La película nos sumerge en la tradición de las saunas de humo de Vana-Võromaa (una región del sur de Estonia), que recibe el nombre de "savvusanna kombõ" y que figura en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO. En estos espacios seguros, grupos de mujeres se reunen para compartir sus secretos y experiencias íntimas, construyendo un espacio de sororidad en el que se abordan temas como el trauma, la sanación o el sentimiento de comunidad. Filmada como si se tratase de un cuadro de Rembrandt o Vermeer, la cámara de Anna Hints no invade el espacio y las imágenes se mueven a medida que el humo, persistente y flotante, desaparece y reaparece en el ambiente.