San Hilario vivía de su espléndido cementerio y de la habilidad de sus gentes para organizar los entierros más hermosos. La gente viajaba a San Hilario a morirse a gusto. Las prisas y la modernidad casi han dejado al pueblo sin trabajo y es por eso que, ahora, esperan anhelantes la llegada de Germán Cortés.
Germán, un nuevo cliente, desea morir en el pueblo y esto permitirá a sus habitantes esmerarse como nunca y, probablemente, remontar el negocio.
Todo se complica cuando Germán muere antes de llegar a su destino y, por error, los de San Hilario dan la bienvenida a un prófugo de la justicia. Éste, por esconderse, no deshace el malentendido y asiste, atónito, a la preparación de su entierro.
Una reflexión sobre la vida a través de la muerte, narrada en tono de comedia y con pinceladas de realismo mágico. Su protagonista es Germán, un personaje que aprende a amar la vida y a través del cual conocemos el día a día de un pueblo, San Hilario, que vive de su cementerio y en el que cada personaje simboliza una actitud ante la muerte.