Royal Tenenbaum y su mujer Etheline han tenido tres hijos: Chas, Richie y Margot que han seguido caminos diferentes, pero al cabo de los años se vuelven a encontrar. Chas ha trabajado desde muy joven en el sector inmobiliario, y parecía tener un don sobrenatural por las finanzas internacionales. Margot fue dramaturga y obtuvo una beca Braverman de 50.000 dólares cuando aún estaba en el instituto. Richie fue campeón junior de tenis y ganó los campeonatos de Estados Unidos tres años consecutivos. Pero todos los brillantes recuerdos de los jóvenes Tenenbaums quedan repentinamente borrados por dos décadas de traiciones, fracasos y decepciones de las que consideran que su padre es el principal responsable.