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  Alguien que cuide de mí  Dirigida por Elvira Lindo, Daniela Fejerman
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ALGUIEN QUE CUIDE DE MÍ, película coescrita y codirigida por Elvira Lindo y Daniela Fejerman, participa en las 7ª edición del Festival Internacional de Cinema de Barcelona-Sant Jordi, BCN FILM FEST, dentro de la sección oficial fuera de concurso.

Protagonizada por Aura Garrido, Emma Suárez y Magüi Mira. Completan el reparto Pedro Mari Sánchez, Francesc Garrido y Víctor Clavijo, entre otros. Previamente a su participación en BCN Film Fest, la película inaugura el 26 Festival de Málaga.

Alguien Que Cuide De Mí es el debut en la dirección de Elvira Lindo y parte de un relato inédito de la misma autora. En él, la escritora retrata las complejas relaciones familiares entre una abuela, una madre y una hija, con sus secretos, sus malentendidos y sus asuntos pendientes. Tres generaciones de mujeres dedicadas a la interpretación. Lilith, la abuela (Magüi Mira) representa la excelencia del teatro; Cecilia, la madre (Emma Suárez), la oveja negra apartándose del legado familiar y coqueteando con el cabaré -y con las drogas- en los 80; y Nora, la nieta (Aura Garrido) que continúa el legado y tiene como referente a su abuela más que a su madre.


Descripción de personajes

NORA, interpretada por AURA GARRIDO
Joven actriz, brillante, ambiciosa y determinada. Su profesión lo cubre todo, hasta casi invisibilizar su vida personal. Entre el orgullo algo asfixiante de su abuela y la desconfianza de su madre trata de librarse del yugo familiar y tener una vida independiente. Posee un corazón más vulnerable del que quiere mostrar, esa aparente frialdad es su mecanismo de defensa. Nieta de Lilith, hija de Cecilia.

CECILIA, interpretada por EMMA SUÁREZ
Actriz sin trabajo. Atractiva, coqueta. Esconde con ironía una gran vulnerabilidad. Tiene un estilo como de otra época, como salido de una película de John Cassavettes. Vividora, nostálgica de una alegría juvenil, con un aire de chica que nunca acaba de convertirse en señora. Fue célebre en el cabaret de los 80. Fue rebelde siempre y eso no ha cuadrado con la mentalidad burguesa de su madre. Tampoco ha sabido muy bien cómo ser madre. Hija de Lilith, madre de Nora.

LILITH interpretada por MAGÜI MIRA
Gran dama del teatro ya retirada. Una mujer distinguida, con un ligero toque excéntrico. Madre distante, abuela amorosa. Orgullosa de su estirpe, satisfecha consigo misma. No puede contener un reproche ni una crítica, forma parte de su personalidad sentirse incómoda con lo que no le cuadra. Es inteligente, autoritaria. No le falta la ironía. Mujer de gran carácter. Madre de Cecilia, abuela de Nora.

PEDRO MARI, interpretado por PEDRO MARI SÁNCHEZ
Actor que destacó muy joven y que coqueteó con el teatro de vanguardia. Luego el camino le llevó al teatro popular, a la revista, donde adquirió una notoriedad entre los frecuentadores del género. Es un hombre sensible, muy atento al prójimo, que sabe escuchar, inteligente, humilde. Se convierte en el gran aliado de Cecilia cuando los dos descubren el mal que les amenaza. Le ofrece, a su manera, un gran amor.

TEO, interpretado por VÍCTOR CLAVIJO
Actor brillante que se encuentra en su mejor momento. Es irónico, a veces puede resultar presuntuoso porque sus habilidades de todo tipo son muy evidentes. Seguro de sí mismo, encantador también, sabe apreciar las virtudes ajenas sin que eso le procure ningún tipo de merma a su amor propio.

MARIO, padrastro de Nora, interpretado por FRANCESC GARRIDO
Director de escena reconocido, intenso y concienzudo. Fue pareja de Cecilia y ejerció de padre de Nora en unos años decisivos para ella. Ha procurado salvaguardar su relación con Nora, por la que siente un afecto profundo y sincero, más allá de su ruptura con Cecilia. Y lo ha conseguido... hasta que Nora descubre cómo y por qué se produjo esa separación.


Dirección

ELVIRA LINDO
Comienza su actividad profesional en la radio, en 1981, a los diecinueve años. En RNE ejerció, durante una década, todas las tareas posibles, de locutora a reportera, de guionista a actriz. Más tarde, trabaja como guionista en la televisión. En 1992 decide abandonar sus tareas en radio y televisión y escribe su primer libro, Manolito Gafotas, al que le seguirán seis de la misma serie. Por uno de ellos, Los trapos sucios, recibe en 1998 el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil. Los libros de este personaje se traducen regularmente a más de treinta lenguas. Al mismo tiempo, escribe varios guiones para el cine en colaboración con el director Miguel Albadalejo, como La primera noche de mi vida o El Cielo Abierto. Su segunda novela, Una palabra tuya, es galardonada en 2005 con el premio Seix Barral Biblioteca Breve.

En marzo de 2010 publica Lo que me queda por vivir, que recibe el premio "El Público" de Canal Sur. En 2012 escribe un libro sobre la ciudad de Nueva York, en la que residirá de 2004 a 2015, Lugares que no quiero compartir con nadie, y en 2014, Mejor Manolo, el último libro de la serie Manolito. Ese mismo año llega a las pantallas La vida inesperada, una película rodada en Nueva York sobre un guion original suyo. En 2015 sale a la luz su último libro, Noches sin dormir, un diario del que fuera su último invierno en Nueva York. dormir, un diario del que fuera su último invierno en Nueva York.

Nunca ha abandonado la actividad periodística en la que empezó aquel 1981, escribe semanalmente en el diario El País en donde ha cultivado diversos géneros del periodismo, la entrevista, la crónica ácida de la actualidad, el reportaje y la columna de opinión. Actualmente escribe una columna dominical para la sección de Opinión. Tampoco ha dejado la radio, donde durante más de 10 años ha colaborado cada jueves en la Cadena Ser en La Ventana, con un espacio de reflexión personal sobre cultura y sociedad. En 2018 publicó 30 maneras de quitarse el sombrero, un conjunto de ensayos sobre arte y literatura entremezclados con su propia biografía.

En marzo de 2018 fue nombrada Colegiada de Honor del Colegio de Arquitectos de Madrid. En 2019 recibió el premio Ja Festival de Bilbao por su contribución al humor. En febrero de 2020 publicó la novela A corazón abierto en la cual sitúa a sus padres como personajes centrales de la historia.

En marzo de este mismo año sale a la luz En la boca del Lobo, su última novela. Alguien que cuide de mí es su debut en la dirección cinematográfica.

DANIELA FEJERMAN
Licenciada en Psicología, comenzó su actividad en el teatro, formándose como actriz en el Laboratorio de William Layton, y decantándose pronto por la escritura, obteniendo varios premios como joven autora. Se inició como guionista en televisión, medio para el que ha escrito numerosas series (Todos los hombres sois iguales, Famosos y Familia, El Pantano, Aquí paz y después Gloria, La Baronesa, entre otras muchas). Ha escrito y dirigido dos cortometrajes y cinco largometrajes: A mi madre le gustan las mujeres (2002, nominada a 3 premios Goya incluida Dirección Novel y estrenada en numerosos países de Europa y Latinoamérica), Semen, una historia de amor (2005); 7 minutos (2009), La adopción (2015, premio a la mejor dirección en el FIC-CAT, premio al mejor actor en Toulouse (Cinespaña), nominada a 4 premios Gaudí de la Academia Catalana y a premios de la crítica y los productores españoles) y la comedia Mamá no enRedes (2022). no enRedes (2022).

Ha escrito guiones para otros directores como Sé quién eres (Patricia Ferreira, 2000) o La montaña rusa (Emilio Martínez-Lázaro, 2012). También ha dirigido series y miniseries en TV como El Síndrome de Ulises, Supercharly o Como alas al viento.

En 2017 estrenó la obra de teatro Gente estúpida, que estuvo en cartel toda la temporada en los Teatros Luchana.

Como docente ha dado clases de dirección (ECAM, TAI); guión (Máster propio UAM, Instituto del Cine); interpretación ante la cámara (Central de Cine, Unir) o interpretación para guionistas (Fundación Autor de SGAE, DAMA). Realiza tutorías de guiones en el Curso de Desarrollo de proyectos audiovisaules Iberoamericanos desde hace 5 ediciones. También ha ejercido de tutora de guión en MadridCreaLab, en CIMA Impulsa y en el proyecto Cambio de Plano de DAMA y Netflix. Ha sido jurado en diversos festivales de largos y cortometrajes (incluida la Seminci) y del premio de guion Julio Alejandro.

Fue fundadora de CIMA (Asociación de mujeres cineastas y de medios audiovisuales) y actualmente es delegada de la misma para Iberoamérica.


Notas de las directoras
Alguien que cuide de mí parte de un relato inédito de Elvira Lindo. En él, la autora retrata las complejas relaciones familiares entre una abuela, una madre y una hija, con sus secretos, sus malentendidos y sus asuntos pendientes. La historia se desarrolla en una familia de cómicos porque al ser un grupo dedicado a un oficio que tiene que ver con la exposición pública hace más evidentes ciertos conflictos de competitividad y celos entre ellos. Tres generaciones de mujeres dedicadas a la interpretación. Una abuela (Lilith) que representa la excelencia del teatro; una madre (Cecilia), que ha sido la oveja negra, apartándose del legado familiar y coqueteando con el cabaré -y con las drogas- en los 80; y una nieta (Nora) que continúa el legado y tiene como referente más a su abuela que a su madre.

La narración pone el foco en el descubrimiento por parte de Nora de un secreto que ha marcado trágicamente la vida de su madre. La indagación de Nora acerca del pasado materno destapa también recuerdos de su propia infancia. Una época en la que la madre no era capaz de proveer los cuidados que la niña necesitaba, y en la que la abuela asumió el rol de cuidadora. Preguntando y rememorando, Nora va componiendo las piezas de un puzzle que arroja una luz nueva sobre la figura de su madre y sobre su propia vida.

Las evocaciones de esa infancia lejana aparecen teñidas de un halo onírico, como de cuento infantil. Los tiempos se mezclan, aparecen otros recuerdos cruciales para Nora, pero también, rompiendo su punto de vista, nos acercamos al pasado de la mano de otros personajes. No queríamos tratar estas rememoraciones como flash backs narrativos, sino tintadas de color emocional; por eso hemos buscado códigos visuales diversos para contarlas.

Las figuras masculinas, importantes en la vida de Cecilia y Nora, son actores secundarios de este conflicto familiar entre mujeres, que ayudarán a Nora a mirar a su madre con otros ojos, y a comprender, y a perdonar. En el trabajo del guion, dos de estas figuras masculinas han ido tomando más relieve: Pedro, la extraña pareja de Cecilia, y Teo, la nueva pareja de Nora.

La inclusión en la historia de La gaviota, la obra teatral de Anton Chejov, comenzó de forma algo anecdótica, pero fue ganando peso a medida que descubríamos más y más paralelismos entre los personajes chejovianos y los nuestros. Cada vez se nos hacía más evidente que Cecilia tiene mucho de Arkadina; que Mario, el padrastro de Nora, es un Trigorin de nuestro tiempo... y la presencia de La Gaviota fue cobrando un nuevo valor.

La idea de la codirección surgió de forma natural mientras trabajábamos en el guion: del entendimiento mutuo y la implicación de ambas con el proyecto, de las ganas de recorrer juntas el camino de esta película hasta el final. Dos mujeres contando un universo femenino: la idea nos resultaba enormemente atractiva, y también lo fue para Gerardo Herrero, productor y cómplice del proyecto.

Nuestra narración transcurre en Madrid. Madrid Río, sus paseos y sus puentes son el paisaje urbano de la película. Un entorno local -que no localista-y concreto para situar los movimientos de nuestros personajes, que discurren entre estos escenarios y los espacios interiores que conforman su universo: el piso de Cecilia y Nora está a un lado del río; el piso de la abuela y el viejo piso familiar en desuso -más nobles-al otro, más cerca del centro.

Hemos pretendido dotar a la película de un tono especial, donde cabe el drama, pero también el humor. Un humor que emana de los personajes, que aparece en forma de ironía, de pullas lanzadas como dardos; un humor soterrado que recorre todas las escenas. Pero también hay lugar para momentos donde lo emocional aflora de manera más pura, incluso extrema, porque extrema es la vivencia y la forma expresiva de estos personajes. hay lugar para momentos donde lo emocional aflora de manera más pura, incluso extrema, porque extrema es la vivencia y la forma expresiva de estos personajes.

A la hora de dirigir, y como enuncia el padrastro de Nora en los ensayos de La Gaviota, se trataba de captar, sobre todo, lo que los personajes no se dicen, la corriente subterránea sobre la que discurren sus palabras y que nos da luz sobre lo que está en juego entre ellos. Eso implicaba acercarnos a ellos, a sus miradas y a sus gestos. Pero también necesitábamos, en ocasiones, alejarnos para conocer esos espacios peculiares en los que viven, dimensionarlos en la amplitud del paisaje, envueltos en la luz única de Madrid.

Estamos ante una película de personajes. Ya desde la escritura éstos tenían rostro, y en la mayoría de los casos son los rostros de los actores que los han interpretado. Queríamos dejar que la expresividad de nuestros estupendos intérpretes brillara con luz propia; por eso nos planteamos trabajar las escenas con más compromiso dramático con planos largos, planos secuencia en los que la cámara se mueve en función de los actores, y no al revés.