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  Les Côtelettes  Dirigida por Bertrand Blier
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Selección oficial del Festival de Cannes de 2003 - En competición. El reparto está encabezado por Philippe Noiret (El cartero y Pablo Neruda, La hija de D'artagnan), Michel Bouquet (Elisa, Cómo maté a mi padre), Farida Rahouadj (Paparazzi), Catherine Hiegel (Felpudo maldito) y Hammou Graïa (Unidos por las armas); dirigida por Bertrand Blier.

Les Côtelettes nos invita a un encuentro que más bien es un choque entre dos mentalidades, entre dos modos de ver la vida, el amor, la muerte, y la mujer que atiende las labores domésticas. Philippe Noiret y Michel Bouquet encarnan a los personajes principales de esta confrontación tan chirriante como conmovedora.

René Cleitman, coproductor de la película junto con Luc Besson, explica: "Supe de la pieza teatral como simple espectador. Me gustó mucho. Pero en aquel entonces ni se hablaba de la adaptación cinematográfica. No fue hasta más tarde que el propio Bertrand vino a proponerme la producción. Eso me hizo muy feliz, pues conocía el valor de su texto y me apetecía mucho volver a trabajar con él. Nos conocíamos desde hacía mucho porque había producido Traje de etiqueta (Tenue de soirée, 1986). Me encanta su mirada sobre la existencia y los individuos. Se hace el duro, pero es sólo apariencia ; se oculta tras un argumento a menudo ácido o provocador porque teme que la vida sea demasiado cruel con la gente".

El productor prosigue: "Siempre he prestado la máxima atención a los proyectos de Bertrand, participe o no en ellos. Tenía plena confianza respecto a lo que él podía aportar a esta adaptación. Hay un estilo que le es propio, que lo domina todo en el proceso de creación de un film, desde la escritura del guión al montaje. Como dialoguista, no tiene igual. Él sólo encarna todo un universo cinematográfico. Y además, para mí estaba la ocasión de reencontrarme con Philippe Noiret y de conocer a Michel Bouquet".

"Me tentaba igualmente la idea de compartir el tiempo con Bertrand en pos de un proyecto. Es un hombre interesante, inteligente, cultivado, refinado y remarcablemente divertido... Me parece que ha madurado mucho, que su serenidad ha crecido. Mantiene una gran perspectiva respecto a todo cuanto atañe a la vida".

René Cleitman añade: "Sin dejar de ser fiel a la esencia de su texto teatral, Bertrand ha efectuado una reinterpretación total del tema. La obra teatral es una cosa, y la película es otra. No se trata en absoluto de teatro filmado. Lo ha repensado todo; ha adaptado todo al celuloide, apoyándose plenamente en unos actores excepcionales que dominan el texto a la perfección. Su puesta en escena no ha sido sino una fuente inagotable de sorpresas y hallazgos para todos nosotros. Aún así, cabe admitir que con Les Côtelettes hemos jugado a seguro, pues cuando una pieza de teatro obtiene un éxito tan remarcable, como mínimo se sabe que los espectadores no van a salir decepcionados".

Michel Bouquet comenta: "Si el film lo hubiera realizado alguien distinto a Blier, si hubiera sido un hombre de teatro el que la hubiera rodado, hubiera declinado hacerla.

Bertrand es un maestro de la puesta en escena y su escritura es magnífica. No sentía inquietud, aunque sí curiosidad. Estaba convencido de que los personajes poseían suficiente realidad interior como para poder existir bajo todas las formas. En el teatro, estos dos hombres se hablan; en la película, todos los personajes cobran vida de modo concreto. Se materializan, y viven aquello que en la obra teatral sólo se explica. Abandonamos el terreno del recitado para avanzar hacia la farsa. Descubrimos a la Muerte, un personaje casi simpático ; después de todo, sólo hace su trabajo.

Bertrand ha conseguido revisitar su texto; ha logrado trasladarlo. Es apasionante vivir esta experiencia. Siempre me ha convencido el interés de sus películas, por su manera de realizar un cine contemporáneo que nos es cercano. Sabe captar lo divertido, la ironía, y el auténtico sentido de las situaciones. Hace uso de la risa para decir, con ligereza pero de frente, las verdades de la vida. Su mirada cáustica y tierna puede generar miedo u ofender. En cuanto a esto, me parece hallar cierta filiación con Renoir; Bertrand Blier es, ante todo, un gran observador de los sentimientos"
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