LOS ORÍGENES DE SAW
SAW X nos adentra en una etapa desconocida (y muy personal) de la vida de Jigsaw. Esta nueva y reveladora entrega no solo ha supuesto todo un reto tanto para el equipo técnico como para el reparto, sino que además rinde tributo al gran protagonista de la saga y a la comunidad global de seguidores de Saw, que lleva veinte años disfrutando y sobresaltándose con las "pruebas" de Jigsaw.
"Por primera vez en la tira de años, decidimos que el título de la película sería Saw", dice el productor Mark Burg. "No es Jigsaw, ni Saw 3D, es simple y llanamente Saw. Es nuestra forma de decirle al público que volvemos a los inicios de la saga Saw y con ello, recuperamos los aspectos que tanto engancharon a los espectadores".
El productor Oren Koules se embarcó en esta aventura con la primera película en 2003 junto con su socio Mark Burg y sigue sin bajarse de este tren. Dice que SAW X lleva muchos años fraguándose, incluso mientras se rodaban otras entregas. "Llevamos casi siete años trabajando en esta producción", comenta. "El público nos pedía una película de Saw que se centrase en John Kramer como protagonista absoluto. Ahora, por primera vez, le vemos diseñando las trampas y también llevándolas a cabo".
Koules sostiene que al ver esta otra cara de John, de sus trampas y de sus planes, el público sentirá empatía hacia él porque entenderá que es una víctima. "Todo lo que le ocurre es producto de un engaño. Él buscar curarse y al ver que el tratamiento es una estafa, sufre una especie de catarsis y decide vengarse".
Según Koules, John, el artífice de todas estas trampas, "es el protagonista de la saga y una víctima que intenta liberarse de una situación angustiosa, todo ello mientras busca vengarse de los "experimentos médicos" fraudulentos en los que han caído personas como él".
Aun así, el personaje es tremendamente complejo y es en esa cualidad en la que se centra esta entrega. Según Josh Stolberg, coguionista: "Por primera vez, John debe enfrentarse a algunas de sus víctimas, quienes le plantan cara y le llaman asesino. Por mucho que diga actuar siguiendo unos valores morales, es John quien diseña esas trampas. Por eso nos parecía que había llegado el momento de mostrar a un John reflexivo, un aspecto que no habíamos visto antes".
Para plasmar su historia, Koules y Burg recurrieron a un fiel colaborador de la saga Saw, el realizador Kevin Greutert, quien se encargó del montaje de las primeras cinco entregas, además de la octava y también dirigió Saw 3D y Saw VI.
Según Stolberg, "Me dio muchísimo buen rollo saber que el director era Kevin. Conoce muy bien la saga, diría que se la sabe mejor que nadie, porque como montador, Kevin ha repasado cada uno de los fotogramas de las películas de Saw en las que ha trabajado. Kevin era perfecto para ahondar en la historia de John Kramer".
A Greutert le pareció muy interesante comprobar las posibilidades que podía ofrecer una historia sobre John Kramer. "De hecho, me vine muy arriba al pensar en todo lo que podíamos hacer con el personaje en esta historia", recuerda. "Me estaba empezando a parecer que Jigsaw se estaba convirtiendo en una especie de gurú o de líder de una secta, y se estaba alejando de los aspectos que tanto gustaban de las primeras películas de Saw, cuando veíamos a John absolutamente cegado por la rabia ante lo injusta que puede ser la vida".
"Por otra parte, solo había aparecido de refilón en las historias anteriores", añade Greutert. "SAW X nos permite mostrar a John como el verdadero protagonista de la saga. No es una historia solo sobre sus orígenes o una nueva demostración de su ingenio, sino que nos centramos en su lado más emocional y en su lucha interna con la mortalidad".
SAW X era la película perfecta para este realizador, confirma Koules. "Kevin conectó mucho con el guion de Pete Goldfinger y Josh Stolberg (guionistas de Jigsaw)", apunta el productor. "Como había montado varios filmes anteriores, Kevin era un gran conocedor de John Kramer y podía entender cómo pasó de ser paciente de cáncer a convertirse en ángel vengador".
Greutert descubrió que el personaje de John daba mucho de sí. Era mucho más complejo que un mero diseñador de mortíferas y aterradoras trampas para aquellos que se negaban a apreciar la vida o habían abusado de su poder para perjudicar a otras personas.
"Hay mucha iconografía sagrada relacionada con John Kramer y no se me pasaría por la cabeza cambiar nada de eso (como su negativa a asesinar a sus "elegidos", el respeto por las personas que lo merecen y su habilidad para hacer realidad las metáforas a través del diseño de sus "juegos")", explica Greutert. "Pero sí que me aventuré a mostrar a John como un ser humano con imperfecciones y problemas. Como ocurre en toda historia de este tipo, con SAW X nos enfrentábamos a dos retos: por un lado, mantener el espíritu de la saga y, por otro, presentar la trama de una forma nueva e interesante. Dicho lo cual, también tenía claro que quería darle una vuelta y divertirme con los temas recurrentes de la saga Saw, todo sin decepcionar a todos los ultrafans de estas películas".
LA HISTORIA
En SAW X encontramos a John en un grupo de apoyo a pacientes de cáncer, donde las personas van compartiendo su lucha titánica contra esta terrible enfermedad. Más adelante, John se reencuentra con una de esas personas, que le habla de un procedimiento experimental y milagroso que le ha curado totalmente, devolviéndole su salud. Le cuenta a John que ha estado viendo a un especialista llamado Dr. Finn Pederson, cuya revolucionaria medicación combinada con una cirugía le ha quitado el cáncer.
A John le pica la curiosidad y al investigar el tema llega hasta la hija del Dr. Pederson, Cecilia, que ha recogido del testigo de su padre y ha montado una clínica cerca de Ciudad de México. Se desplaza hasta allí y conoce a Cecilia, que le impresiona con su cercanía y empatía. Además, le gusta que los tratamientos que ofrecen en la clínica sean un tanto "alternativos" (al igual que los suyos).
John también conoce al equipo de Cecilia, compuesto por Diego (el conductor que le lleva a la clínica), Gabriela (quien se asegura de que John esté a gusto durante su estancia en la finca), Mateo (el anestesiólogo), Valentina (una enfermera) y Parker (otro paciente que también está en tratamiento).
La cirugía sale a pedir de boca y John queda encantado con el pronóstico positivo de Cecilia. Un par de días más tarde, vuelve a la finca para darle un regalo a Gabriela por haberle cuidado tan bien durante su estancia. Pero para su sorpresa se lo encuentra abandonado y John se da cuenta de que le han engañado y le han esquilmado una cantidad ingente de dinero por ese "procedimiento" experimental.
Ha llegado el momento de ponerse manos a la obra. No se trata de venganza. Ese nunca es el objetivo de John. Se trata de abrirle los ojos a los que le han traicionado, a él y a tantos otros. En el mundo de Jigsaw todos merecen una oportunidad para redimirse.
Puede que el juego de Cecilia haya acabado, pero el de John está a punto de empezar.
MAESTRO Y APRENDIZ
Tobin Bell interpreta a John Kramer, y al veterano actor le apetecía mucho volver a meterse en el personaje, pero desde una perspectiva nueva e inesperada. "SAW X es la historia de John Kramer", explica Bell. "Nos acerca a un momento específico de su vida y nos invita a acompañarle en ese viaje".
Un viaje que para Bell empezó hace casi veinte años, cuando le conocimos -de forma repentina, en los últimos minutos del metraje de la primera película de Saw- como el diseñador y operador de esas ingeniosas "trampas" ideadas para aquellos que habían traicionado a otros o a sí mismos. Volvió a meterse en el personaje en otras entregas, pero en esta ocasión, la forma de entender a John le permite darle unos matices adicionales e inesperados al papel.
"John lleva unos 40 años trabajando como ingeniero civil y arquitecto", nos recuerda Bell, "y lo que me parece supercurioso es que sea tan experto en filosofía, ciencia e incluso teología. John es muy culto, inteligente y, por encima de todo, se vuelca al cien por cien en lo que hace... Al contrario que muchos de nosotros, que buscamos motivos para quejarnos pero no hacemos nada para solucionarlo".
"Por extremos que sean los métodos de John, a mí me toca trabajar el personaje, ponerme de su parte y abrir su proceso mental al público", añade Bell. "Por eso me resulta tan interesante. Es un tipo muy complejo, que se enfrenta al mal que le rodea de una forma que no habíamos visto antes".
"También tengo que darle una dosis de humanidad y realismo a John, además de hacer reflexionar al público. Todo ello mientras disfrutan al máximo de la película".
Bell sostiene que el personaje sobrevive y gusta tanto al público precisamente por lo complejo que es. "John no da puntada sin hilo. Hemos podido ir añadiendo capas al papel con cada película, partiendo del personaje de la película original de James Wan y Leigh Whannell. Y creo que a los fans les va a impresionar esta nueva entrega".
AMANDA ESTÁ DE VUELTA
En cada una de las nuevas entregas de la saga, John ha ido trabajando lo que él llama la "formación vocacional" y empezó a colaborar con una aprendiz, Amanda, a quien sometió a una de sus pruebas. Volvemos a encontrarnos con ella en SAW X, dando continuidad a la sorprendente relación que enganchó al público en la película original y en varios filmes posteriores.
"Me encantó que Amanda participase en esta historia y también que pudiéramos contar de nuevo con Shawnee Smith de una forma tan significativa", dice Greutert. "Nos permitió profundizar en cómo fueron los inicios de su relación con John, antes de que la culpa, las inseguridades y las dudas la alejasen del trabajo de Jigsaw. Esta vez vemos a una Amanda descarada, frenética y también vulnerable. Comprobamos el afecto que siente por John. Aunque no está del todo convencida del aspecto violento y cruel del "trabajo" que realizan juntos".
"Uno de los personajes que se somete a las pruebas de John le resulta familiar a Amanda", añade Greutert, "por lo que se muestra reticente a participar en su juego. John ve que tira de la brida y los fans de la saga Saw sabrán entender lo que significará eso cuando Amanda se rebele en la última partida de este juego".
Stolberg también estaba entusiasmado con la vuelta de Smith. "Tenía muchas ganas de ponerme a escribir el personaje de Amanda y de trabajar con Shawnee", recuerda. "Tenía todo el sentido que ella fuera uno de los personajes principales de esta historia, porque al fin y al cabo todo gira en torno a John Kramer, y la relación más importante de John en toda esta saga es con Amanda. Así que esta película nos ha brindado la oportunidad perfecta para enfrentar a estos dos personajes".
Greutert explica con una sonrisa que dadas las líneas temporales que se manejan en la saga Saw, podría haber sido complicado rodar algunas de las escenas, puesto que esta película está ambientada años antes de que hayamos visto a John y Amanda por última vez. "Seguro que da que hablar que hayan pasado casi dos décadas desde que Tobin y Shawnee interpretaran a estos personajes, pero he de decir que se han cuidado mucho y todo salió de maravilla".
"Menos mal que estoy más o menos en forma", se ríe Smith. "Porque interpreto a Amanda 18 años antes de que la viéramos por última vez".
La diseñadora de peluquería y maquillaje Malinalli Contreras ayudó a Smith a viajar al pasado cuando Greutert le pidió que recrease el aspecto de la intérprete en Saw 2.
A Smith le ha gustado volver al universo Saw y seguir explorando la dinámica entre Jigsaw y Amanda. "A Amanda le habían hecho mucho daño y revivió gracias a John Kramer", explica. "Amanda quiere a John, lo cual le resulta aterrador y se fustiga por ello. Me gusta mucho esa lucha interna".
Smith también se alegró de reencontrarse con Bell y de añadir nuevos elementos a la relación de sus personajes. "Tobin y yo nos llevamos de fábula", comenta, "y trabajamos muy bien juntos. Ya desde el principio nos centramos en la historia de Jigsaw y Amanda, y los fans conectaron mucho con esa relación".
También está de vuelta el misterioso Disfraz de Cerdo, que el asesino se pone para darle una terrible lección a quien se lo merezca. "Pighead o el disfraz de cerdo es un personaje muy importante", se ríe la diseñadora de vestuario Jimena Tenerio Martínez. "Hicimos un disfraz para John y otro para Amanda. El proceso de creación y diseño es muy interesante y ha ido evolucionando con los años, así que me ha gustado mucho trabajar en él".
Una de las principales herramientas de John es su grabadora, con la que va dictando las instrucciones que deben seguir los elegidos para ejecutar sus correspondientes tareas. "La grabadora original molaba bastante", dice el atrecista Jorge Iván Sanders, "y quería que la nuestra se pareciera todo lo posible a la que vemos en la primera entrega". Para ello, Sanders tuvo que bucear en las profundidades de eBay, entre otras fuentes.
El elemento favorito de la atrecista Devorah Galvan Caballero es el cuaderno/diario de John. "Me enganché a la historia de Saw desde que vi el primer corto", confiesa. "Así que me ha gustado mucho imaginarme qué habría escrito o dibujado John en ese diario".
VIVA MÉXICO
En SAW X la acción transcurre por primera vez en un lugar específico que se nombra en la película. Para ello, los realizadores se decantaron por un escenario inolvidable. Según Greutert, "Al saber que rodaríamos en Ciudad de México me dio un subidón instantáneo de energía creativa. No se me ocurre lugar mejor que la inabarcable y dinámica capital de México. Enseguida me puse a pensar en los aztecas, con sus templos y pirámides donde se realizaban sacrificios humanos, en el centro de la ciudad. Empecé a darle vueltas a cómo podíamos incorporar esos temas y esos elementos visuales en la película. Si bien la legislación local y otros reglamentos nos impidieron hacer todo lo que se me había pasado por la cabeza, estoy muy contento con todo lo que hemos conseguido (incluso rodamos durante la celebración del Día de los Muertos). Hemos incluido bastantes ideas y, en algunas escenas, incluso se perciben a través de la música compuesta por Charlie Clouser".
La película se ha rodado por completo en la ciudad, incluidas las dos localizaciones principales: una finca en mitad del campo y una fábrica de cristales abandonada, que hizo las veces de una planta química en el filme. "No podríamos haber conseguir una estética tan realista de estos dos lugares, ni de muchos otros, si hubiéramos rodado en Los Ángeles o Toronto, donde rodamos las entregas anteriores de Saw", explica Greutert. "La estética general de la película encaja con la tradición de la saga, pero las localizaciones mexicanas aportan un toque único y muy especial".
El diseñador de producción Anthony Stabley ha sabido captar la esencia del paisaje colorido y dinámico de México para plasmar una historia que se distancia de las entregas anteriores.
"Esta vez la pantalla se llena de color, para dejar claro que estamos en México", añade Stabley. "Esa paleta de colores hace que tanto John y Amanda como el público se sientan como pez fuera del agua. En un entorno que no es el suyo".
Además de darle un toque de color a la producción, México aportó también varios miembros del reparto, entre ellos Renata Vaca, Paulette Hernández, Octavio Hinojosa y Joshua Okamoto. "Son cuatro de los mejores intérpretes con los que he trabajado nunca", insiste Greutert. "Tenemos un reparto internacional, con actores estadounidenses, británicos, europeos y, ahora también, mexicanos, que nos han dado de lo mejor que se ha visto nunca en una película de la saga Saw".
Okamoto hace el papel de un simpático chófer llamado Diego y es la primera persona con la que se encuentra John en su fatídica visita a la clínica en Ciudad de México. En realidad, Okamoto interpreta a dos personajes: Diego, a quien el actor describe como una especie de "guía turístico parlanchín", y también el doctor Cortez, un supuesto médico que atiende a John durante el falso procedimiento.
Octavio Hinojosa interpreta a Mateo, que, a su vez, interpreta al anestesiólogo que supervisa a John durante el procedimiento, aunque en realidad es un traficante de drogas que trabaja en una clínica veterinaria. Según Hinojosa, Mateo "se ha visto envuelto en un negocio un poco turbio, lo cual le pone en el punto de mira de John Kramer y de sus nuevo "jueguecitos"".
Gabriela (Renata Vaca) es una de las clientas de Mateo, una adicta que se hace pasar por la amable ama de llaves de la finca donde se aloja John. A través de ese personaje, consigue que John confíe en ella y entre ellos surge lo que Vaca describe como "un vínculo muy estrecho. Ella se abre con él y hasta comparten un tequila". Después de la cirugía, cuando John intenta visitar a Gabriela para regalarle un tequila de gran calidad, él descubre que todo ha sido un engaño y, según Vaca, "eso le parte el alma. John se da cuenta de que todo era mentira. Pensaba que Gabriela iba de frente, pero no es así. Aun así, cree que en el fondo es buena persona, de ahí que la someta a una de sus pruebas, para que ella pueda resarcirse".
Paulette Hernández es Valentina, una supuesta enfermera. La intérprete promete que SAW X "ofrece todo lo que más gusta a los fans de la saga: intriga, sangre, gritos y pruebas ingeniosas que llevarán hasta límites insospechados a los elegidos de John".
Diego, Valentina, Gabriela y Mateo trabajan para Cecilia, la directora del programa y creadora de este megafraude.
Antes de que John descubra las oscuras intenciones de Cecilia, la doctora parece una mujer empática y compasiva. Según la actriz noruega Synnøve Macody Lund, "Cuando John y Cecilia se conocen, es como si se vieran reflejados. Sienten una especie de conexión. Son muy similares, comparten una cercanía y una sensación de confianza ciega. John pone su vida en manos de Cecilia".
"Pero cuando John descubre que Cecilia es una timadora, digamos que se enfada un poco", añade sarcástica. "Y por primera vez, el código de conducta de John -que se basa en hacer sufrir a la gente para que aprenda a apreciar su vida- toma un cariz personal, porque en esta ocasión es su vida la que está en juego". Y continúa, "Cecilia no es la típica víctima de John. Ella le planta cara, cuestiona ese código por el que se rige e intenta desmontar todas sus teorías".
Okamoto dice que Cecilia "es una tipa muy chunga. Hay que andarse con muchísimo ojo con ella". Y añade que Cecilia se ha montado "un plan muy organizado que ha engañado a incontables víctimas. Pero nunca se ha enfrentado a nadie como Jigsaw".
"Cecilia es fría, intrigante y manipuladora. No le importa nadie, ni los pacientes, ni el personal ni nadie", subraya Steven Brand, que interpreta a Parker Sears, otro de los "pacientes" de Cecilia, que tiene cáncer tiroideo. Pero, como tantas cosas en el universo Saw, no todos ni todo es lo que parece. "Al igual que John, Parker también ha llegado a este lugar en mitad de la nada, en las afueras de Ciudad de México para someterse a un tratamiento de cáncer poco convencional", comenta Brand. "Lo que mola de estas historias es como van tirando del hilo para dejar ver los motivos de los personajes. Esta película es una caja de sorpresas".
LAS TRAMPAS Y LAS PRUEBAS
Las películas de Saw deleitan a sus fans con las ingeniosas y elaboradas trampas del Jigsaw, con las que aspira a enseñar una lección vital a sus elegidos. Son momentos extremos que no se olvidarán nunca, si es que la persona elegida vive para contarlo.
Durante el rodaje, parece que los intérpretes y el equipo no querían llamarlas "trampas", decantándose por términos como "pruebas", "retos", "regalos" y "portales". Sea como sea, según Stabley, cada una de las experiencias cuesta "sangre, sudor y lágrimas", y no solo por parte de los personajes en pantalla. "Pasamos meses probando las trampas", explica. "Queríamos que las nuevas recordaran a las de la película original, por lo que hay mucho metal oxidado. Tienen piezas que podría haber construido el propio John Kramer. También hemos seguido con la temática médica de esta película. En esta ocasión combinamos dureza y belleza". Y añade, "Creo que va a ser la película más brutal de Saw, en serio".
John elige a personas que deben aprender una lección, y como todo buen profesor, John personaliza las pruebas en función de las capacidades personales. Antes de viajar a México para recibir el tratamiento, se encuentra con un conserje que intenta robar las pertenencias de un paciente. Es una secuencia impresionante, con una aspiradora encajada en cada globo ocular y diez dedos esperando ser partidos uno a uno.
Pero John se pone serio cuando se da cuenta de que le han engañado y manipulado.
La trampa de Gabriela está relacionada con una de las herramientas del quirófano donde John recibió el tratamiento: una máquina de radiografías, con sus mortíferos rayos, y un martillo quirúrgico diseñado para partir huesos.
Ese dicho sobre no tener que ser cirujano para resolver un problema sencillo se materializa con Mateo, que deberá realizarse una neurocirugía para aprender la lección que John le ha preparado.
"Con esa lo pasamos en grande", dice el responsable del departamento de maquillaje y efectos prostéticos Ozzy Alvarez. "Se componía de dos elementos: una gorra prostética que tenía una parte rapada y la cabeza de Mateo, de la que partimos un trozo de cráneo para sacar un parte de su cerebro".
La trampa de Valentina combina sierras, médula ósea y dispositivos de succión. Pero por encima de todo, requiere mantener la cabeza fría. La segunda parte de esta lección supone usar casi 8 metros de intestinos como lazo para llegar a un teléfono móvil.
A Diego le cosen una bomba casera al brazo. "Sí, esa trampa es una ida de olla", admite Alvarez. "El departamento de arte creó las bombas, con tubitos por las que íbamos bombeando lo que parecía sangre según se iba cortando cada trozo de piel que está conectada a la bomba".
FIN DE LA LECCIÓN
El reparto y el equipo técnico encararon SAW X como una nueva oportunidad de explorar este universo y de ahondar en el protagonista principal, John Kramer, conocido como Jigsaw. Las películas llevan veinte años entreteniendo a fans de todo el mundo y se han convertido en una de las sagas más exitosas del género del terror.
Según el productor Mark Burg, "Todas las semanas alguien se me acerca y me cuenta cómo fue la primera vez que vio Saw, cómo se sintió entonces y las ganas que tiene de ver las nuevas entregas. Nosotros tenemos cuerda para rato, si las películas siguen funcionando, seguiremos rodándolas".
El productor Oren Koules recuerda la génesis del proyecto: "Saw empezó siendo un corto de siete minutos, rodado en 16 mm, que se convirtió en un largo de bastante bajo presupuesto. Y ahora aquí estamos, a punto de estrenar la décima entrega, que lleva en producción varios años. Estamos muy orgullosos de nuestro equipo y superagradecidos a toda esa legión de fans que vibran con nuestras películas".
El propio Jigsaw (Tobin Bell) también habla de la pasión de los fans por la saga. "Despiertan la imaginación del público de una forma diferente, no como las típicas películas de terror", dice. "Y esta entrega la van a recordar durante mucho tiempo, ya veréis".
"Siempre he querido darle un toque de humanidad a John que nos permitiera cierta flexibilidad. Es decir, John no sabe que está en una película de terror. Así que me gusta interpretarle en esta ocasión como un ser humano dentro de una estructura que surge de la imaginación y los diseños de tantos otros".
Al igual que Bell y Koules, el director Kevin Greutert entró en este universo hace muchos años. Confiesa que con SAW X ha vivido una experiencia "muy intensa". "Creo que el público se sorprenderá, porque esta película va más allá de una historia de venganza o de una carnicería", añade. "Es la historia de un hombre que se harta de las mentiras que nos cuentan. Un tema con el que es muy fácil sentirse identificado".
"A pesar de la violencia a la que somete a sus elegidos, espero que al salir del cine el público sienta una nueva fascinación e incluso algo de afecto por John Kramer, un hombre que decidió pasar a la acción en lugar de dejar que las cosas le fueran pasando, viviendo como un mero espectador".