La historia empieza en una tranquila mañana de un día laborable cuando un banco abre sus puertas. Antes de que nadie se de cuenta de lo que pasa, un grupo de cinco ladrones encapuchados y vestidos de negro irrumpen en el banco y toman a todos como rehenes. Rn breve la policía llega y rodean a los atracadores. El cabecilla LORENZ (interpretado por Wesley Snipes) pide un negociador. Exige que sea el DETECTIVE QUENTIN CONNERS.
Conners (interpretado por Jason Statham) vuelve a su puesto tras su reciente expulsión causada por un incidente fortuito que terminó con la muerte de un rehén, y la expulsión definitiva del cuerpo de su entonces compañero el DETECTIVE YORK. Su supervisor, el CAPITÁN JENKINS se ve forzado a readmitir a Conners para el caso del banco, pero le pone a trabajar con un recién llegado de la academia de policía, el novato DETECTIVE DEKKER (interpretado por Ryan Phillipe). Juntos llegan al banco para encontrarlo rodeado por un equipo de la SWAT. Conners contacta con Lorenz y comienza un proceso de negociación, ya que encuentra a Lorenz muy tranquilo, su discurso lleno de enigmas. Viendo que necesita mover ficha, Conners organiza una táctica muy precisa de entrada al banco, pero el eqipo de la SWAT sin querer se inmiscuye, causando una serie de explosiones innecesarias, fuego y disparos que convierten el banco en una batalla campal. A pesar de que Lorenz y sus hombrea utilizan algunos de los rehenes como escudos humanos, muchos de los clientes consiguen escapar vivos del caos reinante. Sin embargo, cuando se despeja el humo, Conners se da cuenta de su error. Los ladrones han escapado camuflados entre los rehenes.
Conners y Dekker se apresuran a revelar el objeto del robo. Parece que no se han llevado dinero, pero inmediatamente sospechan de las cajas de depósito. Visionan los videos de vigilancia y así identifican un sospechoso: un conocido criminal llamado DWAYNE RICHARDS.
Una visita al apartamento de Dwayne se convierte en una persecución en coche por las calles de la ciudad. Dekker se sube a una moto y provoca que Dwayne se estrelle con el coche. Cuando los detectives vuelven a la casa encuentran $50.000 robados de la sala de pruebas de la comisaría de policía. Lorenz llama a los detectives al apartamento y comienzan a jugar al ratón y al gato. Les explica que tienen hasta el día siguiente para encontrarle, antes de que desaparezca para siempre.
Los detectives pronto se encuentran descubriendo una gran conspiración que llega hasta la comisaría de policía, lo que explica la facilidad con la que loa atracadores escaparon del banco y la torpeza del equipo de la SWAT. Están en juego 1 billón de dólares sacados del banco por medios electrónicos durante la confusión, lo que explica que no faltara nada de las cajas fuertes. Cuando los detectives por fin logran acorralar a sus principales sospechosos en la casa de un oficial de policía corrupto, una explosión les sorprende con la muerte de Conners como resultado.
Ahora Dekker está solo, forzado a descubrir un complejo misterio en su primer día como detective. Consigue desenmascarar la auténtica identidad de Lorenz, quien resulta ser el primer compañero de Conners, el Detective York. Antes de que York pueda escapar, Dekker le hace frente en un tiroteo mortal que se termina con la muerte de York.
Pero el misterio no se resuelve con eso. Porque el cerebro de la operación aún está vivo... Conners vuelve a aparecer de repente, con una llamada a Dekker revelando que no sólo fingio su muerte, sino que era él desde el principio junto con su compañero York/Lorenz los que estaban detrás de todo el plan. Para decepción de Dekker, Conners cuelga, embarca en un avión y se escapa con el crimen perfecto a sus espaldas.