Basada en la primera novela escrita por Hunter S. Thompson, la película Los diarios del ron narra la cada vez más desquiciada historia del itinerante periodista Paul Kemp (Johnny Depp). Cansado del ruido y la locura de Nueva York, así como de los opresivos convencionalismos de unos Estados Unidos en las postrimerías de la era Eisenhower, Kemp viaja a la prístina isla de Puerto Rico para trabajar en un periódico local, The San Juan Star, dirigido por el apesadumbrado editor Lotterman (Richard Jenkins). Perfectamente adaptado a la rutina de la isla, que básicamente consiste en sumergirse en ron, Paul se siente inmediatamente fascinado por Chenault (Amber Heard), una mujer de Connecticut, de salvaje belleza, y novia de Sanderson (Aaron Eckhart). Sanderson, un hombre de negocios implicado en sospechosos asuntos inmobiliarios, es uno más del creciente número de empresarios norteamericanos decididos a convertir Puerto Rico en un paraíso del capitalismo al servicio de los más pudientes. Cuando Sanderson encarga a Kemp que le escriba un artículo a favor de su último proyecto deshonesto, el periodista se encuentra ante la disyuntiva de utilizar sus palabras para beneficiar económicamente a los corruptos empresarios, o bien emplearlas para desenmascarar a esos bastardos.
Sinopsis larga
La película Los diarios del ron cuenta la historia de Paul Kemp (Johnny Depp), un periodista trotamundos y borracho a tiempo completo, que viaja hasta Puerto Rico para trabajar en The San Juan Star, un fallido periódico local dirigido por el estresado editor Lotterman (Richard Jenkins). Al incorporarse a su trabajo, Kemp conoce a Sala (Michael Rispoli), un competente pero derrotado fotógrafo, y ambos se convierten en inseparables amigos de copas y comparten piso mientras realizan tareas de poca enjundia para el periódico.
En una noche estrellada, nada más verla aparecer, Kemp se queda absolutamente prendado de Chenault (Amber Heard), la increíblemente sexy novia-trofeo de Sanderson (Aaron Eckhart), un corrupto hombre de negocios que vive como un rey en su magnífica casa de diseño situada al lado del mar. Sanderson intuye que Kemp le puede resultar útil en sus aventuras empresariales y le invita a conocer a sus socios, que planean la construcción de hoteles y apartamentos de lujo en una isla absolutamente virgen que está cerca de la costa. Sanderson le pide a Kemp que escriba en su periódico a favor de dicho complejo urbanístico, pero Kemp se muestra remiso inicialmente, pues recela de la legalidad de tal acuerdo. Tras compartir con Sala una salvaje noche de alcohol y sufrir un altercado con la policía local, Kemp se enfrenta a una larga temporada en la cárcel, hasta que Sanderson utiliza su influencia para sacarle de apuros. Ahora que se halla en deuda con este hombre tan poderoso, Kemp no tiene otra opción que aceptar su deshonesta propuesta, además, Sanderson hace la oferta aún más atractiva al prestarle su coche, un espléndido Corvette rojo, y pedirle que vaya a recoger a su novia. Kemp y Chenault emprenden un peligroso viaje alrededor de la isla, y a su regreso, el deseo que ella le suscita definitivamente se ha convertido en obsesión.
Los sentimientos contradictorios de Kemp respecto a su misión se acrecientan cuando Sanderson organiza una excursión a la zona donde se propone realizar el proyecto urbanístico. La belleza natural del lugar abruma a Kemp, y su enojo va en aumento cuando oye hablar a los compinches de Sanderson de expulsar a los habitantes locales y convertir la isla en un destino turístico. Para animar a Kemp, Sala le invita al Carnaval que se celebra en la isla de Santo Tomás, donde se encuentran casualmente con Sanderson y una Chenault considerablemente ebria. Todos juntos, trasladan su fiesta a un tórrido night-club, donde el lascivo comportamiento de Chenault sobre la pista de baile conduce a un altercado con los autóctonos del lugar.
Kemp y Sala regresan a su apartamento en San Juan, donde se encuentran con Moberg (Giovanni Ribisi), un violento y excesivo periodista local de The San Juan Star cuya vida gira exclusivamente en torno a las drogas y el alcohol. Moberg les ofrece una potente droga alucinógena, y tras una noche llena de visiones terroríficas, Kemp se sienta ante su máquina de escribir y empieza a aporrear las teclas, despotricando sobre la corrupción y la codicia que observa a su alrededor.
Kemp está totalmente decidido a publicar su artículo contra Sanderson cuando Moberg le cuenta que Lotterman ha cerrado el periódico. Contra todo pronóstico, Kemp logra convencer a Moberg y Sala de que deben conseguir suficiente dinero para publicar una última edición del periódico que desvele la corrupción de Sanderson y desenmascare a ese grupo de bastardos.