Entrevista a los productores CAROLE LAMBERT Y MARC MISSOUNIER
P: ¿Cuál fue su reacción al leer El consentimiento de Vanessa Springora? ¿Le pareció pertinente adaptar este texto al cine?
Marc Missonnier: Mi mujer leyó este libro en el mismo momento en que salió a la venta y me lo recomendó con gran entusiasmo. Me quedé prendado de él y, cuando llamé a Carole para contárselo, me dijo que lo había comprado unos días antes. El descubrimiento de este texto hizo que todos quisiéramos verlo adaptado al cine. Para nosotros era importante que una mujer dirigiera esta película, y nos pareció apropiado que fuera producida por una mujer y un hombre.
Pensamos inmediatamente en Vanessa Filho, cuyo primer largometraje, GUEULE D'ANGE, produjimos. Nos pareció que esos temas y esos personajes podían tener resonancia en ella.
Vanessa había demostrado que sabía tratar temas difíciles con delicadeza. Le propusimos este libro y también para ella fue amor a primera vista. Vanessa, Carole y yo vimos inmediatamente este libro plasmado en imágenes y sonidos.
Carole Lambert: Este texto nos cautivó. Cuando le propusimos el libro a Vanessa Filho, no era el fenómeno en el que se ha convertido desde entonces. Hizo falta este libro y las apariciones públicas de Vanessa Springora para sensibilizar a la opinión pública sobre los problemas del control y el abuso en Francia. Poner este libro en imágenes, mostrar de manera real y concreta de qué se trata, nos pareció crucial para sensibilizar aún más a la opinión pública.
P: ¿Qué le ha parecido personalmente este texto?
Carole Lambert: Tengo una hija de quince años, así que la repercusión fue bastante brutal para mí. El personaje de la madre de Vanessa me planteó muchas preguntas. Me preguntaba qué habría hecho yo en su lugar. Es cierto que la historia transcurre en una época anterior a la nuestra, pero ¿es tan diferente hoy en día?
Marc Missonnier: A lo largo de los años, he ido tomando conciencia de la lucha de las mujeres por conquistar su lugar en la sociedad. En mi trabajo diario, es algo que me preocupa y que intento poner en práctica, sobre todo en la elección de las películas que produzco.
P: Producir una película como ésta supone un gran compromiso para los productores. ¿Tuvo que enfrentarse a algún obstáculo? ¿Fue fácil llevar este proyecto a buen puerto?
Carole Lambert: Esta película es una obra cinematográfica y artística, pero también es una película política por lo que cuenta. Nos apasionaba hacerla. Para nosotros, es un acto de compromiso, que también conlleva responsabilidades. La primera de ellas es no traicionar ni decepcionar a Vanessa Springora, que ha depositado su confianza en nosotros. Hemos trabajado en esta película durante dos años, vigilando de cerca todos los detalles. En cuanto a la financiación, conseguimos el apoyo de France Télévisions y Canal +. Pero fue más complicado que con otros proyectos, porque esta película suscitó debates que a menudo iban más allá del guión y del proyecto en sí.
Marc Missonnier: Pocas veces hemos luchado tanto Carole y yo para que se hiciera una película. El Consentimiento no es un largometraje como los demás. A menudo nos enfrentábamos a la pregunta: ¿qué sentido tiene hacer una película? Nos parecía evidente que la fuerza de las imágenes multiplicaba por diez la fuerza de la historia, y que una película permitiría que el texto llegara a un público más amplio y, sin duda, más joven. Fueron argumentos que tuvimos que repetir una y otra vez. Entre el momento en que se decide hacer una película y el momento en que se estrena en los cines, cabe imaginar que la actualidad del tema puede cambiar, pero con Carole -y es triste decirlo- estábamos perfectamente convencidos de que este tema seguiría siendo de actualidad. Y que, por el contrario, ¡había que poner el clavo a martillazos!
P: ¿Cuáles eran los riesgos que había que evitar?
Marc Missonnier: En cuanto propusimos a Vanessa Filho adaptar el libro, establecimos una serie de principios que nos parecían importantes como productores. El primero de ellos era que la actriz que iba a interpretar a Vanessa Springora de adolescente tenía que tener más de 18 años. También era evidente que todas las escenas íntimas debían rodarse con la máxima delicadeza y con el máximo respeto mutuo.
Por último, queríamos que la película terminara con una nota de esperanza. Queríamos que el epílogo mostrara a Vanessa Springora contando su historia y que transmitiera al público el mensaje de que, a pesar de la violencia de su experiencia, había conseguido salir adelante. Queríamos dejar claro que la gente siempre debe poder hablar, aunque sea mucho tiempo después del suceso.
P: Lo que también significa que esta película, al igual que el libro, no trata de un ajuste de cuentas, sino que tiene una dimensión más amplia...
Carole Lambert: Por supuesto. El Consentimiento es un proceso que conduce a la resiliencia. Además, poca gente conoce a Gabriel Matzneff. El hecho de que se le nombre en la película, al contrario que en el libro, donde se le menciona con la inicial "G.", fue objeto de discusiones entre nosotros. Queríamos que encarnara a todos los depredadores a la vez. Nombrarlo, puesto que el asunto Matzneff se había hecho público, también daba fuerza a la película. Nombrar las cosas, en general, también permite enfrentarse a ellas y seguir adelante. Es lo contrario de la negación.
Marc Missonnier: Creo que la película hace un buen trabajo al mostrar las condiciones en las que se desarrolló esta historia. Todos pensamos queera importante mostrar el fragmento real del programa de Bernard Pivot. La valiente intervención de Denise Bombardier fue una bofetada monumental. Ella tenía tanta razón... Y es importante señalar que, en ese momento, esta mujer estaba hablando en un programa de la televisión pública con una gran audiencia.
P: ¿Cuáles son sus expectativas para el estreno de la película?
Carole Lambert y Marc Missonnier: Que llegue a un público lo más amplio posible y genere debate. Un debate positivo y sereno, porque necesitamos urgentemente construir juntos una sociedad saneada.