Un hombre, Martín Alcorta, que busca a su hermano perdido desde hace una decena de años, se encuentra en su camino con una mujer enigmática que, al hilo de ciertos avatares desconcertantes, decide seguirle y después de imponer su presencia, construirse la vida a su lado. En principio, el hombre desconfía, sin sospechar cuales pueden ser las auténticas intenciones de la mujer.
Simplemente se pregunta la verdadera razón de tanta insistencia. Tras un tiempo junto a ella aplaca sus dudas y en su compañía emprende un largo viaje en busca de aquel hermano perdido.
Definitivamente, parece que el amor es el principio que rige sus vidas y su destino común. Pasa el tiempo y a la luz de nuevos acontecimientos se pone de manifiesto el móvil oculto que conformó el comportamiento de la mujer y su acoso. Todo su enamoramiento ha resultado ser una comedia para conseguir un propósito madurado durante años. Logrado el objetivo, la relación cesa y los caminos se bifurcan bruscamente, separándoles sin remedio y, previsiblemente,condenándoles a no volver a encontrarse.
No obstante, la mentira y el engaño se encargan de pasar una curiosa factura. No hay posibilidad alguna de que puedan vivir separados, ni siquiera alejarse el uno del otro. La dependencia amorosa se revela poderosa y se hace evidente. Es la gran jugada del destino que se burla de tanta previsión. La comedia se disuelve revelando la representación real y su humana condición. Las decisiones se convierten en terribles, lentos y pesados problemas difíciles de resolver.