A finales de los años 30, en los bajos fondos de Los Ángeles, una rica y bella heredera (Diane Kruger) encarga al detective privado Philip Marlowe (Liam Neeson) que busque a su antiguo amante, que ha desaparecido. Pronto descubre que tras la desaparición de ese hombre hay una red corrupta que le pone en el punto de mira de algunos de los mandatarios más acomodados y peligrosos de la ciudad.