Película del maestro del género Eli Roth (Hostel, Cabin Fever).
DEL TRAILER A LA PELÍCULA
Los fanáticos del género la han calificado como la mejor película de terror jamás hecha. Así que, este Día de Acción de Gracias afila el cuchillo de trinchar y calienta la tarta de calabaza, porque BLACK FRIDAY ya está aquí.
La oda de Eli Roth hacia el terror slasher de los 80 empezó en 2006 cuando sus amigos Quentin Tarantino y Robert Rodríguez estaban trabajando en el doble largometraje Grindhouse. Tarantino le pidió a sus amigos, entre los que estaba Eli Roth, que creasen un tráiler ficticio que ahondase en la experiencia de Grindhouse. Eli Roth supo al instante lo que quería hacer.
A lo largo de su infancia y adolescencia, Roth y su amigo Jeff Rendell tenían una dieta regular de cine de terror, consumiendo una cinta de VHS tras otra. Aunque había un subgénero que destacaba de entre todos los demás. “Crecimos a principios de los 80, la época dorada de las películas slasher basadas en festividades”, recuerda. “Navidades Negras, La Noche de Halloween, San Valentín Sangriento, Inocentada Sangrienta, Fin de Año Maldito… Cuando vimos Noche de Paz, Noche de Muerte disfrutamos como enanos cuando Santa Claus gritaba ‘¡Castigo!’”.
“Para nosotros, eso era cine con mayúsculas”, continúa Roth.
Aunque había una festividad que Hollywood siempre había pasado por alto, un slasher sobre el Día de Acción de Gracias. “El Día de Acción de Gracias es muy muy importante en Massachusetts”, comenta Roth, nativo de Newton, en el mismo estado. “Todos los colegios visitan Plimoth Patuxet para ver cómo era la vida allá hacia 1620. Pero donde otros veían una mantequera, nosotros veíamos una forma increíble de asesinar”.
Gracias a ese tráiler ficticio, Roth vio la oportunidad de crear BLACK FRIDAY, el slasher de los 80 que de alguna forma Hollywood se ha olvidado de hacer. Rendell y Roth escribieron el tráiler y, gracias a que Roth estaba rodando en ese momento Hostel 2, tuvieron acceso a localizaciones y actores para crearlo. Grindhouse nos dejó saborear lo que podría ser BLACK FRIDAY, fue como una promesa que encantó a los espectadores. Y ahí se quedó la cosa.
Aunque en realidad, ahí no se quedó la cosa. Los espectadores llevan 17 años preguntándole a Roth si rodaría alguna vez la película. Él estaba por la labor, pero había un problema. “No había argumento”, comenta, explicando que el tráiler simplemente enlazaba una serie de apuñalamientos, decapitaciones y caos alrededor del tema festivo. Pero un tráiler no es una película y Roth y Rendell siguieron buscando la manera de crearla. “Nos encantó cómo salió el tráiler, así que hemos hecho ingeniería inversa para que la historia encajase con él. ¿Cómo hacíamos para decapitar un pavo en el desfile? ¿Cómo se asa un pavo humano? Queríamos que BLACK FRIDAY fuese un slasher real, uno que tuviese sentido aunque no hubieses visto el tráiler”. Estaba claro que no había manera de que las icónicas secuencias del tráiler funcionasen en una película, por lo que tuvieron que abordar el proyecto desde otro punto de vista.
Con eso en mente, se centraron en la esencia del tráiler ficticio en vez de cada una de las secuencias individuales. “Comenzamos con la premisa de que Thanksgiving 1980 fue la película a partir de la cual se creó el tráiler de Grindhouse, y fue tan impactante que todas las copias fueron destruidas, y lo único que sobrevivió fue ese tráiler. La nueva película debía ser una nueva versión de la original, empezar de cero, pero con algunos elementos que sabíamos que funcionarían en la nueva historia”.
Tras años de escritura hasta conseguir el guion, han sido las páginas de seguidores las que han mantenido el sueño de BLACK FRIDAY vivo. “Todos los años las páginas de cine de terror se lamentaban de que no hubiésemos hecho la película”, dice Roth. “Es algo que les debo agradecer, es lo que nos ha animado a seguir con la idea aunque no fuésemos capaces de hacer algo verdaderamente bueno. Al final, tras varios giros de historia, dimos con una idea que funcionaba y empezamos a trabajar en ella”.
Roth fue con su guion a Spyglass. Gary Barber, el presidente de Spyglass, fundó la productora con el objetivo de aventurarse en nuevos tipos de producciones y valoraba enormemente el cine de terror. “Spyglass ha creado algunas de las franquicias de terror de más éxito como Scream y Hellraiser”, dice Barber, productor ejecutivo de BLACK FRIDAY. “Vimos en esta película la oportunidad de expandir el género slasher, ya que combina elementos más clásicos con un humor fresco que hace que el espectador quiera más”.
Una vez le dieron luz verde, Roth se centró en el casting y la producción mientras Spyglass formó equipo con TriStar Pictures para distribuir la película en casi todo el mundo.
EL REPARTO DE LA PELÍCULA
Roth reunió al reparto en poco tiempo, no solo para que los actores tuviesen tiempo de prepararse para el papel, también para que todos cuyos personajes tienen un final fatídico se hiciesen un molde de su cabeza.
El primero en subirse al barco fue Patrick Dempsey –el mismísimo Doctor Macizo– en el papel del Sheriff Newland, encargado de investigar las horripilantes muertes que se le amontonan como los platos del Día de Acción de Gracias.
Dempsey tenía dos grandes razones para querer aparecer en la película: “Mi hijo quería que hiciese una película de terror”, explica, “y quería ponerme un uniforme”.
Tras protagonizar películas adolescentes como No Puedes Comprar Mi Amor y Loverboy, Dempsey considera que está “en el otro lado”. Sabe bien cómo hacer que un reparto adolescente funcione gracias a esa experiencia. “Ha sido divertido verles florecer y convertirse en amigos”, confiesa. “Esa química hace que la película sea divertida y la hace más real”.
En el centro del grupo de adolescentes encontramos a Jessica, interpretada por Nell Verlaque. “Es el pegamento del grupo”, dice la actriz. “Está sufriendo todos los problemas normales de un adolescente y de repente empiezan a ocurrir todas estas locuras”.
“Eli Roth es de lejos el director más apasionado con el que haya trabajado”, dice Verlaque. “Es muy fácil colaborar con él. Hay muchos momentos traumáticos en la película y ha sido muy comprensivo y paciente con el tiempo que necesitábamos cada uno”.
Addison Rae, estrella de TikTok, interpreta a Gabby, la mejor amiga de Jessica que destaca por su energía y buen humor. Es un personaje que contrasta con el de Jessica, que es algo más reservado. “Decidí que quería participar en el proyecto en cuanto leí el guion”, dice Rae. “Eli es un maestro mezclando comedia y terror en un mismo universo, algo difícil de encontrar”.
Jessica se encuentra atrapada en una especie de triángulo amoroso entre su exnovio Bobby, quien desaparece de la vida de Jessica tras el trauma que sufre en la secuencia inicial de la película, y Ryan, su arrogante nuevo novio universitario.
“Me encantan los slashers”, confiesa Jalen Thomas Brooks, quien interpreta a Bobby. “Ha sido una maravilla formar parte de este proyecto. Con 13 años, le convencí a mi madre de que me dejase ver Cabin Fever (de Eli Roth). No tenía ni idea de dónde se estaba metiendo, aunque yo tampoco... la experiencia me dejó marcado”.
“Me quedé fascinado cuando leí el guion por primera vez”, dice Milo Manheim, actor que interpreta a Ryan. “A medida que lo leía me preguntaba, ¿Es comedia? ¿Es terror? Y al final ya me quedó claro que lo que era es una película increíble de la que quería formar parte”.
Tomaso Sanelli interpreta a Evan, el novio de Gabby y estrella del fútbol americano. “No es un buen tipo, pero aun así resulta simpático”, comenta el actor sobre su personaje. “Está muy muy metido en el deporte. Es el quarterback del instituto. Intenta tomarse el machismo en serio, pero cuando actúa así en realidad da risa, parece estúpido”.
Cerrando el reparto encontramos a Jenna Warren en el papel de Yulia y a Gabriel Davenport como Scuba.
Aun siendo algo miedica, ha sido muy emocionante para Warren formar parte de una película de terror. “El primer día de rodaje, Patrick Dempsey me asustó dos veces con un disfraz de payaso”, recuerda. “Me puse a gritar y me caí al suelo. No recuerdo haber llamado nunca a mi madre por algo tan raro”.
“Me parece imposible decir que no a una película así”, confiesa Davenport. “Todo el mundo se ha desvivido para hacer que cada muerte sea lo más grotesca y original posible. Es una locura. De verdad que son muertes que no creo que se hayan visto hasta ahora. Son una pasada”.
NO HABRÁ SOBRAS
El alma de cualquier slasher son las muertes. Eli Roth, maestro del género, se ha asegurado de que BLACK FRIDAY reflejase su mejor forma de trabajar.
“Cada una de las muertes debía cumplir un estándar de gore y terror. Si la película no cumplía expectativas, sabíamos que estábamos muertos”, dice Roth, que tenía además la presión de haber creado el tráiler. “No solo debía igualar lo que hice en el tráiler, debía mejorarlo de todas las formas posibles”.
Esa es la razón por la que empezó a trabajar desde el principio con el genio de los efectos especiales Adrien Morot. “No hay nadie mejor que él. Adrien y su mujer Kathy han creado las cabezas y miembros del cuerpo más realistas que jamás haya visto. ¡Eran preciosas! Aunque da igual lo bonita que sea una cabeza falsa, al final siempre acaba destrozada con un mazo”.
Roth se ha tomado esta película con mucha responsabilidad. “Hacer una película de terror es como estar subido a hombros de gigantes”, dice. “¿Cómo podríamos mejorar cada una de las muertes? ¿Cómo podríamos ser mejores? Es un honor para nosotros conseguir la mejor muerte. Cada vez que haces una película de terror tienes la oportunidad de entrar en el panteón de las estrellas del terror. La oportunidad está ahí. Es por eso que intentamos que cada muerte se convierta en un clásico”.
“Necesito que haya una voz en mi interior que diga ‘¡Puaj!’... tengo una increíble tolerancia al gore en el cine, así que si una escena me está dando asco, sé que va a funcionar con el público en general”, dice Roth.
Otra de las razones por las que Roth trabaja estrechamente con Morot es por la pasión mutua que tienen por los efectos prácticos. “Si pienso en mis muertes favoritas de mis películas favoritas, ninguna de ellas está hecha de forma digital”, dice Roth. “Todas están hechas con maquillaje y efectos reales. Me genera una respuesta emocional distinta”.
Para Morot, cada trabajo es distinto. A veces le toca crear el maquillaje de una película dramática, como hizo en la oscarizada La Ballena (The Whale), y otras le toca cortar una cabeza por la mitad con el bauprés de un barco.
Morot ya había colaborado con Roth en El Justiciero y La Casa del Reloj en la Pared, por lo que conocía perfectamente el tráiler que aparecía en Grindhouse. “Me dijo que lo íbamos a convertir en un largometraje y le dije directamente que estaba dentro”, recuerda Morot. “Cuando se lo comenté al resto del equipo en el taller, dejaron lo que estaban haciendo sin dudarlo para centrarse en esto”.
¿Y cuál es su muerte favorita en la película? “Eso es como preguntarme cuál es mi hijo favorito”, bromea Morot. “Sé quién es mi hijo favorito, pero no te lo voy a decir. Aunque él sí que lo sabe”.
Puede que Morot no suelte prenda, pero algo nos dice que la muerte a la que se refiere es la “muerte de Pinocho”, como la denomina Roth, en la que el abuelo acaba empalado por el bauprés del barco Mayflower durante el desfile del Día de Acción de Gracias. “Construimos unos raíles sobre los que empujamos el barco a través de la luna trasera del coche y se empotraba contra la cabeza prostética, que al mismo tiempo estaba conectada con tubos que proyectaban sangre y sesos encima de sus nietos”, explica Roth. “Más fácil decirlo que hacerlo”.
Crear una muerte así es algo muy estresante y hasta que no se ha derramado la última gota de sangre hay que estar pendiente. “Los días en los que rodamos una escena de muerte son muy emocionantes. Tengo como un vacío en el estómago que no desaparece hasta que sé que la hemos grabado bien”, dice Roth. “El momento en el que la cabeza cae, el movimiento del hacha, la forma que tiene la sangre de brotar… hay un millón de cosas que pueden salir mal. Pero no hay nada como cuando consigues una toma buena”.
Durante la muerte de Pinocho hay muchas cosas que salieron mal al principio. “En las primeras tres tomas, la madera se enredó con los tubos de sangre. La cabeza se desgarró por el lado incorrecto y la madera se atascó con la goma, así que parecía que la cara se estiraba hacia adelante en vez de explotar hacia fuera”, explica. “Al final Adrien decidió que debíamos cambiar el tamaño del bauprés, tras lo que la cabeza se abrió como un melón y las niñas acabaron empapadas de sangre”.
Esas niñas, las hermanas Hannah y Charlie Storey, ya habían trabajado con Roth y vienen de una familia de fanáticos del terror. “En el momento en el que gritamos ¡Corten! las niñas se empezaron a partir de risa y todo el mundo posó con ellas para sacarse fotos. Sus padres me han dicho que cuando sean mayores quieren hacer cine de terror”, dice Roth. “Eso significa que hemos hecho un buen trabajo”.
En cuanto a su meta con esta película, Roth lo tiene claro: “Espero que todos los años a partir de ahora, en cada cena de Acción de Gracias, cuando alguien saque el pavo y diga con voz siniestra ‘¡La cena esta servida!, todo el mundo grite”.