La recién divorciada Meg Altman y su hija Sarah, forman parte de un juego mortal, cuando tres intrusos invaden brutalmente su hogar: Brunham, Raoul y Junior. Ahora están atrapadas en la habitación del pánico de su casa de Nueva York, una cámara oculta construida como refugio, con cuatro muros de hormigón, línea de teléfono independiente, un conjunto de monitores que controlan todos los rincones de la casa y una impenetrable puerta de acero. En un momento, esta habitación se convertirá en el centro de atención ya que lo que buscan los intrusos está en el interior de ésta.