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  A golpes  Dirigida por Juan Vicente Córdoba
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Producida por Enrique Cerezo, P.C., A golpes cuenta entre su reparto con Natalia Verbeke, Daniel Guzmán, Juana Acosta, María Vázquez, Zay Nuba, Marian Alvarez, Andrés Gertrúdix y Javier Pereira.

Juan Vicente Córdoba tenía claro desde el primer momento quien debía interpretar este papel: "escribí el guión pensando en Natalia Verbeke para el personaje de María, una boxeadora que necesita reconciliarse con su pasado y que representa el más claro símbolo de la lucha por el ascenso social. Natalia tiene en la mirada esa mezcla de fuerza y de dolor que necesitaba para dar vida a María".

Juan Vicente Córdoba (El director)
Como director y guionista:

2003 - Yo soy de mi barrio (Nominado a los premios Goya al mejor cortometraje documental)
2000 - Aunque tú no lo sepas
1995 - Entrevías (cortometraje)
1990 - El rey tuerto (cortometraje)

Como guionista:
1996 - Alma gitana, de Chus Gutiérrez

La lucha por alcanzar un sueño
A GOLPES surge como respuesta a un sentimiento que llevo dentro y tuve la necesidad de expresar mientras escribía el guión. Nace como un grito de protesta, protesta que consigo alquimizar y expulsar durante el rodaje y que, tras el montaje, me invita a una profunda reflexión.

A GOLPES abarca una intensa mirada sobre la juventud actual de los barrios obreros de la periferia de Madrid, ese otro lado del jardín, hogar de miles de inmigrantes españoles que llegaron a la capital hace décadas en busca de una vida mejor y que acogen, hoy en día, a la mayor parte de los extranjeros que buscan una nueva vida.

A GOLPES es el testimonio de una sociedad cada vez más violenta. Según fuentes policiales se calcula que sólo en Madrid hay 2000 pandilleros incluyendo todas la bandas callejeras que conviven en la región. No podemos obviar que cada vez existe más violencia entre la juventud española.

Y varias son las causas que se pueden apuntar, por ejemplo que muchos jóvenes marginados no tienen trabajo, viven conflictos sociales como la violencia doméstica, el tráfico de drogas, abandonan el colegio a temprana edad, hay choques étnicos entre bandas, la búsqueda de la vida fácil. Algunos, recurren al delito como búsqueda de su identidad e imponen su ley en el barrio. Como motor de una forma de vida, muchos jóvenes de hoy en día, convierten la violencia y la brutalidad inexplicable en una manera de trasgresión.

A GOLPES echa una ojeada sobre esas gentes sencillas de vida intensa, cuya grandeza es sobrevivir a la dura realidad a las que el sistema les ha conducido, cuya gesta es tener fuerzas suficientes cada amanecer y luchar contra el infortunio y mantener intacta la inocente capacidad de asombrarse ante las alegrías, que también las tienen. Son los hijos del agobio y del deseo, ángeles y diablos, mezcla de bondad y malicia, torpeza y sagacidad, ternura y rudeza, generosidad y ruindad, fortaleza y debilidad, sentimentales y almas de cántaro, inocentes y taimados, honestos y mendaces, rebeldes y sumisos, valientes y cobardes, sobre los que sobrevuelan arraigadas herencias culturales como el machismo, el racismo, la violencia conyugal, la intolerancia y venenosas lacras sociales como el paro, la droga, la marginación y la pobreza, pero que aún manejan valores en desuso, como conciencia de clase, orgullo, dignidad, lealtad y solidaridad.

A GOLPES trata sobre mujeres que se han criado en lo duro y están dispuestas a todo porque el mundo está mal hecho. Chicas de clase trabajadora que sueñan transformar el mundo gris heredado por sus padres, a las que se les hace tedioso levantarse cada día para dejarse la vida en el trabajo y que desean llegue la noche para poder disfrutar. Chicas que viven al límite, que no son niñitas criadas entre algodones sino fieras que pueden arañar, que sobreviven con uñas y dientes porque saben que si no muerden y no clavan las uñas se hunden.

Trata sobre aluniceros, esos jóvenes que empotran los coches contra las lunas de las joyerías para robar dentro. Como el personaje de María - Natalia Verbeke -, una mujer joven que necesita reconciliarse con su pasado y que lucha por alcanzar el ascenso social por la vía del boxeo. O como Fran el Bala - Daniel Guzmán - que no puede comprometerse con ninguna mujer porque está comprometido con su familia de origen, su madre. O como Juanita - Juana Acosta -, una chica colombiana que vive la vida al momento. O como Vicky - María Vázquez -, a la que le gustaría volver a escribir su vida pero no puede modificar su destino. O como Mena - Marian Álvarez - , alocada y en la cuerda floja, cuyo sueño es salir del barrio. O como Nitzia - Zay Nuba -, marroquí, que sufre el dolor de no traicionarse a sí misma abriéndose a las nuevas costumbres del país dónde vive sin abandonar sus raíces.

Y también trata sobre el valor de los sueños, las ilusiones y las esperanzas, siempre con un resquicio abierto para que se cuele la esperanza y alcanzar la felicidad. Como en el personaje de Lola - María Reyes Arias -, la peluquera madura que vuelve al lugar de origen y recupera los viejos sueños de juventud animándose a seguir luchando por ellos sin tregua, sin retirada, sin rendición y acaba recalando en el puerto del amor. O como Mariano - Alfredo Villa -, un ex - boxeador herido que ayuda a los jóvenes del barrio y que vuelve a creer en la vida.

Personajes con vidas maltratadas que pertenecen a una España diferente, esa otra España metida hasta hace poco en una guerra lejana sin sentido, que sufre los despidos, que al final de cada día de trabajo busca alguna razón para creer, pero que en muchos casos es empujada sin remedio a delinquir para poder vivir y que no se ve reflejada en esa ola maniquea de prosperidad que presentan los líderes políticos.

A GOLPES es una historia de conspiración de coincidencias que se sustenta en esa delgada línea que nos lleva de la alegría al dolor. Del realismo más sucio al intimismo más susurrante. Una historia que contiene temas propios de la juventud: frustración, malestar y rebeldía. Una historia que muestra, construida a pinceladas, retazos de vida de una generación que destila una mezcla de amargura, ternura y clarividencia. Una historia sobre desarraigados con un corazón hambriento. Una historia sobre el barrio como mosaico multicolor que, a modo de crisol, transita entre varios sentimientos: rabia, dolor, tristeza, culpa, alegría y amor. Una historia actual de situaciones y vivencias más comunes de lo que pensamos y que se nutre de la realidad más sincera y humilde. Una historia callejera con continuos contrastes entre: Suavidad y Garras, Ternura y Clima Animal que transmiten una atmósfera de autenticidad. Una historia transmisora de un sentimiento positivo y de un idealismo tangible.

He intentado hacer una película sobre el barrio como foco humano solidario, que respire verdad y sea desgarradora y honesta, que emocione y conmueva, que aporte algo y que sea tratada no solo como objeto de evasión o entretenimiento. Y que, como capa subterránea, muestre una verdad social incómoda de contemplar, que contraste con la España de grandes esperanzas y mirada limpia que se ha insistido en mostrar en los últimos tiempos.

Y confieso que he acabado mostrando por los personajes una evidente simpatía y complicidad de fondo, que nace de su, todo lo inconsciente que se quiera, cuestionamiento del orden establecido. A GOLPES es una película de acción pero también de contemplación.