Mina llega para convivir con la familia de Juan: su mujer y sus dos hijos. Uno a uno, como en un juego infantil, todos van cayendo en las redes de su misterio y Mina se convierte en el vértice de todos sus deseos.
Pero nada es lo que parece y ella misma resulta atrapada en su propia tela de araña: una familia que no está dispuesta a perder lo que tiene.