Un barco, aparentemente cargado de juguetes procedentes de Oriente, parte hacia las playas del sur de Argentina llevando oculta, en un doble fondo, una carga mortal de residuos radiactivos.
Alarmados por el peligro que significa para sus vidas y luego de la muerte inexplicable de numerosos peces, los animales del océano emiten un sonido especial -detectado por radares de diferentes países- para alertar a los delfines y lobos marinos del oceanario. Éstos, desesperados por hacerse entender, se declaran en huelga e interrumpen sus actuaciones. Nadie comprende su extraña conducta: ni los entrenadores ni los científicos. Sólo Lola, una bióloga apasionada por los animales, advierte que hay un mensaje, pero no logra descifrarlo.
Serán los niños del lugar y un viejo marino español que navega en compañía de su mentiroso loro quienes entenderán este desesperado pedido de auxilio e intentarán impedir que el siniestro capitán llegue a destino con la basura tóxica y provoque un desastre ecológico.
Pero los animales proporcionarán otra ayuda: se transformarán mágicamente para poder comunicarse con los humanos, derribando la barrera de la racionalidad que impide a éstos comprender lo que sucede.