Dos pobres diablos, cincuentones, dos perdedores natos al borde de la desesperación, el taxista Augusto y Julio, un antiguo especialista de cine que evoca a menudo aquellos maravillosos tiempos, se ven envueltos en un buen lío cuando, buscando dar el gran golpe que la vida les ha negado, aceptan el encargo de efectuar una operación clandestina en Perpignan a cambio de un millón de euros.
En su peripecia, se verán acompañados por el suegro de Augusto, Melquiades -que sufre una divertida demencia senil- y una prostituta, Lola a la que más tarde se le une Emma, un tipo de mujeres al que Julio se muestra gran aficionado.
En la consecución de su objetivo tropezaran con un grupo de mafiosos traficantes que no parecen dispuestos a que Julio y Augusto se salgan con la suya.