos mutante recupera a muchos mutantes conocidos, pero su principal villano mutante es una nueva mutación en sí misma. Superfly es una mosca gigante que cree que el mundo estaría mejor sin la humanidad. Y tiene un plan para conseguirlo, que pasa por liberar a otros mutantes para que se extiendan por todo el mundo. El personaje está inspirado en Baxter Stockman, un personaje de los cómics originales que a veces muta en mosca, pero que ahora tiene una nueva historia propia. “Estamos construyendo nuestra propia mitología”, dice Rogen.

Para poner voz a Superfly, los cineastas recurrieron a Ice Cube, que tiene su propia conexión con el mundo de las Tortugas. “Llevé a Darrell [su hijo] a ver la película cuando le llegaba un tábano a la altura de la rodilla”, cuenta Cube. “Recuerdo que todos mis hijos tuvieron en algún momento las figuras de acción, los dibujos animados, las sábanas, todo el lote de las Tortugas Ninja. Ha sido una gran saga que he seguido desde lejos, pero ahora, que voy a formar parte de ella... Va a durar otros 30 años sin duda”.

Ice Cube nunca había puesto la voz a un personaje animado, pero entró en la cabina de grabación y dejó a todos boquiabiertos. “Es muy gracioso. Es tan buen actor”, dice Rowe. “Creo que en el momento en que dijimos: ‘Vale, el personaje se llama Superfly, y tiene este aspecto’, Ice Cube soltó una carcajada y sonrió, y dijimos: ‘Creo que está en el bote. Creo que lo va a hacer’”.

Cube señala que, aunque Superfly es el villano de la película, y tiene un plan que supone una amenaza para toda la humanidad, él no lo ve como el arquetípico malo al que le gusta rizarse el bigote. “Todos los mutantes quieren caer bien”, dice. “Al fin y al cabo, lo único que quieren es tener amigos. Sólo quieren ser normales. Sólo quieren caer bien a los humanos. Y lo desean tanto que eso les amarga la vida”.

Se ha reunido a un increíble elenco de actores cómicos para interpretar a algunos de los villanos favoritos de los fans. Entre ellos están Leatherhead (voz de Rose Byrne), Ray Fillet (voz de Post Malone), Mondo Gecko (voz de Paul Rudd), Wingnut (voz de Natasia Demetriou) y Genghis Frog (voz de Hannibal Buress). Maya Rudolph también interviene en el papel de la misteriosa Cynthia Utrom.

Y, por supuesto, ninguna película de las Tortugas estaría completa sin Bebop y Rocksteady, los violentos y no demasiado inteligentes jabalí y rinoceronte mutantes. Seth Rogen no pudo resistirse a meterse en las enormes botas de Bebop. En parte porque pensó que sería un divertido contraste con la última vez que interpretó a un facóquero, como Pumbaa en El Rey León. “¡Las únicas criaturas que interpreto son jabalís!”, dice riendo sobre la posibilidad de quedar encasillado en ese tipo de animales partir de ahora.

Frente a él, en el papel de Rocksteady, está la estrella de acción y brillante actor cómico John Cena. “Tenía la divertida idea de que Bebop y Rocksteady fueran dos hermanos neoyorquinos enfadados”, dice Rogen. “Me encanta John Cena y en el fondo me daba igual que yo fuese Bebop o Rocksteady, eso era algo intercambiable en mi cabeza. Pero la idea de formar parte del equipo de Bebop y Rocksteady junto a John… eso era algo que estaba seguro de que quería.”

Contar con tantos grandes cómicos permitió improvisar y desarrollar los personajes sobre la marcha, pero uno de las improvisaciones cómicas favoritas de los realizadores se produjo al trabajar con Post Malone, mucho más conocido por su faceta de músico.

“Intentábamos encontrar un chiste para todos los mutantes”, dice Weaver. “Con [la manta raya humanoide] Ray Fillet dijimos: ‘¿Qué chiste hacemos con este? Nos preguntamos: ‘¿Y si se limita a cantar su nombre? Post fue uno de los últimos en grabar. No teníamos ni idea de cómo iba a sonar. Y luego, en la primera grabación, Post Malone se pone a cantar ‘Ray Fillet’ y no puedes evitar sonreír”.

Rowe recuerda ese proceso con una amplia sonrisa. “Estábamos desesperados por tener a Ray Fillet en esta película porque es uno de nuestros personajes favoritos”, dice Rowe. “Pero no sabíamos qué haría en la película. A mí se me había ocurrido que fuese algo como lo de Matt Damon en Team America, repitiendo lo mismo una y otra vez. Al mismo tiempo, se hablaba de que Post Malone podría estar interesado en hacer algo en nuestra película. Así que pregunté: ‘¿Le interesaría ser Ray Fillet y cantar ese nombre, con una bella melodía, como su única línea en toda la película? Increíblemente, dijo que sí”.