Cuando un grupo de amigos descubre cómo invocar espíritus utilizando una mano embalsamada, se enganchan a esta nueva sensación hasta que uno de ellos va demasiado lejos y abre la puerta al mundo de los espíritus, obligándoles a elegir en quién confiar: en los muertos o en los vivos.


SINOPSIS LARGA
El día del aniversario de la muerte de su madre, Mia (17) está sola. Cansada de ver a su padre triste y abatido por el dolor, se escapa a la casa de su mejor amiga Jade. Mía anhela vivir con la familia de Jade, su comprensiva madre Sue y su divertido hermano pequeño, Riley.

Cuando un vídeo de Snapchat sobre una posesión espiritual se hace viral en el colegio, Mia ve la oportunidad de reclamar la atención de Jade, quien últimamente sólo tiene ojos para Daniel quien fue el primer novio de Mia cuando eran niños. Mia convence a la escéptica Jade y a Daniel para que la acompañen a la próxima quedada de espiritismo. Pero cuando sus amigos fabrican una mano de cerámica embalsamada, aparentemente hecha con el brazo amputado de un médium, y la utilizan para ser poseídos temporalmente, descubren un nuevo entretenimiento. La única condición es exorcizar al espíritu durante no más de 90 segundos o éste intentará quedarse. Mia debe decir la palabra 'háblame', y al instante un ente se apodera de ella y toma el control de su cuerpo. Mia está encantada: hacía tiempo que no se sentía tan viva y queda enganchada al instante.

Riley, un adolescente de 13 años, acompaña a Jade y a Mia a la siguiente reunión de espiritismo y, tras una discusión con Jade, convence a Mia para que lo deje participar. A Riley le posee un espíritu que dice ser la madre de Mia, y ésta, desesperada por conectar con ella, deja pasar más de 90 segundos. El espíritu maligno ataca a Riley desde su interior, le inflige terribles heridas y lo deja en coma.

Riley es trasladado de urgencia al hospital, y los adolescentes, conmocionados, insisten en que no le dieron drogas. La familia de Jade culpa a Mia y la rechaza, mientras que Riley permanece inconsciente en el hospital, sin poder hablar. Mia, que también superó los 90 segundos de posesión, recibe visitas de espíritus sobrenaturales con una extraña habilidad para imitar a los humanos, incluida su madre. Ellos se han quedado. Y quieren a Riley.

Los adolescentes intentan localizar a la persona que les dio la mano, pero descubren que se suicidó unos meses atrás. Su hermano piensa que los espíritus le forzaron a morir para poder tenerlo para siempre. Aterrorizadas por la posibilidad de que Riley corra la misma suerte, Mia y Jade deciden ingresar al hospital a escondidas y exorcizar al chico. Pero el exorcismo fracasa y, mientras Riley permanece en coma, Mia vislumbra su atormentada agonía dentro del mundo de los espíritus.

Cada vez más acosada por visiones perturbadoras y figuras paranormales malignas, Mia lucha por mantener la cordura, pero no puede dejar de usar la mano. El espíritu que imita a su madre muerta suplica a Mia que libere a Riley de su agonía. Otro espíritu que se hace presente y simula ser su padre la ataca y, al defenderse, confunde trágicamente a su verdadero padre con el espíritu y le clava un cuchillo en el cuello.

Decidida a salvar a Riley, Mia aleja a Jade del hospital con la promesa de un nuevo plan. Pero en lugar de eso, Mia secuestra a Riley, se lo lleva del hospital en una silla de ruedas y toma la autopista. Justo cuando Mia está a punto de arrojarlo a la carretera, aparece Jade, y Mia es embestida por un automóvil que circula a gran velocidad.

Mia se encuentra nuevamente en el hospital, donde Riley se ha recuperado milagrosamente con la ayuda de Sue y Jade. Pero nadie puede oír ni ver a Mia, quien se siente atraída por una luz extraña y oye voces que le dicen 'háblame'. Cuando agarra una mano extendida, se da cuenta de que las cosas han cambiado, ahora está en el reino de los espíritus.