SOBRE LA PRODUCCIÓN
En el corazón de FREELANCE se encuentra un viaje redentor lleno de segundas oportunidades, acción intensa, humor, tensión sexual y mucho corazón. La idea original fue concebida por Jacob Lentz, basándose en sus propias experiencias y en las de quienes le rodeaban. "Me interesaba la gente que se dedica a algo muy específico y de repente, dan un giro radical a sus vidas", dice. "Un buen amigo era soldado de infantería del ejército, pero resultó herido y le dieron de baja. De repente, se vio obligado a llevar una vida como cualquier otro civil manteniendo conversaciones sobre temas inmobiliarios, deportes, y cosas así, y lo pasaba muy mal. Se sentía como un tigre enjaulado.
Conocí varios casos similares de otros veteranos y civiles que tras un tiempo haciendo trabajos muy estresantes, de repente tuvieron que hacer la transición a una rutina normal y fingir que todo era genial. Es como pasar de ir a 100 km/h a andar a paso de tortuga. Obviamente, no es algo que solo ataña a una profesión: a un periodista, también podría pasarle lo mismo. Así fue como surgió el personaje de Claire.
Todas esas experiencias, unidas a algunos libros que estaba leyendo sobre corporaciones internacionales y sus acciones y las desmesuradas ansias de poder del ser humano fueron el germen de este guion que, con todos esos datos, fluyó solo".
El productor Steve Richards se enamoró de la idea, era la historia que llevaba tiempo buscando. "Siempre he querido hacer una película de acción en la selva. Tras el corazón verde fue en gran medida una inspiración para esta película". Richards añade "No bastaba con el humor y la tensión sexual de Tras el corazón verde, quería crear un ambiente que incorporara los increíbles paisajes de Colombia en una película de acción. Paldonia se convirtió en el sitio perfecto para recrear la acción".
FREELANCE se basa en la combinación de muchos elementos. El director Pierre Morel aceptó el proyecto sin dudarlo ni un segundo. "El verdadero reto era equilibrar la tensión sexual entre los personajes, porque la atracción, la acción intensa y la comedia ya estaban ahí", dice Morel. "Estos tres elementos deben estar perfectamente equilibrados y en armonía, lo cual, con la gran química que hay entre John Cena, Alison Brie y Juan Pablo Raba funciona perfectamente. Aquí todo mantiene al público, e incluso a los propios actores, en una trepidante montaña rusa de emociones, que creo que es lo más divertido de este tipo de películas."
Tanto el equipo de producción como Morel se mostraron muy satisfechos con la forma en que se completó el reparto. Morel comenta: "Tuvimos mucha suerte al conseguir a John [Cena] en ese momento de su carrera, porque cuando empezamos la película vimos el potencial que tenía, pero eso fue antes del éxito de El Pacificador. John tiene capacidad para hacer cosas súper cómicas y obviamente está más que capacitado para hacer cine de acción (basta con ver su físico), pero lo interesante de este proyecto es que aquí interpreta a un personaje frágil, un hombre corriente que se ve obligado a regresar a un mundo que pretendía olvidar. Y de Alison lo que es genial es su versatilidad, puede hacer de todo. Es básicamente, una navaja suiza para los directores", dice Morell. "Puede hacer indistintamente tanto una comedia loca, como un papel extremadamente dramático. Es sencillamente fantástica. No quiere acomodarse en un único género".
Morel también estaba encantado de volver a trabajar con Juan Pablo Raba. "Me encanta Juan Pablo. Nos conocimos en Matar o morir. Peppermint y fue entonces cuando me percaté de que era perfecto no solo para interpretar a un villano malvado y oscuro. Hacer que interprete al dictador, alguien que a priori pensamos que es un villano pero que resulta ser un personaje completamente excéntrico y divertido, y que termina siendo el tipo bueno, resulta francamente muy divertido. Claramente aquí su personaje es el componente cómico de la película.
Morel y el equipo de rodaje también se enorgullecen de haber diseñado y llevado a cabo la producción con efectos prácticos y acrobacias, frente a la dependencia de los efectos visuales de otras producciones de este tipo. "Lo que también me parece divertido, y que cada vez vemos menos en las películas, es que los actores hagan todo lo que puedan por sí mismos. No tenemos criaturas locas creadas con CGI. John, Alison y Juan Pablo se involucraron personalmente en sus escenas de acción y creo que eso se nota. Al final, es lo que más le gusta al público".