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  Ciento volando  Dirigida por Arantxa Aguirre
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Eduardo Chillida (10 de enero de 1924), uno de los artistas más universales e influyentes del siglo XX. Documental dirigido por Arantxa Aguirre, con première mundial en el Festival de San Sebastián.

Eduardo Chillida fue un gran artista que dejó una huella imborrable en el arte contemporáneo. Con una vida dedicada a forjar, tallar, esculpir y modelar la materia para resolver cuestiones fundamentales que le surgían durante su proceso creativo relacionadas con el espacio, el tiempo, la materia o el espíritu. También fue un defensor de los derechos humanos y la justicia social. Sus ideas son un testimonio eterno de la capacidad de las personas para cuestionar, descubrir y asombrarse ante el mundo que nos rodea y luchar por la libertad y respeto de todas las culturas.

Chillida Leku, el espacio que Eduardo Chillida pensó y que, con su mujer Pilar Belzunce, buscó, halló y modeló, fue concebido como un lugar de paso en el que cada obra podría asentarse, terminar de hacerse y de encontrar su sitio en el mundo. Con el tiempo ha pasado a ser, mucho más allá de un museo único, el lugar en el que más íntimamente se conecta con el espíritu y la forma en la que habita el legado de Chillida para la eternidad.


Declaraciones de la directora
"Para entender a alguien hay que tener muy en cuenta su tempo particular. Chillida era un hombre reposado y dedicaba a cada cosa el tiempo que merecía. Esta película buscará ese mismo ritmo tranquilo y constante, que es el de las olas del mar. No nos podían faltar la costa atlántica y su peculiar “luz oscura” en esta película. “Yo soy un discípulo de la mar”, escribió Chillida. Y también: “La inmensidad del horizonte es la patria de todos.” Iremos en busca de ese maestro y de esa inmensidad.

No vamos a recorrer el mundo en busca de las obras de Eduardo Chillida, sino que permaneceremos en Chillida Leku, ese espacio que el artista primero concibió en su cabeza y que después, junto a su mujer, buscó cuidadosamente, estudió en profundidad y acondicionó sin prisas durante catorce años, para que sus esculturas tuvieran siempre un lugar donde volver.

Esta película hablará de arte, por supuesto -es algo que llevo haciendo en todos mis trabajos- pero también de patrimonio, de la conciencia de un bien común que hay que preservar porque viene de nuestros antepasados y será para nuestros hijos. La conciencia de que formamos parte de algo mucho más grande que nosotros. Formamos parte del camino que otros recorrerán"
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