Tras una noche de fiesta, David (David Menéndez) se precipita borracho desde una terraza ante la impotente mirada de su amigo Juan (Brays Efe). El cuerpo de David impacta contra el capó de un coche desintegrándose en mil pedazos, pero como nadie parece escandalizarse, Juan se propone descubrir qué ha pasado. Y así, se ve inmerso en un laberinto de amores fugaces, amistades irrompibles y pianos que caen del cielo.