Notas del director
Matria se inspira en la vida de Francisca Iglesias, una heroína anónima que cuidó a mi abuelo durante los últimos años de su vida y con la que mantengo una íntima amistad. Una mujer con una vida compleja a la que nunca se le permitió mostrarse tal como es. En la casa de mi abuelo no encontró el hogar perfecto, pero sí un lugar donde ya no sentía la necesidad de protegerse.
Fue su historia personal, por la que siento una admiración sincera, la que me llevó a empezar a escribir. Rodamos su lucha diaria en mi cortometraje Matria, en el que la propia Francisca interpretaba el papel principal. El formato corto nos obligó a enfocarnos en solo algunos aspectos de su vida y dejar a un lado un universo rico y convulso, que es en el que decidí seguir profundizando en mi primer largometraje.
Un elemento esencial de ese universo es la comedia, pues Francisca tiene una habilidad especial para narrar y mofarse de sus propias miserias. Es su particular mecanismo de defensa que, a mi personalmente, siempre me hace reír. Una risa profunda y sana que me gustaría trasladar a la audiencia y que, tal vez, nos sirva a todos para ver nuestras propias desgracias y carencias con más sentido del humor.
Me atrae filmar lo que no quiere ser filmado. El misterio y la lucha de los personajes contra la cámara, que a veces quiere mostrar demasiado. La película muta a medida que avanza, con un solo objetivo: la consecución de un nuevo comienzo por parte del personaje principal. La intención es la de acompañar esta transformación a nivel narrativo con el aumento progresivo del tiempo que dedicamos a explorar el interior de la protagonista.
A nivel interpretativo, con una actuación que pasa de sustentarse en la impulsividad de la acción a incorporar la reflexión. Por último, a nivel visual, con una imagen que empieza comprimiendo a la protagonista pero que se va abriendo poco a poco. Filmar y hacer que todas estas transformaciones casen de una manera orgánica y sutil me parece un hermoso desafío.
Quería trabajar con un equipo artístico que mezclase intérpretes sin experiencia previa con actores profesionales que pudieran mimetizarse con la forma de hablar, de moverse y de entender la vida propias del lugar donde rodamos, las Rías Baixas. La entonación y el lenguaje corporal son tan importantes como la correcta pronunciación de los diálogos y la técnica actoral.
Creo que es importante llevar esta historia a la pantalla porque necesitamos que personas como Ramona den un paso adelante. Tenemos que mirarnos en el espejo, cuestionar lo establecido y repensar nuestra realidad más inmediata. Me parece fundamental mantener una actitud de cambio y tener la esperanza de que, sino el motor, una obra pueda ser la semilla de algo positivo. Matria lleva implícito un deseo de liberación.
Hemos decidido titularla Matria porque es la palabra que mejor describe la esencia de la película. En Matria conviven el peso de la realidad y la influencia del mito, el carácter de un territorio y la universalidad de su naturaleza, el relato personal de una mujer y la historia de todo un territorio.