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  Bombón, El perro  (Le chien)
  Dirigida por Carlos Sorín
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Festival Internacional de cine de San Sebastián 2004 SECCIÓN OFICIAL. Premio FIPRESCI de la Crítica Internacional.

Nuestra opinión
Enternecedora. Esa es la palabra que mejor puede describir Bombón, El perro. Juan Villegas, de 52 años, sin malicía, ni siquiera sabe leer, va afrontando diversos obstáculos en la sociedad "rural" argentina, con ese toque de drama que el director Carlos Sorín, sabe acercar a comedia. El otro protagonista y que da el nombre a la película es un perro, Bombón, que Villegas tiene la fortuna de conocer y cambiarle la vida...


Notas de producción
La filmación tuvo lugar en escenarios naturales de la Patagonia argentina, durante los meses de Noviembre y Diciembre de 2003.

Nuevamente, al igual que en "HISTORIAS MINIMAS", el director eligió trabajar con personas sin formación actoral. Para integrar el elenco se realizó un casting por muchas provincias: Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, Chaco, Corrientes, Neuquén, Río Negro y Santa Cruz.

Esta película ha obtenido las siguientes Declaraciones de Interés:
Interés Cultural Nacional - Secretaría de Cultura de la Presidencia de La Nación
Interés Provincial - Gobierno de la Provincia de Santa Cruz
Interés Turístico Provincial - Subsecretaría de Turismo de la Prov. de Santa Cruz
Interés Cultural Provincial - Subsecretaría de Cultura - Provincia de Buenos Aires
Interés Municipal - Municipalidad de Bahía Blanca

Notas del director
"Bombón - El Perro" es una continuidad de mi film anterior "Historias Mínimas", porque aquí vuelvo a trabajar con personajes simples, narrados en forma minimalista e interpretados por no-actores. Quizá hablar de personajes simples sea en sí mismo una simplificación. En realidad no hay personajes simples: el universo interior del más humilde campesino ecuatoriano es tan insondable como el de un profesor de filosofía. La diferencia está en que este último reflexiona y comunica mayormente a través de la palabra; y aquel, más elemental, a través de gestos y silencios. En cine siempre he preferido lo gestual a lo textual. Una mirada, un silencio, un pequeñísimo rictus adivinado en un primer plano, comunica con mayor contundencia que la retórica de la palabra. Y eso es lo que pasa con los personajes "simples": hay que leerlos en los ojos. Pienso que es ahí donde el cine asume el gran legado de la pintura. La mirada abatida de Felipe IV en los últimos retratos realizados por Velázquez nos dice más de la tragedia de ese rey, que todos los volúmenes que pudieron haberse escrito sobre el tema. En "Bombón - El Perro" vuelvo a trabajar con no-actores. Esto proviene de algunas experiencias filmando gente real, que tuve en mi carrera como director de cine publicitario. También, de la influencia que he recibido de varias películas del cine independiente actual, que trabajan en el difuso límite entre la ficción y el documental. En general me atrae más el documental que la ficción, así como las biografías más que las novelas. Es que trabajando con gente real, lugares reales y luz real, pienso se atenúa la manipulación y el engaño que inevitablemente lleva implícitos el cine. El cine es un engaño desde lo más básico. Ese hombre corriendo no está corriendo. Son imágenes fijas, proyectadas con intervalos de oscuridad. Sólo una deficiencia fisiológica -la persistencia retiniana- me hace verlas en continuidad como un hombre corriendo. Si el sistema nervioso fuese perfecto, el cine no sería posible. Y es así como el cine nace de una incapacidad. A partir de ahí todo sigue siendo un engaño. Los barcos de esa batalla naval no son barcos, el príncipe no es príncipe y los enamorados que se besan, en realidad no están enamorados (al menos no entre ellos...). Por otro lado, lo que siempre me atrajo del documental -y especialmente de las imágenes dramáticas de los documentales de guerra- es que nada ni nadie pretende ser lo que no es. Tiene la contundencia de estar cerca de lo verdadero. Me preguntaba si era posible contar una historia de ficción que, como las viejas mantas que hacía la abuela con trozos de distintas telas, sea contada con trozos de realidad, de verdad. Donde los que aparecen, en buena parte "son" y no "pretenden ser". De ahí surge lo de trabajar con gente real pero bajo una condición: ellos no hacen de actores -porque en todo caso, mayormente serían malos actores- sino de sí mismos. Quienes interpretan los personajes de "Bombón - El Perro" son exactamente iguales a los personajes. No en lo anecdótico -porque tienen otros oficios y viven en otros lugares- pero sí en lo esencial, en el alma. La idea es que de esa superposición surjan momentos, trozos verdaderos. Un ejemplo: el rostro fascinado de Juan Villegas-personaje cuando cuatrocientas personas lo aplauden por haber ganado un trofeo en la exposición canina, después de haber vivido veinte años en la soledad de una estación de servicio de una ruta perdida, es intenso y verdadero. Porque es el mismo rostro de fascinación de Juan Villegas -persona- a quien, en el mismo momento, aplauden cuatrocientos extras, después de haber vivido sus últimos veinte años estacionando autos en la soledad de un garaje. La situación es distinta, pero el sentimiento es el mismo. Si la cámara puede captarlo es que estamos ante un trozo de documental, un trozo de verdad. Al final de los títulos, van a ver la conocida frase que dice: "Los hechos y personajes de esta película son ficticios. Cualquier semejanza con hechos y personas reales es mera coincidencia". No lo crean del todo: en esta película ni los personajes y situaciones son enteramente ficticias, ni las semejanzas fueron una mera coincidencia.

Los personajes
JUAN VILLEGAS (JUAN VILLEGAS)
Es su debut cinematográfico. Cuida un garaje cercano a la productora de Sorín. Ahora, terminado el rodaje volvió a su oficio habitual. Pero a Sorín le da cierto pudor que luego de haber protagonizado su film, le estacione el auto nuevamente.

WALTER DONADO (WALTER DONADO)
También debuta en actuación. Fue ex-combatiente en la guerra de las Malvinas. En los últimos años se especializó en conseguir todo tipo de animales para filmaciones y espectáculos. Hace muy bien su trabajo y es muy requerido por aquellos que, con urgencia, pueden necesitar un león, un chimpancé o un cardumen de pirañas.

GREGORIO (BOMBÓN O LECHIEN)
Dogo argentino. Hijo de ACG - Estuque de Santa Isabel y Pacha, de Nueva Córdoba. Ha obtenido innumerables trofeos en exposiciones caninas de diversas partes del mundo. Este es su debut cinematográfico. Sus ídolos son Lassie y Rin-tin-tin.

MICOL ESTÉVEZ (GRACIELITA)
Tiene nueve años y de todos los que participan del film es la única con sólida experiencia. Es actriz desde los cuatro años y trabaja asiduamente en cine, televisión y teatro.

KITA CA (LA SEÑORA DE LA ESTANCIA)
Es la terapeuta gestáltica a la que recurrió el encargado de casting en busca de apoyo psicológico y terminó participando en el film.

PASCUAL CONDITO (PASCUAL)
Conocido distribuidor cinematográfico argentino. Comercializó con gran éxito "Historias Mínimas".

CLAUDINA FAZZINI (CLAUDINA).
Asistente de producción en comerciales dirigidos por Carlos Sorín. Este es su debut cinematográfico.

CARLOS ROSSI (EL GERENTE).
Es director de prensa del Consejo Deliberante de Bahía Blanca. Hasta el mismo momento de la filmación creyó que se trataba de una broma organizada por sus amigos.

MARIELA DIAZ (LA HIJA).
Santiagueña. Es docente en un colegio secundario. Participó hace tres años en "Historias Mínimas". Esta es su segunda película.

ROSA VALSECCHI (SUSANA).
Vive en Viedma. Es empleada judicial, docente y actriz amateur. También participó en "Historias Mínimas" y esta es su segunda película.