La película se rodó íntegramente en exteriores en la ciudad de Nueva York durante el otoño de 2003. "Ismail Merchant y yo queríamos hacer una película que se desarrollara aquí, en Nueva York", comenta el productor Richard Hawley. "La productora ha tenido su sede central aquí durante más de cuarenta años, pero no habíamos rodado una película en la ciudad de Nueva York desde 'Esclavos de Nueva York', hace veinte años".
La productora reclutó al director Chris Terrio, un joven escritor y director que reside en Nueva York, que ha trabajado como ayudante de James Ivory y ha dirigido varios pequeños proyectos para la productora, para que elaborara un guión en colaboración con la dramaturga Amy Fox basado en la obra de teatro de ésta y que llevaba dos años intermitentes en proceso de desarrollo en la productora. Terrio comenzó a trabajar en el proyecto en 2002.
"Me gustó el hecho de que muchos de los personajes fueran jóvenes que se enfrentaban al tipo de problemas a los que te enfrentas cuando te hayas al final de la veintena, cuando no estás seguro del todo de quién eres y de lo que quieres hacer con tu vida", afirma Terrio, al que contrataron para hacer la película cuando tenía 25 años. "Y, además, estaba el hecho de que se desarrollaba en Nueva York, mi ciudad natal". Ismail Merchant y Richard Hawley tenían muy claro que la película se rodaría exclusivamente en exteriores en la ciudad de Nueva York. "La autenticidad que se logra rodando aquí no se puede reproducir en ningún otro lugar", afirma Merchant. "Las vistas de Nueva York que obtuvimos en esta película no se pueden captar en un estudio en Burbank, en el centro de Los Ángeles, o en las poco convincentes calles de Toronto". "Cuando ves esos lugares de rodaje representando a Nueva York, en el fondo, siempre tienes la sensación permanente de que no lo es", afirma Hawley.
La película supone una vuelta de tuerca al clásico género de películas sobre Nueva York: las vidas de varios personajes entrelazadas, conexiones que se revelan a medida que avanza el día. La película comienza, según Terrio, como si se tratara de una comedia matrimonial, sin embargo, a medida que se desarrolla el día y la noche, el estilo de la película se disuelve, el diálogo se dispersa y el estado de ánimo general se nubla. Terrio afirma que estaba más interesado en las posibilidades de la última tercera parte de la película, cuando las diferentes relaciones que hemos conocido fracasan o se reafirman. "En su origen, toda la película era una comedia que evolucionaba hasta convertirse en una especie de farsa", afirma el director. "Quise llevarla en la dirección opuesta". Ese cambio de tono, a medida que avanzan el día y la noche, en parte estaba inspirado en la obra del legendario dramaturgo neoyorquino Edward Albee. "Albee fue, durante un breve período de tiempo, mi mentor en el oficio de escribir", afirma Terrio. "[Sus obras] 'Un equilibrio delicado' y '¿Quién teme a Virginia Woolf?' tienen una estructura similar a la que hemos utilizado en esta película: se desarrollan en una noche y, a medida que avanza la noche en el mundo, se va ensombreciendo, aunque al final sale el sol".
El proceso de desarrollo de los personajes se llevó a cabo con la ayuda del reparto. Terrio cita específicamente la influencia de Glenn Close a la hora de crear el personaje de Diana: "En realidad, el personaje evolucionó con Glenn", afirma el director. "No era un papel que estuviera escrito y Glenn siguiera al pie de la letra. Muchos de los pequeños retazos de improvisación de la película son obra de Glenn y hay escenas enteras basadas en las ideas que aportó Glenn durante los ensayos".
Lo mismo se aplica a Isabel, interpretada por Elizabeth Banks. "Elizabeth es increíblemente culta pero no había leído Emma, de Jane Austen, de forma que se lo regalé", afirma Terrio. "Ese libro es quizás el mejor ejemplo de una joven aparentemente muy despierta que comprende la vida de los demás pero que está ciega acerca de la suya propia. Esto, y muchas otras cosas, fundamentó nuestro trabajo pero, a fin de cuentas, la Isabel de la pantalla es creación de Elizabeth".
El reparto de la película lo forma un vertiginoso conjunto de actores de gran talento, muchos de ellos residentes en la ciudad de Nueva York. "Reunimos a un asombroso conjunto de intérpretes para que actuaran 'En la cumbre'", afirma Hawley. "Tanto los actores más jóvenes como los más veteranos: nuevos talentos frente a reputadas estrellas del cine. Tenemos a George Segal actuando junto a James Marsden, Isabella Rossellini actuando frente a John Light [un joven actor británico], Glenn Close frente a jóvenes actores que anteriormente nunca habían actuado en una película".
La elección del reparto fue una operación delicada emprendida con el Director de Casting James Calleri, que es el director de casting de la venerada compañía de teatro de Nueva York Playwrights' Horizons. "La elección del reparto en esta película era difícil porque había que engranar muchísimas químicas distintas para que las escenas funcionaran", afirma Terrio. "Afortunadamente, al comienzo no había involucrado ningún estudio que nos exigiera cierto número de nombres conocidos. Si a mí me gustaban los actores e Ismail [Merchant], Richard [Hawley] y James [Ivory] estaban de acuerdo, se reclutaban independientemente de que fueran estrellas o desconocidos". Hawley añade: "Pero básicamente, Chris y yo recorrimos nuestra lista de miembros del reparto con los que soñábamos y después fuimos tras ellos, uno a uno, hasta que los conseguimos. Fuimos eligiendo durante todo el rodaje, obteniendo al actor idóneo para cada papel, independientemente de los problemas de disponibilidad de los actores. Nunca seleccionamos a alguien que no fuera perfecto para el papel".
Entre el reparto se encuentran Eric Bogosian, que interpreta a un director de teatro de Nueva York; Michael Murphy, que interpreta a un director del New York Times; y el cantante Rufus Wainwright, que interpreta al ex novio de uno de los personajes. Terrio afirma que seleccionar a Wainwright fue un reto particular para él. "Soy fan de la música de Rufus desde hace mucho tiempo", afirma Terrio, "y seguía pensando en él cuando pensaba en Jeremy, a pesar de que, que yo supiera, nunca había participado en ninguna película. Finalmente, le localizamos y le invité a un café; me dijo que sólo haría la película si tenía una escena con Glenn Close". Terrio afirma: "Si no hubiera habido una escena así en el guión, la hubiera escrito".
Hay gente que se sorprende al saber que "En la cumbre" es una película contemporánea y se debe a que Merchant Ivory tiene bastante fama de producir suntuosas adaptaciones de época. "James Ivory ha dicho que toda película es una pieza histórica: una instantánea de un lugar y un momento determinados. 'Lo que queda del día' es una película de época, pero también lo son 'Taxi Driver' y 'Vivir sin aliento'". "En la cumbre", afirma el director, "se sitúa en un segmento muy concreto de la ciudad de Nueva York, en el perímetro específico de un conjunto de edificios".
"Esta película no pretende ser una muestra representativa y completa de Nueva York", afirma Terrio. "Es mucho más pequeño que todo eso. Yo crecí en un barrio obrero de un municipio a las afueras y la gente con la que me crié no está reflejada de ninguna manera". Pero, según el director, la película es un retrato preciso del pequeño mundo de unos jóvenes neoyorquinos que acaban de salir de la universidad, muchos de los cuales luchan por forjarse una carrera en el mundo del arte. "Es un mundo que conozco muy bien porque ahora vivo en él", afirma Terrio.