MENSAJE DEL DIRECTOR (Adrian Grünberg)
Estoy muy orgulloso de TIBURÓN NEGRO. Todas las generaciones tienen su monstruo cinematográfico y, de hecho, algunas incluso tienen varios. Las grandes películas de este género nos dan sustos, nos hacen gritar e incluso hasta llorar, pero esas criaturas suelen representar algo más grande que el mero entretenimiento, algo mucho más grande que los realizadores y el público.
TIBURÓN NEGRO es la historia de una familia en la que todos reman en la misma dirección para sobrevivir a una amenaza existencial. Pero la película esconde mucho más. En realidad, TIBURÓN NEGRO habla de cómo hemos maltratado el planeta y de cómo nuestros actos nos han llevado a encontrarnos en esta situación. Somos los responsables. Nos lo hemos buscado. El monstruo no es un depredador cruel y despiadado, sino la encarnación física de la venganza. El tiburón negro es un emisario que actúa en nombre de Tláloc (el dios azteca de la lluvia y la fertilidad) para recuperar un océano arrasado por la avaricia y el deseo humano. Esta película intenta descifrar los límites del bien y el mal. ¿Quiénes son los verdaderos monstruos de nuestra época?
Espero que disfrutéis de la película y que os haga reflexionar sobre la historia cuando salgáis de la sala. Gracias.
LA PRODUCCIÓN
TIBURÓN NEGRO se rodó en Juan Dolio (República Dominicana), en el tanque de agua de Pinewood Studios (República Dominicana). Durante los tres meses que trabajamos allí, construimos una plataforma petrolífera a escala para filmar las secuencias acuáticas con un equipo compuesto por algunos de los mejores buceadores y especialistas del mundo. En la superficie trabajamos las escenas de máxima acción y coreografiamos secuencias con el increíble reparto del filme. Construimos los interiores en los platós de Pinewood, incluido el Dog House, donde tienen lugar algunas de las conversaciones más íntimas entre los personajes principales. También utilizamos los platós para diseñar la réplica de la campana de buceo, una de las localizaciones más importantes de esta película tan cargada de acción. Gracias a la pantalla azul, los LiDAR y los escaneos de los objetos y los actores, pudimos exprimir al máximo toda la tecnología que se nos ofrecía en estas instalaciones tan avanzadas.
Para conseguir la estética tan singular de TIBURÓN NEGRO hemos rodado con cámaras Arri y lentes antiguas. De esta forma hemos logrado transmitir el calor asfixiante, la suciedad y la textura de la plataforma sin afectar la calidad de las imágenes que consiguen captar las Arri.
EFECTOS VISUALES
El equipo de TIBURÓN NEGRO ha colaborado con la empresa de efectos especiales PFX. Con sede en Praga (República Checa) y oficinas en Serbia, PFX nos ayudó a crear las revueltas aguas de Bahía Azul. Hemos rodado más de 1.000 escenas de efectos, además de añadirle tres plantas más a la plataforma que habíamos construido. PFX nos ha permitido ampliar nuestro mundo más allá de los elementos físicos con los que contábamos.
Pero el mayor reto, y la parte más emocionante del trabajo, ha sido dar vida al propio tiburón. El diseño se trabajó mano a mano con el director Adrian Grünberg a lo largo de varios meses. Cada una de las cicatrices que marcan la piel de este monstruo dan muestra de su longevidad y de la amenaza que supone para la familia. El resultado final es uno de nuestros mayores logros.
EL DIRECTOR
El director y guionista Adrian Grünberg ha trabajado en más de 25 largometrajes y series tanto alrededor del mundo como en México, su país de adopción. Se formó en la Escuela de Artes Visuales de Nueva York antes de mudarse a Ciudad de México, donde fue haciendo carrera. Dio sus primeros pasos en el sector como ayudante de dirección con realizadores de la talla de John Sayles en HOMBRES ARMADOS, Julie Taymor en FRIDA, Peter Weir en MASTER AND COMMANDER: AL OTRO LADO DEL MUNDO, Tony Scott en EL FUEGO DE LA VENGANZA, Mel Gibson en APOCALYPTO, Jim Jarmusch en LOS LÍMITES DEL CONTROL y Oliver Stone en WALL STREET: EL DINERO NUNCA DUERME. En televisión ha trabajado en "Narcos", "Narcos: México" y en "Sense8", de las hermanas Wachowski. Pero fue Mel Gibson, con quien tenía una buenísima relación creativa, quien le ayudó a dar el salto como director. Escribió el guion de VACACIONES EN EL INFIERNO con Gibson y su colaborador habitual Stacy Perskie y dirigió la película que protagonizó Gibson. Desde entonces, ha dirigido las series de Netflix "Narcos", "Narcos: México", "Luis Miguel" y "Aquí en la tierra", de Gael García Bernal, que optó a mejor serie en el Festival de Cine de Cannes de 2018. También dirigió la última entrega de la saga Rambo, RAMBO: LAST BLOOD (2019) protagonizada por Sylvester Stallone. En 2021 dirigió el thriller TIBURÓN NEGRO sobre un tiburón asesino que acecha la costa de Baja California, protagonizada por Josh Lucas y producida por Mucho Mas Media y Silk Mass. Llegará a los cines de Estados Unidos en primavera de 2023.
INTRODUCCIÓN
TIBURÓN NEGRO es una apasionante aventura que emocionará al público y transmite un mensaje potente. El protagonista de la historia es Paul Sturges, un hombre que trabaja en el sector petrolífero. De vacaciones con su familia en Bahía Azul, se quedan atrapados en una plataforma petrolífera en medio del océano. Por si eso fuera poco, se enfrentan también a una amenaza inesperada: un enorme megalodón conocido como TIBURÓN NEGRO. La película va más allá de ser un filme de acción y suspense. Pone el foco sobre temas claves que son de gran relevancia en la actualidad, como nuestra relación con la naturaleza y el impacto de la actividad humana en el medioambiente. El hecho de que el protagonista esté tan relacionado con el sector petrolífero plantea preguntas importantes sobre los peligros potenciales de la perforación en altamar y su efecto sobre los entornos marinos.
Además, nuestro filme subraya la importancia de respetar la naturaleza y la necesidad de colaborar con ella, en lugar de enfrentarse al mundo natural. El megalodón viene a recordarnos que el ser humano debe cuidar cómo interactúa con el medioambiente. Es una película apasionante que dará que pensar al público sobre su relación con el mundo natural. Siente el poder de la naturaleza como nunca habías imaginado con TIBURÓN NEGRO.
EL FOLCLORE COMO FUENTE DE INSPIRACIÓN
La trama de TIBURÓN NEGRO se centra en la amenaza del megalodón. El Demonio Negro es una figura legendaria que forma parte del folclore de América Latina. Este demonio toma la forma de un megalodón, un espeluznante tiburón de gran tamaño que vivió hace millones de años, aunque algunas leyendas sostienen que aún hoy acecha los océanos.
La leyenda del demonio negro sigue representando el misterio y el terror en el folclore latinoamericano. Su oscura presencia fascina y asusta a la población y ha servido de fuente de inspiración para crear la historia del TIBURÓN NEGRO.
TLÁLOC Y EL TIBURÓN NEGRO
Tláloc es una deidad azteca que representa al dios de la lluvia, las tormentas y la agricultura. A él se le rezaba para pedir las precipitaciones necesarias para que los cultivos dieran frutos y las poblaciones pudieran sobrevivir.
Tláloc era uno de los dioses más importantes de la mitología azteca y se le veneraba en toda la región de Mesoamérica. Suele estar relacionado con la época de lluvias y se creía que controlaba los ciclos de sequía y precipitación.
Además de influir en la lluvia y la agricultura, Tláloc también estaba relacionado con la muerte y el inframundo. Se creía que podía causar la muerte y la vida, y que tenía el poder de controlar el destino de los seres humanos. En TIBURÓN NEGRO, Tláloc defiende los recursos naturales del planeta con toda su fuerza.
EL PUEBLO LATINO Y EL CAMBIO CLIMÁTICO
En Estados Unidos, gran parte de la población latina vive en zonas vulnerables y expuestas a los efectos del cambio climático, como regiones costeras y llanuras propensas a las inundaciones y las tormentas.
Por otra parte, la comunidad latina siente un fuerte vínculo con el mundo natural. A menudo, la población latina es más consciente del efecto que el cambio climático puede tener en sus comunidades puesto que procede de países y regiones afectados por el cambio climático, donde han sufrido desastres naturales como huracanes y sequías.
La comunidad latina se está movilizando para dar a conocer el cambio climático y la justicia medioambiental. Las organizaciones y los activistas se esfuerzan por concienciar a la sociedad sobre el cambio climático y su efecto en sus comunidades. Asimismo, apuestan por la introducción de políticas y prácticas que promuevan la sostenibilidad y la justicia medioambiental. TIBURÓN NEGRO quiere sumar su voz a estos movimientos y animar al público a reflexionar sobre las medidas que pueden tomar para paliar los efectos del cambio climático.
PAUL Y EL MEGALODÓN
Durante toda la película, Paul y su familia intentan sobrevivir a los ataques del megalodón, un tiburón prehistórico que representa el sobrecogedor poder de la naturaleza. Paul no consigue zafarse del tiburón y su muerte pone de relieve la vulnerabilidad del ser humano ante la fuerza de la naturaleza. La muerte de Paul es un sacrificio para el dios azteca Tláloc, a quien ha desafiado, y subraya la importancia de respetar a la naturaleza y comprender nuestra relación con ella. TIBURÓN NEGRO nos muestra que el ser humano ha de ser consciente de su lugar en el mundo y nos recuerda que debemos colaborar con la naturaleza para sobrevivir. El megalodón es una amenaza constante y los seres humanos deben ser cautos y responsables al interactuar con el medio natural. Y si no, tendrán que enfrentarse a las consecuencias.