Cinemanía > Películas > Crónicas > Comentario
Destacado: Pedro Martín-Calero dirige 'El llanto' con Ester Expósito
  Crónicas  Dirigida por Sebastián Cordero
¿Qué te parece la película?
Gracias
Ver resultados

Escrita y dirigida por Sebastián Cordero ("Ratas, ratones, rateros") y producida por Alfonso Cuarón (Harry Potter y el prisionero de Azkaban) y Jorge Vergara (Y tu mamá también). La productora ejecutiva es Frida Torresblanco y los productores son Guillermo Del Toro (Hellboy), Berta Navarro e Isabel Dávalos. Fotografía de Enrique Chediak. Música de Antonio Pinto.

Acerca de la producción
Sebastián Cordero tuvo la idea para Crónicas unos meses después de terminar su ópera prima "Ratas, ratones, rateros", que fuera seleccionada para participar en la Bienal de Venecia y nominada para un Ariel. Sebastián sabía que quería tratar más a fondo el tema de la dualidad, presentado en Ratas… en el personaje de Ángel: un criminal sin escrúpulos que al mismo tiempo resulta muy humano y entrañable.

"Toda la vida me ha sorprendido lo estereotipado que está el icono del asesino en serie", dice Sebastián, "y cómo pierde su humanidad –si es que alguna vez la tuvo-- al ser retratado en el cine. Incluso un asesino despiadado puede sentir amor en cierto punto, de la misma manera que un hombre de familia bueno y cariñoso puede estar lleno de pensamientos oscuros".

En 1999, el infame asesino y violador de menores Luis Alfredo Garavito fue arrestado en Colombia. Años antes, el arresto de dos psicópatas similares, "El Monstruo de los Andes" y Daniel Camargo, horrorizó al Ecuador y Sebastián siempre había sentido que eran grandes historias pero nunca había encontrado cómo abordar el material.

Sebastián comenta: "En el primer artículo que leí de Garavito, hablaban de su esposa. Cuando la policía la interrogó, ella fue la más sorprendida de que su esposo pudiera tener esta doble vida. Y siempre dijo: ‘Era un buen padre para mi hijo, y un buen hombre. No puede ser’". Y allí la historia empezó a tomar forma.

Gradualmente fue surgiendo el personaje de un reportero que quiere entender esta doble vida. Y de manera muy orgánica, entró en juego el tema de la manipulación de la verdad. "Arrogante, el reportero piensa que puede exponer una situación extremadamente frágil, sin tomar en cuenta que su propio lado oscuro va a afectar la historia que quiere contar", dice Sebastián. "Tal vez hay parte de mí en él, definitivamente compartimos una fascinación por las historias mórbidas con las que la humanidad se encuentra".

Otro aspecto que fascinó a Sebastián y que exploró tanto en su investigación para el guión como en su trabajo con los actores, es la necesidad que tenemos como sociedad de que haya historias sensacionalistas. Comenta: "Uno tiende a decir, ‘¡Qué terrible, cómo están exponiendo la tragedia humana, sin ningún respeto a nadie!’. Y de repente te encuentras con muchos casos de gente que su única manera de contar su historia es a través de la prensa sensacionalista".

El guión de Crónicas le valió a Sebastián el premio Sundance NHK de mejor guión por América Latina. Poco después, Anhelo se interesó por el proyecto. Comenta Sebastián: "Lo que resultó fantástico, es que cuando Alfonso (Cuarón) leyó el guión y conversamos, lo primero que me dijo es que yo tenía que pensar este proyecto en grande, que me sintiera con toda libertad de hacer todo lo que había soñado para que la película fuera mejor. Lo mismo fue reiterado más tarde por Jorge, que tiene la filosofía que el peor obstáculo es el miedo, el no ir atrás de tus sueños".

Esta actitud se vio reflejada en cada parte del proceso, comenzando con el reparto, que planteaba algunos retos -- sobre todo cuando se tomó la decisión de que el equipo de reporteros de Miami estuviera conformado por tres nacionalidades diferentes.

Sebastián había contemplado a John Leguizamo desde un principio, pero no sabía si el actor de origen colombiano, que emigró a Nueva York a los cuatro años de edad, hablaba suficiente español. Recuerda Sebastián: "Fue una duda mutua. Creo que él inicialmente se sentía ligeramente incómodo de actuar en un idioma que no es realmente su lengua materna. Pero leyó el guión y se enganchó tanto que fue el primero en insistir que nos conozcamos lo más pronto posible y que yo le escuche hablar español".

Cuando Sebastián conoció a Leonor Watling en España, supo de inmediato que había encontrado a Marisa. Recuerda esa primera impresión: "Fue algo instantáneo. Hay varios elementos de ella, de su personalidad que me cuadraban perfectamente con cómo veía a Marisa. Y además me encantó la lectura que tuvo del guión, sus dudas y comentarios".

"Leonor a la hora de trabajar es fantástica", continúa. "Se clava mucho en tratar de entender todo lo que pueda sobre su personaje, hasta el más mínimo detalle. En la preproducción tuvimos conversaciones larguísimas por teléfono donde discutíamos cada momento, cada mirada de Marisa".

Sobre el personaje de Iván, Sebastián tenía una idea muy clara: "No sé por qué, yo siempre me había imaginado que este camarógrafo era un mexicano, un chilango. Desde el primer borrador, sabía que ese tenía que ser su hablado, y hay una personalidad muy fuerte de los mexicanos que me cuadraba muy bien con el personaje de Iván". José María Yazpik era perfecto para el papel.

En la preproducción, John, Leonor y Chema pasaron un par de días con un equipo de reporteros sensacionalistas de la televisión ecuatoriana. La experiencia fue increíble y al mismo tiempo muy fuerte, pues presenciaron accidentes y funerales, y vieron de cerca cómo es el día a día de un equipo así. Comenta Sebastián: “Sobre todo, captaron realmente esta onda de ser intrusos, de estar allí metidos con las cámaras tratando de capturar todo.

"Nos clavamos mucho en entender el morbo que todos tenemos de querer escuchar cosas horribles", continúa. "Creo que todos de alguna forma tenemos elementos en nuestras vidas donde estamos yendo a extremos muy cuestionables por algún atractivo extraño que encontramos en el lado oscuro del ser humano".

Sebastián quería que el personaje de Vinicio tuviera un auténtico sabor local. Después de un exhaustivo casting por todo Ecuador durante casi un año, se tenía a todos los actores de reparto, incluso los niños… pero nada de Vinicio. Cuando Damián Alcázar se integró al proyecto, comprendió la visión del director y viajó a Ecuador con semanas de anticipación para familiarizarse con el acento y los modismos.

"Damián realmente es un actorazo. Fue un gran honor trabajar con él. Además de que es totalmente generoso, se convirtió en el personaje de una manera increíble", dice Sebastián. "Cuando le mandé un poco de material de archivo de los personajes reales en los cuales me había inspirado, partimos del punto que a ‘Vinicio’ no lo íbamos a calcar de ninguno de ellos, pero sí había muchos elementos en común que era interesante explorar".