La trama se sitúa en la víspera de la Segunda Guerra Mundial, cuando Freud, en las etapas finales de su vida, invita a Lewis a su hogar en Londres para un fascinante debate sobre la vida y la existencia de Dios. La película, que combina elementos del pasado, presente y fantasía, también examina la compleja relación de Freud con su hija Anna, interpretada por Liv Lisa Fries ("Babylon Berlin"), y la relación poco convencional de Lewis con la madre de su mejor amigo.