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  Golpe de suerte  (Coup de chance)
  Dirigida por Woody Allen
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SOBRE EL RODAJE
Aunque la filmografía de Woody Allen está indiscutiblemente asociada con la ciudad de Nueva York, París siempre ha ocupado un lugar muy especial en el corazón del realizador. Después de filmar -en parte- TODOS DICEN I LOVE YOU en París en 1996 y de convertir a la capital francesa en un personaje por derecho propio en MIDNIGHT IN PARIS en 2010, esta vez regresa a la Ciudad de la Luz para rodar una película íntegramente en francés. En un principio pensó hacer GOLPE DE SUERTE en inglés y que los protagonistas fueran norteamericanos que vivían en París. "La verdad es que no hablo francés y lo entiendo aún menos, pero cuando terminé el guion, pensé que sería una gran experiencia hacerlo en francés", dice Allen. "Siempre he estado profundamente enamorado del cine europeo y del cine francés y cuando propuse a mis productores hacer la película en francés, respondieron con gran entusiasmo".

Así es como conocemos a Jean (Melvil Poupaud) y Fanny (Lou de Laâge) que residen en París, una pareja glamurosa y rica que vive en un espléndido edificio haussmanniano en el distrito XVI de la ciudad. Jean es un hombre de negocios carismático y de gran éxito, aunque algunos de sus amigos insinúan, en broma o por celos, que ha sabido aprovechar el repentino fallecimiento de su socio. Porque Jean no solo es un personaje encantador. Lo más importante de su personalidad es que le gusta sentir que tiene el control y disfruta siendo el creador de su propia suerte. "Muchos empresarios de éxito creen que son los artífices de su propia suerte y que no están a merced del azar", prosigue el director. "Está claro que la suerte no lo es todo, pero Jean es un tipo tan controlador que, como descubrimos desde el principio, es posible que haya rozado la ilegalidad para deshacerse de su socio".

Después de un matrimonio doloroso y de romper con su primer marido, Fanny, desconcertada por su fracaso matrimonial, se sintió atraída por Jean porque parece un hombre estable y leal. "Este hombre rico y atractivo llegó en el momento adecuado de su vida, justo cuando se sentía confusa y necesitaba que la consolaran", dice Allen. "Dejó que él se hiciera cargo de su vida de una manera generosa y reconfortante para ella. A ella le gustó, pero si hubiera conocido a Jean en circunstancias menos estresantes, puede que no se hubiera casado con él".

Poco a poco, Fanny se da cuenta de que no se siente a gusto con la gente superficial que frecuenta su marido y le resulta aburrido pasar los fines de semana en su casa de campo, cazando y jugando al golf. "Es una joven brillante y culta que siempre ha tenido veleidades artísticas. De hecho, se veía casada con un músico, un pintor o un escritor", añade el director. "En realidad, se casó con uno de ellos y resultó ser artísticamente estimulante y, si su primer marido no hubiera sido un drogadicto, ella no habría abandonado el mundo del arte".

Cuando se cruza casualmente en la calle con Alain (Niels Schneider), un antiguo compañero de clase reconvertido en escritor, Fanny queda prendada de él. No sólo reaviva la atracción que él siente por ella, sino que Fanny comprende que no está viviendo la vida que realmente quería y que se ha convertido para Jean en una especie de esposa trofeo de la que está orgulloso de presumir ante su círculo de amigos. "Alain tiene muy poco dinero, así que vive en una especie de buhardilla barata, pero su estilo de vida encaja con el espíritu bohemio de Fanny", dice Allen. A diferencia de Jean, Alain es un personaje que apuesta por el azar y la suerte, un tema recurrente en la obra del director, como vimos en MATCH POINT. "A Alain no le asusta la influencia del azar y la suerte en la vida, la ha estudiado y la ha vivido, a diferencia de Jean, que tiene una personalidad mucho más controladora y rígida", añade el director. "Creo que la suerte y el azar juegan un papel mucho más importante de lo que la gente está dispuesta a reconocer: les gusta pensar que si trabajan duro, si se aplican y son disciplinados, podrán controlar sus vidas. Pero eso solo es una verdad a medias, a pesar de que es una idea que puede resultar desconcertante".

Jean no sólo ha encandilado a Fanny, sino que se ha ganado literalmente a su madre (Valérie Lemercier), que tiene mucho en común con él y se siente aliviada de que la vida de su hija esté a salvo con un hombre estable y rico. "A ella le gusta mucho Jean", reconoce el director. "Los dos son muy amantes de la naturaleza: les gusta pescar, cazar y hacer senderismo, y ella está feliz de que su hija se haya casado con un hombre estable. De hecho, Jean y la madre de Fanny son dos personas muy parecidas". Sin embargo, su instinto de madre despierta cuando oye un comentario y siente que su hija puede estar en peligro. Es entonces cuando empieza a sospechar de Jean. "Se entera de cosas sobre su yerno y, a diferencia de Fanny, hace caso de los cotilleos", dice Allen. "Al principio, sólo tiene una vaga sensación de sospecha, pero cada vez se muestra más preocupada y decide investigar porque cree que algo no va bien".

Aunque el director domina a la perfección la trama romántica y los temas de la película, trabajar con actores en un idioma distinto del inglés fue una experiencia radicalmente nueva para él. "Sólo hablo inglés, así que nunca creí que tendría la oportunidad de trabajar en otro idioma. Pero descubrí que era algo positivo porque sabes si una persona está actuando de forma creíble o no", dice Allen. "Y yo escribí el guion, así que sé lo que dicen en cada escena. Por lo tanto, si me parece que alguien ha cometido un error, puedo preguntar al supervisor del guion y a los cámaras que sí hablan ese idioma". Allen reconoce que no conocía a ninguno de los actores que participan en GOLPE DE SUERTE, pero que todos los miembros del reparto que escogió basándose en las cintas de vídeo eran actores de primera que además encajaban a la perfección con los papeles. Se los presentaron brevemente antes del rodaje y, como con todos sus colaboradores, les dio una enorme libertad creativa. "Quería que pudieran expresarse con sus propias palabras y hablar como ciudadanos franceses normales", añade el director. No tenían que ajustarse a mi guion de forma rígida, podían relajarse, improvisar y hablar como lo harían en circunstancias similares". Cuando concedes tanta libertad a los actores, siempre te dan a cambio buenas interpretaciones".

La fotografía y los diferentes colores, desde los tonos cálidos y dorados hasta los más fríos, realzan la belleza de la ciudad y expresan el viaje emocional que van a recorrer los personajes.

GOLPE DE SUERTE es la quinta colaboración de Allen con el director de fotografía Vittorio Storaro, después de CAFÉ SOCIETY, WONDER WHEEL, DÍA DE LLUVIA EN NUEVA YORK y RIFKIN'S FESTIVAL. "Rodearse de colaboradores de primera fila es la mejor garantía a la hora de hacer una buena película", prosigue Allen. "Hay que elegirlos bien y no dar la impresión de que estás por encima de ellos sino dejar que se expresen artísticamente. Con Vittorio siempre trabajamos de la misma manera. Él lee el guion, hablamos de cómo debe ser la película y, como ocurre con todos mis colaboradores, le doy mucha libertad. Es un gran artista y todo lo hace con gran naturalidad así que el resultado siempre es espléndido". Storaro optó por una cámara digital Sony Venice de 16 bits que ofrece una resolución y una calidad de imagen inigualables. "No echo nada de menos el celuloide", afirma el director de fotografía que filmó casi todas las películas de Bernardo Bertolucci y APOCALYPSE NOW, de Francis Ford Coppola. Con esta cámara se pueden captar hasta 200.000 millones de tonos diferentes". En el caso de GOLPE DE SUERTE, rodamos en París, que es ante todo una ciudad del Norte, y además lo hicimos en otoño, lo que significaba que estaba casi siempre nublado y que toda la ciudad utilizaba luces artificiales. Así que durante casi todo el rodaje, utilicé el contraste entre la luz artificial y la natural en función de momentos concretos".

Tal y como hace habitualmente, Storaro buscó enfatizar visualmente la oposición entre los dos protagonistas. "Busqué tonalidades cálidas para Fanny, utilizando la preciosa luz del mediodía o la cálida luz del atardecer, ya que son los momentos en los que se ve con Alain", explica el director de fotografía. "Para realzar la sensación de libertad de Fanny, la filmé principalmente con una Steadicam y utilicé un objetivo más largo. Con Jean fue todo lo contrario, ya que el personaje se asocia con la luz de la luna, así que filmé con un gran angular, mostrando que prácticamente se mueve solo en línea recta". Asimismo, quiso conferir al precioso piso parisino -el territorio por excelencia de Jean- un tono azulado que se va intensificando a medida que aumenta la tensión. "De hecho, las paredes del apartamento eran blancas", añade Storaro. "Pero me di cuenta de que si dejaba que la luz natural se filtrara por las ventanas y si ponía la cámara en 'modo artificial', las paredes salían azuladas". A Woody le convenció la idea, aunque quería un azul muy claro al principio y más oscuro después. Le enseñé que no tenía de qué preocuparse, ya que se podía aumentar la tonalidad azulada según avanzaba la película".

Al igual que la fotografía de Storaro, los lugares y los barrios de París por los que se mueven los personajes ofrecen una visión idealizada de la ciudad, la de Woody Allen. Una vez más, el director dio mucha libertad de acción a la diseñadora de producción Véronique Mélery, que nunca había trabajado con él y no le dio referencias concretas. "Hablamos sobre todo de los personajes y de su psicología, pero enseguida me di cuenta de que deseaba mostrar el París que él ama y filmar la ciudad en todo su esplendor", cuenta Mélery. Los jardines de Luxemburgo, las grandes avenidas de belleza clásica del distrito XVI, el barrio de Montmartre que ya aparecía en MIDNIGHT IN PARIS, todo ello relacionado con los recuerdos personales del director. La casa de campo resultó ser un poco más difícil. "Visitamos la casa el primer día del proceso de búsqueda de localizaciones", prosigue Mélery. "El lugar tenía un encanto y un alma evidentes, y el entorno era perfecto. Pero Woody quería encontrar un lugar que estuviera más cerca de París. Así que volvimos a buscar, pero nunca encontramos la casa ideal y, tras semanas de búsqueda, volvimos a nuestra elección inicial".

En lo que respecta a los interiores, Mélery volvió a ver MATCH POINT y MISTERIOSO ASESINATO EN MANHATTAN, que comparten trama criminal con GOLPE DE SUERTE, para impregnarse de la atmósfera de ambas películas. Sin embargo, reconoce que al principio sus referencias culturales chocaban un poco con las de Allen. "Su visión de interiores suntuosos, que era muy americana, no se correspondía con mi propia visión, como francesa, de una joven pareja parisina que se desenvuelve entre la alta sociedad", afirma. "Woody aceptó mi interpretación y confió plenamente en mí". Para el piso de Jean y Fanny, espejo de la impecable y atractiva fachada de la pareja, Mélery y su equipo buscaron mobiliario en el famoso Rastro de Clignancourt, en anticuarios de París y en marchantes extranjeros que ofrecían piezas originales en sintonía con la cultura cosmopolita de los personajes. Las numerosas obras de arte que se pueden ver en el piso las creó el equipo -que se inspiró en piezas clásicas- o fueron préstamos de coleccionistas privados. Los restaurantes que desempeñan un papel importante en la película se eligieron porque el director los conocía y le gustaban. "Algunos eran los típicos bistrots parisinos y otros eran sitios de moda que ofrecían una vista panorámica de la ciudad", dice Mélery. Otras localizaciones se encontraron por casualidad, en un guiño al tema principal de la película. "Había visitado el Museo Guimet por las galerías de exposiciones y las terrazas de la azotea, y nos pasamos por las oficinas para no tener que arrepentirnos en el futuro", añade. "Cuando vi las cajas de los archivos, el despacho del detective me pareció una elección obvia: ¡podías imaginarte una empresa familiar con expedientes de investigaciones ordenados en todas esas cajas que llevaban allí generaciones! Woody tenía en mente un despacho más discreto, pero le gustó la belleza natural del lugar. La oficina de Jean se encontraba en el mismo edificio, que también elegimos porque nos gustó. Le pedí a un artista que pintara los fondos en los que Jean está inmerso en un bosque, ¡otro de los grandes 'personajes' de la película!".

Al igual que las localizaciones y el diseño de producción, el vestuario ayuda, a su manera, a contar la historia y a acentuar los momentos de tensión y emoción. Como colaboradora de Woody Allen en seis ocasiones, la diseñadora de vestuario Sonia Grande se comunica profesionalmente con el director casi sin palabras y sabe instintivamente lo que le gusta. "Hay ciertos colores que no le gustan y el vestuario debe tener un aspecto ligero y estilizado", dice Grande. "No le gustan las capas excesivas de ropa sobre el cuerpo de los actores. No quiere que lleven prendas que cubran o abriguen demasiado". En cuanto al director, hay que señalar que confía plenamente en Grande. "He trabajado en varias películas con Sonia y dejo que dé rienda suelta a su talento artístico", señala el director. "Si un actor o una actriz viene con algo que me parece mal, se lo digo a Sonia, pero eso ocurre muy pocas veces. Si dejas que una colaboradora como ella haga lo que quiera porque entiende muy bien el guion, puedes estar seguro de que nueve de cada diez veces acertará de manera instintiva". En el caso de Jean y Fanny, se trataba de mostrar el estatus social y el buen gusto de la pareja a través de sus trajes, zapatos y joyas. En cuanto a Fanny, al principio luce un look sofisticado y elegante que se vuelve más sencillo y desenfadado a medida que se acerca a Alain. "Su look es más relajado, como si volviera a ser la chica que era antes de casarse con Jean", explica Grande. Por el contrario, Jean es muy consciente de su imagen y quiere que su estilo transmita poder. "Trabajamos con marcas de primera fila como Hermès, Zegna y Ralph Lauren para reflejar el estilo del personaje", añade Grande. Para Alain, la diseñadora de vestuario quiso evitar disfrazarlo de bohemio y optó por un look auténtico. La colaboración con Niels Schneider resultó clave. "Quería mostrar que se trata de un joven que ha viajado bastante y que es muy culto a pesar de estar sin blanca", dice Grande. "Necesitaba que el estilo del personaje emanara muy directamente de la personalidad del actor. Compramos la mayor parte de la ropa en tiendas de segunda mano y Niels se la apropió enseguida. Su encanto natural hizo el resto".

Woody Allen había vivido una experiencia maravillosa rodando una película en París en francés y estaba encantado de volver a hacerlo. Aunque mantuvo los mismos métodos que utiliza cuando rueda en Estados Unidos y trabajó con muchos de sus colaboradores habituales, en esta ocasión hizo una excepción con la banda sonora. "Normalmente en todas mis películas hay música de jazz mucho más antigua, que es la música que me gusta", concluye el director. "Pero como estaba haciendo una película francesa, quise rendir homenaje al cine francés de los años 50 y 60, como ASCENSOR PARA EL CADALSO de Louis Malle, que descubrí cuando empecé a conocer el cine francés. Los realizadores franceses de la época recurrían a Miles Davis y al Modern Jazz Quartet y a una especie de jazz moderno en general. Así que ese fue el estilo que utilicé en GOLPE DE SUERTE y funcionó muy bien".


EL ELENCO

LOU DE LAÂGE - Fanny

WOODY ALLEN
"Crecí viendo películas de Woody Allen. Es un director que siempre ha formado parte de mi mundo interior desde que era adolescente. Si te fijas en su filmografía, ves su evolución como director, como actor y como ser humano".

"Nunca hubiera imaginado que me ofrecerían la posibilidad de actuar en una película de Woody Allen. Formar parte de su trayectoria como artista en este momento tan particular, ha sido una experiencia increíble. Cuando recibí el guion, venía con una nota en la que Woody me decía que me ofrecía el papel, pero que, si no me gustaba, podía rechazarlo sin problemas. Ese tipo de elegancia no es muy habitual".

EL GUION
"Sabía que Woody Allen era un director que ofrecía papeles importantes a las actrices. Y ha cumplido con todas mis expectativas. Fue una suerte inmensa recibir un guion que era a la vez profundo y alegre, pero con un toque de desilusión".

"Y lo más importante es que estaba maravillosamente bien escrito. Lo leí de un tirón, como se lee una novela. Muy a menudo, los guiones están cargados con escenas innecesarias y partes muy largas, pero en este caso se notaba que el guionista tenía mucha experiencia. Estaba muy bien escrito. No me dio la impresión de que tuviera que inventar una historia de fondo porque quedaba claro que esta joven tenía tendencia a implicarse en todo lo que se cruzaba en su camino".

EL PERSONAJE
"Fanny es una joven que se sentía vulnerable e insegura y que, en un momento concreto de su vida, necesitó apoyarse en alguien y por eso recurrió a Jean. Creo que ella se enamoró de verdad de él, con todo lo que él representaba, aunque tal vez se negara a reconocerlo. Pero no creo que se casara con Jean por ambición ya que no estaba dispuesta a renunciar a sus propios sueños.

Además, Jean logró ocultar algunos aspectos de su personalidad. Se necesita tiempo para darse cuenta de con quién es la persona que tienes enfrente. De eso también trata la película: nunca conoces del todo a la persona con la que vives".

"Cuando su madre empieza a sospechar de Jean, Fanny no puede ni imaginar que el hombre con el que vive y se acuesta todas las noches sea capaz de hacer esas cosas. Se siente muy culpable. De hecho, se culpa tanto a sí misma de todo lo que ha provocado que no es capaz de cuestionar lo que hace su marido".

UN ENCUENTRO QUE CAMBIA SUS VIDAS
"Cuando se encuentra con Alain, se siente abrumada por sus deseos. Así que se debate entre la razón y sus deseos más profundos, como cuando mantienes una conversación contigo mismo en la que intentas descubrir quién eres, salvo que Fanny es alguien que tiene dificultades para aclararse".

"Gracias a Alain, Fanny despierta y se da cuenta de que está viviendo una vida con la que no se siente a gusto: está en una jaula dorada, aunque, objetivamente, no tenga motivos para quejarse. Su reencuentro con Alain le abre los ojos y deja de mentirse a sí misma. Se reencuentra con una versión de sí misma de la que se había distanciado. Alain es alguien que tiene dudas, que se cuestiona a sí mismo, que ama la poesía, al que le gusta filosofar, mientras que Jean es una persona muy racional: cuando toma una decisión, no mira atrás. Fanny está a medio camino entre ambas personalidades: entre un hombre que cree en la suerte y otro que cree que puede crear su propia suerte".

LA RELACIÓN MADRE-HIJA
"Fanny y su madre se quieren y se respetan profundamente, pero son dos personalidades diferentes que no comparten los mismos sueños. Su madre siempre ha soñado con pertenecer a la alta sociedad y tener dinero, mientras que Fanny se da cuenta de que esto tiene muchas limitaciones. Tienen una relación muy bonita, a pesar de los escollos y errores que entrañan el amor y las relaciones familiares".

UN RODAJE AGRADABLE Y ALEGRE
"Desde el principio, Woody Allen me dijo que confiaba en mí y que, si me apetecía cambiar los diálogos o el vestuario, podía hacerlo con total libertad. A veces, los rodajes te llevan a lugares oscuros, pero no es el caso de esta película. No acabé agotada, cosa que ocurre muy pocas veces".

"Fue un rodaje muy agradable, sin luchas de poder, y las relaciones fueron naturales. Ya había trabajado con Niels [Schneider], así que sabía que todo iría bien y me llevé muy bien con Melvil [Poupaud] y Valérie [Lemercier], a los que no conocía de nada. Woody Allen o Vittorio Storaro ya no tienen nada que demostrar y hacen las películas que quieren hacer, con una soltura que crea un ambiente muy sano en el plató. Y eso se refleja en nuestras relaciones como actores".

VALÉRIE LEMERCIER - Camille

LA CREACIÓN DEL PERSONAJE
"Para empezar, como Camille vive en Nueva York, a la diseñadora de vestuario Sonia Grande y a mí se nos ocurrió un personaje muy sofisticado, como el de Diane Keaton, así que la vestimos con mucho estilo. Pero cuando Woody Allen vio las fotos de las pruebas, pensó que parecía demasiado intelectual, demasiado a la moda. Pensó que tenía que ser una mujer corriente, porque le parecía más divertido ver cómo le ocurrían cosas extraordinarias a alguien corriente. Así que llamé a mi agente para decirle que quizá Woody se había equivocado de persona y que no pasaba nada si cambiaba de opinión; incluso le di nombres de otras actrices que conocía. Pero una noche que no podía dormir, me puse a pensar que antes de que eligieran a otra actriz, tal vez podría cambiar de gafas... Entendí lo que quería Woody: optamos por unas gafas Windsor, que parecían menos modernas, y simplificamos todos los trajes. Y me di cuenta de que tenía razón".

UNA MUJER NORMAL
"Cuando nos conocimos, Woody me dijo que Camille era una madre intuitiva, pero no especialmente lista ni demasiado desconfiada. Eran palabras muy sencillas, pero decían mucho sobre el personaje y, de hecho, eran clave. Después me di cuenta de lo importante que era para ella ser normal, para que el público no esperara que se pusiera a investigar".

"Me pareció importante que estuviera casada. No había criado sola a su hija. Se supone que su marido se ha quedado en Nueva York. Hay una amiga mía cuya madre se parece un poco a Camille y me sirvió de inspiración para el personaje, que en realidad no tiene nada que ver con mi propia madre. Me imaginé su vida en Nueva York, sus vacaciones, sus lecturas y su dinámica con su única hija por la que siente pasión. Está claro que no le gustaba mucho el primer marido de Fanny, pero adora a Jean. Ahora que lo pienso, es una persona bastante sincera".

LA PRESENTACIÓN DEL PERSONAJE
La primera vez que el espectador conoce a un personaje es un momento clave. Incluso cuando interpreto a un personaje en el teatro, el público necesita saber con sólo un par de líneas ante quién está. Cuando dirijo una película, siempre le recuerdo a mi reparto que su primera irrupción en la película es crucial. En ese sentido, Woody tenía razón al no querer que pareciera una mujer demasiado moderna e inteligente. Tenía que parecer alguien corriente, pero con quien todo el mundo se sintiera a gusto. Aunque yo me sintiera como Colombo con mi vieja gabardina color beige". (risas)

WOODY ALLEN
"Soy un gran fan de Woody. De todas sus películas, DELITOS Y FALTAS es mi favorita y me encanta la frase '¡Un hombre extraño defecó encima de mi hermana'! Volví a ver algunas de sus primeras películas, como TOMA EL DINERO Y CORRE y la escena de BANANAS en la que un Woody crucificado queda atrapado entre dos coches me sigue haciendo reír. Vi MATCH POINT varias veces y creo que Woody retrata maravillosamente a las mujeres, especialmente a las de clase media alta. MISTERIOSO ASESINATO EN MANHATTAN es una gozada y me sigue haciendo muchísima gracia. Además, también me encanta Woody Allen como actor".

"Disfruté mucho leyendo sus memorias. Están repletas de detalles divertidos como, por ejemplo, el hecho de que Woody vendiera chistes por 50 dólares a clientes que querían parecer ingeniosos cuando los invitaban a cenar. Aunque puedo entender que alquiles un traje, comprarle un chiste a alguien me parece una locura".

"Lo que me parece fascinante de él es que sigue dedicando su vida a su arte, a su trabajo. Es un hombre de costumbres -un rasgo con el que sin duda me identifico- y por encima de todo, lo más importante para él es seguir escribiendo películas y montándolas".

EN EL PLATÓ
"Al principio, todos estábamos un poco intimidados, pero Woody era muy afectuoso y, a diferencia de lo que nos había dicho cuando nos conocimos, hablaba mucho entre toma y toma y siempre decía las palabras adecuadas. Asimismo, soy consciente de que tiene fama de hacer pocas tomas, pero para la toma definitiva, en el bosque, ¡creo que hicimos 17 tomas! Lo más importante es que fue muy estimulante verle dirigir, sobre todo en las escenas de grupo. Probaba una toma con un actor de pie y luego con otro sentado y luego con los dos sentados, etc. Todo tenía que resultar muy vivo, alegre, dinámico, nada rebuscado, incluso si eso significaba decir las mal los diálogos".

"Dejó que nos apoderáramos de los diálogos y reescribí algunas de mis frases, que no sonaban muy francesas. Pasé mucho tiempo, por ejemplo, reescribiendo la escena del café con Lou, en la que tenía muchas frases porque, si no, me hubiera resultado imposible aprendérmelas".

"Las dos hijas de Woody, que hablan perfectamente francés, estaban en el plató: una trabajaba con el jefe de producción de la unidad y la más joven en el departamento de vestuario. Fue muy emocionante verle rodeado de su hermana, sus hijas, su sobrina y el marido de su sobrina y por supuesto Soon-yi. Era un ambiente muy familiar".

COMPAÑEROS DE REPARTO DE LEMERCIER
"Ha sido muy agradable trabajar con Lou y Melvil. La química con Lou fue inmediata, aunque yo no sea madre. No estoy acostumbrada a esa dinámica en mi propia familia, pero son relaciones que siempre he querido tener. Me fascina ver la conexión que hay entre una madre y su hija en un restaurante: es estupendo tener una madre positiva, de buen corazón, que se preocupa por tu felicidad. En el caso de Lou, enseguida establecimos una relación de camaradería y una gran afinidad".


MELVIL POUPAUD - Jean

UN GUION POTENTE
"El guion estaba perfectamente equilibrado entre tragedia y comedia, y todo ello llevaba a un clímax típico del genio de Woody Allen. En esta película, cada fotograma, cada decisión creativa -ya tenga que ver con el montaje o con la música- mantiene un equilibrio constante entre el patetismo y el humor, entre la sensación de amenaza y de despreocupación, de modo que te ríes y te emocionas a la vez gracias a esta asombrosa ambivalencia". El elemento de vodevil-farsa enlaza con una tradición del drama cinematográfico francés, pero estaba impregnado de una dimensión más oscura y ambigua a través de mi personaje, tan monstruoso como encantador".

"Me sorprendió el final, que expresa la visión de la existencia de Woody Allen: la vida es como jugar a los dados y todos estamos a merced del destino. La estructura del guion, implacable a pesar de su apariencia de fábula, me ha recordado a Éric Rohmer.

EL PERSONAJE
"Este hombre se cree todopoderoso, al estilo de los pervertidos narcisistas. Está muy enamorado de su mujer, es amable y cariñoso, y aunque no entra en la categoría de pervertido narcisista destructivo, no soporta ver cómo su plan no llega a buen término y se siente frustrado por circunstancias externas. Se comporta casi como un mafioso que quiere alcanzar su objetivo: tiene algo de psicópata porque no sabe empatizar con nadie y está dispuesto a matar a cualquiera que interfiera en su plan".

"Woody me lo dijo desde el principio: 'Es un papel complejo, encantador, desconcertante, difícil y amable a la vez', y añadió: 'Pero no te preocupes, yo estaré ahí para ayudarte'. A través de sus palabras pude percibir que sentía cierta cercanía con el personaje y que se identificaba con él desde dentro. Creo que Jean tiene ganas de huir del mundo: sufrió de niño y teme que las cosas se le escapen de las manos. Esa cualidad infantil y frágil le hace simpático, hasta cierto punto. Es un papel maravilloso, porque en la misma escena puede ser encantador y llevarse de calle a todo el mundo con su carisma y, en un abrir y cerrar de ojos, revelar una faceta mucho más oscura".

WOODY ALLEN
"Me habían dicho que no hablaba mucho y que se quedaba siempre detrás del monitor. Cuando nos conocimos, se mostró bastante taciturno, pero en nuestro segundo encuentro fue mucho más hablador. En el plató, después de tres o cuatro tomas, nos preguntaba si queríamos probar algo diferente. Prestaba mucha atención a nuestra interpretación, a nuestras ganas de sugerir cosas. Estaba muy interesado en dirigir a su reparto y se notaba que se lo pasaba muy bien, como si el rodaje le llenara de energía y entusiasmo. A medida que avanzábamos, me dio la impresión de que estaba cada vez más contento y en plena forma, ya que esta película significaba mucho para él".

"Fue maravilloso ver a Woody Allen y Vittorio Storaro, estos dos grandísimos maestros, trabajando juntos. Se divertían como críos que se lo pasan en grande. Woody quería que las escenas fueran cada vez más intensas manteniéndose cerca de los actores y Vittorio filmaba en planos secuencia. Cada escena se construía como una pequeña película en sí misma, con un principio, un nudo y un desenlace". UNOS COPROTAGONISTAS DE PRIMERA

"El reparto era extraordinario. Lou [de Laâge] es una actriz maravillosa que tiene múltiples facetas: está confundida y, sin embargo, mantiene la compostura, es a la vez parte de la burguesía y del mundo bohemio. Es muy dulce, da muestras de una auténtica vulnerabilidad y su rostro es tan expresivo que, incluso en los planos gran angular, puedes sentir que está atravesando un cúmulo de emociones. Niels [Schneider] es el personaje alleniano por antonomasia. Es el romántico por excelencia, con ideales generosos, cierta faceta de amante tímido, un lado bohemio y una verdadera masculinidad, así que te identificas con Fanny cuando se enamora de él".

"No conocía a Valérie [Lemercier]. Es muy divertida, pero Woody la dirigió sin incidir en la farsa. Me recuerda a la típica madre judía siempre preocupada por sus hijos pero también tiene un punto Miss-Marple que recuerda a Diane Keaton. No puedes evitar reírte cuando pone todas esas caras, pero su humor se ve mermado por su creciente preocupación y su deseo de investigar".

NIELS SCHNEIDER -Alain

UNA ATRACCIÓN INSTANTÁNEA
"Crecí viendo las películas de Woody Allen desde MARIDOS Y MUJERES y es uno de los pocos realizadores como Martin Scorsese, Ingmar Bergman o Francis Ford Coppola cuyas películas puedo ver una y otra vez con el mismo placer. Durante el confinamiento, volví a ver toda la filmografía de Woody, que para mí es uno de los mejores guionistas, directores y autores vivos. Así que no dudé en aceptar el papel cuando me lo ofrecieron, ¡aunque me parecía increíble que fuera a aparecer en una película de Woody Allen!"

"Junto con John Cassavetes, Woody Allen es también el director más independiente de la historia del cine. Siempre ha sabido encontrar financiación para tener el control creativo de sus películas y no dejarse influenciar por Hollywood".

EL GUION
"Puse a Coltrane en casa para sumergirme en el ambiente desde el principio y me di cuenta de que tenía que ver con la escritura: la ligereza, el ritmo y la calidad musical de los diálogos; los personajes con alma, cada uno con sus creencias y esos chistes naturales; sin olvidar todos esos temas que son transversales a su filmografía. Al igual que en MATCH POINT, encontramos la ironía de la vida, el hecho de que por mucho que luches y creas que tienes cierto control sobre tu existencia, al final eres bastante insignificante y apenas controlas tu vida. Me impresionó el guion, ya que transmitía maravillosamente bien este sentido de la existencia de un modo profundo y a la vez ligero, sin ningún humor artificioso ni efectos cómicos".

EL PERSONAJE
Alain es un optimista empedernido que confía plenamente en la vida y se deja llevar por la corriente. Cuando se cruza con Fanny, el único y verdadero amor de su vida que se le escapó en su momento, consigue que ella se descubra a sí misma, a lo que solía ser, a lo que ha perdido. Esto le hace ser aún más optimista: no hubiera podido controlar su vida, ¡ya que la vida está de su lado! Cree que tiene un destino y que el azar es amigo suyo. Se deja llevar por la corriente, pero cree que el destino acabará llegando y que será un buen destino".

"Alain estudiaba en un colegio privado y Fanny era diferente. Tenía un encanto, una elegancia natural que no consistía en ser atractiva o seductora. Como muchos de los personajes femeninos de Woody Allen, a menudo interpretados por Diane Keaton, es sofisticada, brillante, le interesa la literatura y es ingeniosa, lo que distingue a Fanny de las otras chicas".

EL RODAJE
Woody Allen nos dio mucha libertad de acción. En realidad, todo estaba en el guion, en los diálogos... No intenté imitar a Woody como actor, aunque el personaje de Alain se le parece bastante. Pero sí que me inspiré en Michael Caine en HANNAH Y SUS HERMANAS, donde interpretaba a un personaje muy apasionado. Woody es un poco así en el plató: es bastante fatalista, como Alain, y te hace creer que no controla nada. Confiaba plenamente en nosotros, aunque no nos conocía demasiado bien... como si la película se fuera a hacer de todos modos y el hecho de que fuera buena o mala no dependiera de él. Así que había un ambiente muy relajado en el plató".

"Cuando Woody te dirige, sus instrucciones sólo se refieren a tu ritmo, a tu tono de voz y su dirección es claramente musical. Me pidió que subiera el tono de mi voz y que hablara más rápido. Eso disipó todas mis dudas sobre su posible dificultad para dirigir a actores en francés, porque con él, ¡todo es cuestión de musicalidad! ¡Así que le idioma no tuvo la menor importancia!".