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  Apostando al límite  (Two for the Money)
  Dirigida por D.J. Caruso
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D.J. CARUSO (Vidas ajenas, The Salton Sea) dirige este tenso thriller escrito por DAN GILROY (Misión explosiva, Freejack/Sin identidad). El productor es JAY COHEN (La tentación/A Walk on the Moon). WAYNE MORRIS (American Outlaws) es el coproductor. DAN GILROY & RENE RUSSO; GUY McELWAINE (The Good Shepherd) & DAVID C. ROBINSON (El exorcista: el comienzo) son los productores ejecutivos. APOSTANDO AL LÍMITE está producida por JAMES G. ROBINSON (Amor a quemarropa).

El equipo técnico que ayuda a D.J. Caruso a capturar el tenso mundo de las apuestas deportivas está compuesto por el director de fotografía CONRAD W. HALL (The Punisher/El castigador, La habitación del pánico); el montador GLEN SCANTLEBURY, nominado por la Academia (El padrino, parte III, Drácula de Bram Stoker); el diseñador de producción TOM SOUTHWELL (Vidas ajenas, The Salton Sea); el compositor CHRISTOPHE BECK (Bajo el sol de la Toscana, ¡Salvados!); y la diseñadora de vestuario MARIE-SYLVIE DEVEAU (The Perfect Man, "Mujeres desesperadas").

Hacía tiempo que Dan Gilroy, guionista y productor ejecutivo, tenía ganas de enfrentarse a una película como APOSTANDO AL LÍMITE, inspirada en una historia real. Buscaba una auténtica historia de apuestas que se alejara del jugador absorbido en una espiral descendente. En su opinión, James Caan ya había hecho una interpretación magistral de ese personaje en El jugador.

También sabía que debía hablar de las apuestas deportivas, pero nunca imaginó que un caddy le proporcionaría la clave de la historia. Dan Gilroy recuerda que hace unos seis años, en un campo de golf, un joven le dijo: "Oiga, ¿quiere oír una historia para una película?". "La historia me enganchó", nos dice el guionista. El caddy era Brandon Link y era su historia.

Brandon Link, ex jugador de baloncesto en el circuito universitario, con una rodilla lesionada y pocos conocimientos, empezó a trabajar vendiendo productos por teléfono. Un día, sustituyó a un compañero que asesoraba a personas que realizaban apuestas deportivas por teléfono. "Descubrió que tenía un auténtico don para escoger a los ganadores", dice Dan Gilroy. Su racha llamó la atención de una empresa de asesoramiento de Nueva York, y el resto es historia.

"La película se basa a grandes líneas en lo que le pasó", dice Dan Gilroy, aunque el juego pasó de baloncesto a fútbol, y se dio más profundidad a la historia. "Me interesaban las empresas dedicadas a los deportes, los asesores deportivos, poder echar un vistazo a esa subcultura totalmente legítima a las puertas de un enorme negocio nada legal", recuerda el guionista. "Es una película acerca de la gente que se alimenta de los apostantes, esos hombres que hacen girar los 200.000 millones de dólares que mueve el mundo de las apuestas".

Según el director D.J. Caruso, amante de los deportes y apostante ocasional, el guión de Dan Gilroy "me hablaba. Estaba buscando un tema dramático y esta historia hablaba de temas familiares como la corrupción de la inocencia, qué ocurre después y cómo regresa uno al punto de partida. El viaje de Brandon me intrigó; también me atraía la idea de llevar el mundo de las apuestas deportivas a la gran pantalla. Siempre se oye hablar de eso, pero nunca se ve nada".

Matthew McConaughey se apuntó a la película. Cuando D.J. Caruso se apuntó al proyecto, Rene Russo y Al Pacino, ganador de un Oscar y nominado a otros ocho, no tardaron en aceptar formar parte de él. "Buscaba una historia dramática y un papel para interpretar a un vendedor, me vino como anillo al dedo", recuerda Matthew McConaughey. Como ex jugador de fútbol, también disfruta prediciendo los ganadores de los partidos del fin de semana. En su opinión, Brandon era un ganador seguro.

"El fútbol lo es todo para Brandon. Lo entiendo, también significa mucho para mí porque soy un deportista", dice. "Es por la pureza del juego, no es el dinero. Brandon siempre ha sido un ganador, un chico que se ha esforzado para conseguir algo. Es un buen jugador que se lesiona. Intenta seguir jugando, pero debe ayudar a su madre y a su hermano pequeño. Le pagan diez dólares la hora por trabajar vendiendo por teléfono. Sabe mucho de deporte y no le cuesta predecir quién ganará los partidos. Entonces le llama un hombre al que no conoce de nada y le ofrece trabajar para él haciendo lo mismo. Suena muy fácil".

Matthew McConaughey, Rene Russo y Armand Assante están de acuerdo a la hora de señalar el factor que más les motivó: Al Pacino. "Puso el listón muy alto", dice Matthew McConaughey.

"Es uno de los grandes actores de nuestros tiempos, además de ser una persona asombrosa y generosa a la hora de trabajar", opina Armand Assante.

Según Rene Russo: "Hay algo en él que me hace sentir como si perteneciéramos a la misma familia. Quizá sea porque ambos somos sicilianos. Podría estar casada con él. Mi marido ha escrito un papel genial para mí, y he tenido la oportunidad de interpretarlo con Al. Hay una escena realmente asombrosa y, sinceramente, si no vuelvo a rodar nada más, no me importa. He hecho esto, y ha sido genial".

D.J. Caruso describe a Al Pacino como "la base. Es el núcleo del grupo de actores. Su personaje está en el centro de todo. Al siempre está dispuesto a probar cosas diferentes, no le asusta que no salga bien. Viéndolo, Matthew y Rene también se lanzaron. Cuando se practica un deporte con alguien que tiene mucha más experiencia, al parecer, intentamos emularlo. Creo que Matthew le emuló. Fue mucho más lejos de lo que esperaba. Nunca he trabajado con un actor tan preparado como Matthew".

La necesidad constante que tiene Walter de estar al borde del abismo para sentirse vivo es lo que más atrajo a Al Pacino. "Walter tiene que sentir que pierde porque así sabe dónde está, quién es. Es parte de su identidad. Es lo que más asusta y menos se entiende de la adicción", dice Al Pacino. "Por eso me atrajo la historia y me apetecía hacer el papel".

"Brandon se convierte en un punto de enfoque para Walter; puede empezar a vivir a través del chico", sigue diciendo Al Pacino. "El chico es un genio. Es el Mickey Mantle de las apuestas, y Walter es lo bastante inteligente para descubrirlo. Quiere convertir al joven en lo que él nunca fue. Ha llegado a un punto en el que necesita un cambio. Quiere a su mujer y a su hija. Está convencido de que lo pasarán muy mal si él muere y no lo deja todo atado. Brandon es la solución. Es una oportunidad para poner orden en su vida. Cree que podrá dejar a Brandon a la cabeza del negocio".