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  The apprentice. La historia de Trump  (The apprentice)
  Dirigida por Ali Abbasi
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De la mano del galardonado cineasta iraní-danés Ali Abbasi (nominado al Oscar® y ganador del Premio Un Certain Regarde y un Premio del Cine Europeo por ‘Border’) llega a los cines 'The apprentice. La historia de Trump', una mordaz exploración de los entresijos del imperio estadounidense que desgrana el ascenso al poder de un joven Donald Trump a través de un acuerdo fáustico con el influyente abogado de derechas y manipulador político Roy Cohn.

Estrenada mundialmente en Competición en la 77ª edición del Festival de Cannes, está protagonizada por el nominado al Emmy® Sebastian Stan (Pam & Tommy) como Donald Trump, el ganador del Emmy® Jeremy Strong (Succession) como Roy Cohn y la nominada al Oscar® Maria Bakalova (Borat Subsequent Moviefilm) como la primera esposa de Trump, Ivana. El guion corre a cargo de Gabriel Sherman, autor de la biografía de Roger Ailes, fundador de Fox News, The Loudest Voice in the Room, éxito de ventas en el New York Times.

'The apprentice. La historia de Trump', es un apasionante examen de la relación mentor-protegido que acabaría cambiando la historia de EEUU y del mundo.

Nueva York, años setenta. Decidido a salir de la sombra de su poderoso padre y hacerse un nombre en el sector inmobiliario de Manhattan, el aspirante a magnate Donald J. Trump se encuentra en los primeros días de su carrera cuando conoce al hombre que se convertirá en una de las figuras más importantes de su vida: el manipulador político Roy Cohn. Éste, un influyente abogado -que consiguió condenas por espionaje contra Julius y Ethel Rosenberg e investigó a presuntos comunistas junto al senador Joseph McCarthy- cambiaría la vida de Trump, y de forma indirecta la de EEUU. Percibiendo en el joven Donald una promesa de futuro, enseñará a su nuevo acólito cómo amasar riqueza y poder mediante el engaño, la intimidación y la manipulación mediática. El resto, es historia.

Para Abbasi, 'The apprentice. La historia de Trump' nunca pretendió ser un relato convencional de la vida del propio Trump. Más bien, quería elaborar un estudio más íntimo de un capítulo de la vida del hombre, un capítulo que llegaría a tener amplias implicaciones en la cultura estadounidense y en el mundo en general. «Esto no es un episodio de History Channel», dice Abbasi. «No es un biopic de Donald Trump. No nos interesan todos los detalles de su vida de la A a la Z. Nos interesa contar una historia muy concreta a través de su relación con Roy y de la relación de Roy con él».


Los orígenes de todo
Mucho antes de ser multi millonario, estrella de un reality show en TV o llegar a ser el 45º Presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump era un joven en los años setenta decidido a hacer fortuna en el mercado inmobiliario de Nueva York.

En aquella época, la mayoría consideraba que la Gran Manzana estaba en decadencia, que era un centro urbano asolado y plagado de delitos violentos. Pero Trump creía que la ciudad estaba a punto de resurgir y que él era el hombre indicado para encabezar el renacimiento, si contaba con el respaldo adecuado. Aunque el acaudalado padre de Donald, Fred Trump, pensaba que esas ideas de su hijo eran tonterías y no tenían mucho sentido, el joven Donald, aún aspirante a empresario, ganó un poderoso aliado en el impenitentemente descarado abogado y manipulador político Roy Cohn.

Fascinado por el potencial que veía en un impetuoso y lanzado Donald, Roy enseñó al joven todo lo que sabía sobre cómo converti r un sistema corrupto en benefi cio propio mediante tácticas retorcidas y despiadadas. Al final, ambos creían que lo único que importaba era ganar por cualquier medio posible.

Ahora, con 'The apprentice. La historia de Trump', el aclamado cineasta iraní-danés Ali Abbasi realiza su primer largometraje en inglés con un convincente estudio de una historia de éxito estadounidense por excelencia. La película representa una nueva marca de agua alta del visionario director que saltó a la fama internacional con su segunda película, Border (Gräns), que ganó el Prix Un Certain Regard en el Festival de Cannes 2018 y pasó a ganar una nominación al Oscar® y seis nominaciones a los Premios del Cine Europeo (y una victoria). Su conti nuación, Holy Spider (La araña sagrada) de 2022, también se estrenó en competición en el Festival de Cannes (ganando el premio a la mejor actriz para su protagonista, Zar Amir-Ebrahimi) y cosechó importantes elogios en todo el mundo.

Para Abbasi, 'The apprentice. La historia de Trump' nunca pretendió ser un relato convencional de la vida del propio Trump. Más bien, quería elaborar un estudio más íntimo de un capítulo de la vida del hombre, un capítulo que llegaría a tener amplias implicaciones en la cultura estadounidense y en el mundo en general. «Esto no es un episodio de History Channel», dice Abbasi. «No es un biopic de Donald Trump. No nos interesan todos los detalles de su vida de la A a la Z. Nos interesa contar una historia muy concreta a través de su relación con Roy y de la relación de Roy con él».

Esa relación se convirti ó en una fuente particular de fascinación para el guionista y escritor Gabriel Sherman a raíz de las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016, que, para sorpresa de muchos, llevaron al franco magnate al Despacho Oval.

El veterano periodista político conocía a fondo la derecha estadounidense, ya que había cubierto el parti do republicano y la campaña presidencial de Donald Trump para medios como New York Magazine y Vanity Fair, y había escrito en 2014 la aclamada biografí a del fundador de Fox News, Roger Ailes, The Loudest Voice in the Room. Sherman había entrevistado a Trump en numerosas ocasiones, desde su primer trabajo en el New York Observer, cuando era un reportero novato en la sección inmobiliaria.

En la primavera de 2017, cuando Trump apenas llevaba unos meses en la presidencia, Sherman continuaba sus conversaciones con fuentes de larga trayectoria, muchas de las cuales señalaron que durante su campaña y sus primeros días en la Casa Blanca, Trump desplegaba tácti cas que había aprendido de Cohn. «Roy le enseñó cómo usar la prensa, que mantener tu nombre en las noticias era una forma de conseguir poder», dice Sherman.

Fue entonces cuando se le ocurrió a Sherman la idea de hacer una película basada en su relación. «Se me ocurrió un día: hay una película sobre cómo este mentor, Roy Cohn, enseñó a su joven acólito cómo hablar y cómo utilizar todas sus lecciones en el oscuro arte de conseguir poder», dice el guionista.

Cuando se dispuso a escribir su primer guion, Sherman se embarcó en un período de intensa investigación, leyendo biografí as de ambos y buscando en YouTube imágenes de los años setenta y ochenta. También entrevistó a personas que habían conocido a Trump de niño, así como a anti guos colegas de profesión de Cohn, entre ellos su anti gua ayudante Susan Bell y otros de su bufete neoyorquino Saxe, Bacon & Bolan. Lo que se llevó fue la impresión de una relación que moldeó tan profundamente a Trump que era casi imposible imaginar que hubiera llegado a las alturas que alcanzaría más tarde sin la tutela del abogado.

«La gente piensa en Trump como una máquina de indignación, una figura odiosa y divisiva, y en muchos sentidos es como un actor interpretando un papel, pero lleva tanto tiempo interpretándolo que se ha convertido en su identidad», dice Sherman. «Pero cuando tenía veinte años y estaba empezando, era una persona mucho menos formada. Era agresivo y ambicioso. Pero si ves sus primeras entrevistas, te das cuenta de que habla en voz baja, algo dubitativo. Tiene su encanto. Es un poco inseguro, lo contrario del hombre que conocemos hoy. Esa fue una de las partes más emocionantes del proyecto, explorar este lado de esta persona del que nadie habla realmente».

Por encima de todo, Cohn estaba ferozmente comprometi do con el avance de su propia ideología conservadora y dominaba implacablemente a cualquier enemigo que se atreviera a desafi arle. En una escena crucial de 'The apprentice. La historia de Trump', Cohn comparte sus «reglas para ganar» con su protegido; Trump no sólo se las tomó en serio, sino que se convirti eron en un mantra para el futuro presidente:

Regla 1. Ataca. Ataca. Ataca.
Regla 2. No admitir nada. No admitas nada. Niégalo todo.
Regla 3. Reclamar la victoria y nunca admiti r la derrota.

Fue entonces cuando Baer se propuso encontrar un director que viera esta historia a través de una lente agudamente inventi va. Dada la controversia que los cineastas entendían que podría generar 'The apprentice. La historia de Trump', dadas las personalidades que la rodean, tanto el productor como el guionista estuvieron de acuerdo en que necesitaban un artista intrépido que pudiera abordar el drama sin prejuicios ni agendas personales, alguien que empatizara con los personajes en toda su riqueza y complejidad.

«Mi peor pesadilla para 'The apprentice. La historia de Trump' era que fuera algo predecible o soso, o en el otro extremo, una polémica políti ca que no fuera más que una caricatura unidimensional», dice Sherman. «Quería escribir personajes tridimensionales, complicados, imperfectos, sorprendentes y frustrantes, como lo son las personas reales». Añade Baer: «Sabía que esta película tendría tantos retos inherentes por el camino, y no quería añadir otro más haciéndola percibir como una declaración política de un director estadounidense.»

Esa búsqueda condujo a Abbasi, que ya había demostrado su notable facilidad para las narraciones poco convencionales pero incuesti onablemente convincentes. Con Border, por ejemplo, contó la historia realista mágica de un agente de la patrulla fronteriza que puede oler la vergüenza, el miedo y la culpa de los viajeros, pero no como una película de género tradicional. En su lugar, Border combinó hábilmente el realismo social con el folclore sueco para elaborar una poderosa alegoría sobre el trato que reciben las minorías en la sociedad contemporánea. También cuenta con las dinámicas interpretaciones de dos talentosos protagonistas que trabajan bajo capas de maquillaje protésico.

«Me encantó Border por su forma audaz y creativa de explorar temas culturales», dice Baer, y añade que sabía que 'The apprentice. La historia de Trump' “necesitaría ese ti po de visión”.


Encontrando a Roy y Donald: El cásting
Para que la película tuviera éxito, era absolutamente esencial elegir a los actores adecuados para interpretar a Donald y Roy. El guion de Gabriel Sherman no los había pintado como monstruos repelentes, sino como seres humanos con profundos defectos que buscan no sólo poder y riqueza, sino también aceptación, incluso amor. Desde los primeros días de su parti cipación, Abbasi sinti ó que había encontrado a su joven Trump en un actor: Sebasti an Stan.

Aunque en aquel momento era más conocido por sus papeles en varias superproducciones de Marvel, Stan tenía un admirable historial en películas de menor presupuesto aclamadas por la críti ca. Había trabajado con el guionista y director Steven Soderbergh en la comedia de humor Logan Lucky, y había protagonizado I, Tonya, de Craig Gillespie, ganadora del Oscar®. En esa película, Stan interpretaba a Jeff Gillooly, marido de Tanya Harding, aspirante olímpica a pati nadora sobre hielo en los 90, que urdió un complot para atacar a la principal competi dora de su esposa, Nancy Kerrigan.

La directora de casting, Carmen Cuba, propuso inicialmente a Stan interpretar a Trump, y el actor sinti ó curiosidad por saber más directamente de Abbasi. Él y la directora pasaron dos horas hablando sobre Zoom en 2019, y en lo que a Abbasi respecta, el papel era de Stan. «Una cosa es obviamente sus habilidades y su talento y todo eso, pero sentí que quien quiera hacer esto, necesita tener un compromiso personal que es algo por encima de lo profesional. Esa persona era Sebasti an, él me apoyó, apoyó el proyecto y el personaje», dice Abbasi.

«Al interpretar a personas reales, hay un aspecto técnico que es muy necesario: básicamente te sumerges en el personaje todo el tiempo», dice Stan. «Siempre que iba en el coche, de paseo, de compras, cuando estaba con la familia o los amigos o lo que fuera, lo escuchaba sin parar y lo veía sin parar. Reproducía imágenes una y otra vez. Para mí, no hay forma de meter eso en mi torrente sanguíneo hasta que se convierte en parte de cada minuto».

Con Stan comprometido a interpretar a Trump, los cineastas se centraron en encontrar a su Roy Cohn. Jeremy Strong, ganador de un premio Emmy® y que había interpretado al siempre atormentado Kendall Roy en la aclamada serie de HBO Succession, se perfi ló rápidamente como uno de los principales candidatos. Strong había conocido a Abbasi en el Festi val de Telluride en 2022; al verano siguiente, se sentó con el director para hablar de trabajar juntos en 'The apprentice. La historia de Trump'.

«Me enteré de la película y me quedé boquiabierto de que fuera a abordar este tema y de que se ofreciera inmediatamente [a interpretar a Roy]», dice Strong.«Me pareció que el guión estaba dibujado con maestría, era incisivo e increíblemente vívido, y sabía que combinar el guión veraz, preciso y exhausti vamente investi gado de Gabe con la sensibilidad punk rock de Ali daría como resultado algo radical».

Strong también emprendió un intenso periodo de investi gación, estudiando vídeos de Cohn para captar su voz única y hablando con el escritor Ken Aulett a, que hizo un famoso perfi l del abogado para Esquire, para comprender mejor su psicología. «A Roy le encantaba decirle a la gente que Donald era su ‘mejor amigo’», dice Strong. «Y mira, Roy era despiadado y cruel, y muchos creían que era un monstruo impenitente. Pero... era fruto de un matrimonio sin amor y se pasó la vida apuntalando un vacío interior con un deseo voraz de acumular infl uencia y poder como protección contra su propio odio hacia sí mismo y la vergüenza por su homosexualidad. Era complejo y tal vez irremediablemente imperfecto, pero como todas las personas, quería ser amado. Y creo que encontró, y más tarde perdió, eso en su relación con Donald Trump».

'The apprentice. La historia de Trump', por supuesto, no es la primera vez que Cohn ha servido como personaje central en una narración fi cti cia. Cohn, homosexual en el armario que murió por complicaciones del sida, desempeña un papel central en la producción de Tony Kushner, ganadora de un premio Tony y un Pulitzer, sobre el impacto de la mortal enfermedad en la década de 1980, Angels in America. En la adaptación de 2003 de HBO, ganadora de un premio Emmy®, Al Pacino, uno de los ídolos profesionales de Strong, interpretó a Cohn.

A la pregunta de si intentó diferenciar su retrato de Cohn de los anteriores, Strong explica: «No me propuse hacer nada conscientemente; sólo seguí el rastro tenue de la intuición combinada con una enorme canti dad de investi gación». Por supuesto, el Cohn de Pacino es innegablemente brillante... como lo es el retrato dimensional y mordaz que Tony hace de Cohn en Angels. Este Cohn vive más en un paisaje infernal Lynchiano, una especie de Francis Baconmeets-garish-Vaudeville retrato de la psique americana».


Un estudio de carácter, un cuento con moraleja
Es una idea antigua, la del protegido que absorbe la sabiduría de su mentor y perfecciona esas ideas hasta tal punto que se hace con la posición de dominio.Por un lado, esa es una forma acertada de caracterizar la historia de 'The apprentice. La historia de Trump', pero el director Ali Abbasi prefi ere ver la película como un potente estudio de la transformación.

«Como en cualquier relación, la transformación va en ambos sentidos: no es sólo Donald quien se transforma por su relación con Roy, sino también Roy quien se transforma a través de esa relación», dice Abbasi. «Espero que la gente, independientemente de lo que piense de Donald Trump, pueda ver la película y experimentar realmente esta relación. No pretende ser un ataque ideológico ni un debate polémico.

Se trata de retratar cierta complejidad en estos seres humanos». Para Abbasi y sus socios creati vos, la película también está diseñada para ser una críti ca al sistema que ayudó a elevar a Trump y Cohn y sus fi losofí as de «el ganador se lo lleva todo» al centro de la vida moderna. «Trump y Cohn son el producto de una cultura claramente estadounidense de ‘suma cero’», explica Baer. «No importa dónde uno se encuentre en el espectro político estadounidense, tenemos que mirar eso, entenderlo y, de alguna manera, asumir la responsabilidad por ello»

«Espero que desafiemos al público a reflexionar sobre por qué los hombres fuertes que adaptan la realidad a su versión de ella son tan seductores», añade Baer. «También quiero que el público tenga una visión fugaz de las motivaciones muy humanas y relacionables que hay detrás de la celebridad/político que es Donald Trump».

El guionista Gabriel Sherman explica: «El mundo en el que vivimos ahora fue moldeado por la relación entre estos dos hombres en este momento específi co en el ti empo.Vivimos en un mundo en el que la verdad es relativa, en el que los hechos no son más que una competi ción entre diferentes narrati vas, en el que la realidad es lo que tú dices que es en lugar de lo que realmente es, en el que lo más importante en la vida es ganar; lo único que importa es ganar.Y la forma de ganar es atacar a tus enemigos y no admitir nunca que te equivocas, no retroceder nunca, redoblar siempre la apuesta.

«Espero que el público vea que EL APRENDIZ es un cuento con moraleja sobre lo que ocurre cuando una persona decide que lo único que le importa en la vida es ganar», continúa Sherman. «Creo que es una forma corrosiva, tóxica y destructiva de enfrentarse al mundo.Espero que esta película ayude al público a ver que éste es el mundo en el que vivimos, pero que no es la única forma de vivir». Concluye Abbasi: «La historia de la película no es la historia del Presidente Donald Trump, sino de la relación entre Donald y Roy, y también de un sistema. Hay gente como Napoleón, que creó un sistema, y gente como Roy Cohn, que navegó por un sistema existente. No creo que Roy Cohn creara la corrupción y el turbio mundo de la política estadounidense, pero desde luego perfeccionó el arte de utilizarlo. La película trata tanto del sistema como de estas personas».

«En la vida, hay dos tipos de personas. Hay asesinos y hay perdedores». -Donald J. Trum