Entrevista con el director: Goran Paskaljevic
P: En otoño de 2003, anunció la pre-producción de su nueva película 'Sueño de una noche de invierno.' ¿Cuál fue su fuente de inspiración?
Desde hace algún tiempo, las condiciones han permitido la vuelta al poder, por la puerta trasera aunque no oculto, a las fuerzas del viejo régimen de Slobodan Milosevic, que han comenzado a ocupar su lugar. Los juegos políticos y la máquina propagandística han comenzado de nuevo. Con el pretexto de las elecciones 'democráticas' y con la excusa de 'actuar en interés del país', Serbia se encuentra ahora dominada por aquellos que la implicaron en 10 años de conflictos sangrientos y estancamiento económico. La vida continúa como si todo se hubiera olvidado, como si nada hubiera pasado. Podemos decir que se desarrolló una especie de 'autismo' con el cual una parte de la población serbia y de la élite de la nación se sienten identificadas. Así que he tratado de reflejarlo.
P: ¿Es ese el motivo por el que ha participado activamente en la campaña del candidato demócrata Boris Tadic, durante las recientes elecciones presidenciales?
Sí. Y por fortuna ganó, aunque el margen con el candidato del nacionalismo más extremo fue muy estrecho. Y eso me da esperanzas para pensar que Serbia tendrá el coraje de enfrentarse a su pasado para buscar el camino hacia la integración en la Unión Europea.
En cierto momento incluso pensé en titular la película "Wake Up!" Pero dejemos la política a un lado.
P: ¿Qué puede decirnos del autismo?
No sé mucho sobre esta enfermedad. Así que me puse en contacto con especialistas que me dieron información sobre esta enfermedad, que se caracteriza principalmente por un desarrollo claramente deficiente de la interacción social. Se debe sobre todo al hecho de que para una persona autista, sus pensamientos son los pensamientos de todo el mundo. Por lo tanto no siente la necesidad de comunicarse con los demás y, como consecuencia, interioriza su propio mundo. A pesar de todo, la gente que padece la enfermedad goza de una inteligencia normal.
Durante una visita a un centro para niños autistas, conocí a Jovana, una niña de 13 años. Tardé varios días en ser el mismo de nuevo después de este primer encuentro, y fue una gran impresión encontrarme por primera vez en mi vida con alguien que padecía autismo. Caí inmediatamente bajo los encantos de Jovana, una niña que es diferente pero tan conmovedora y llena de vida. Una vez que acepta comunicarse con alguien, a su manera, normalmente divertida, tiene sorpresas inolvidables que ofrecer.
A partir de ahí escribí el guión de 'Sueño de una noche de invierno' con mi amigo Filip David.
P: ¿Qué puede contarnos de la historia?
La película cuenta la historia de Lazar, un hombre que acaba de pasar diez años entre rejas acusado de asesinato y que ha decidido deshacerse de su sórdido pasado y comenzar una nueva vida en un país que también parece querer avanzar hacia un futuro mejor. Lazar se cruzará en su camino con Jasna y su hija Jovana, una niña autista, ambas refugiadas de Bosnia y que como él, quieren olvidar un pasado difícil. Estos tres seres a los que la vida ha tratado tan mal, comenzarán a conocerse a sí mismos. Poco a poco construirán una vida juntos, para formar una familia. Pero el barniz del cambio comenzará a quebrarse y la realidad de una sociedad que, a pesar de las apariencias no ha superado su difícil pasado, les destrozará de nuevo.
P: ¿Ha hecho una película política?
No. Aunque en un principio la idea surgió de este estado de 'autismo' en el que se ve envuelta parte de la población serbia. Lo que me interesó es la historia de este encuentro entre un hombre con un pasado terrible que ha estado encerrado durante diez años, excluido de la sociedad por su crimen y esta niña autista, también excluida de la sociedad, no por su culpa sino simplemente por la enfermedad que padece. La metáfora política subyacente sólo aparece como tema de fondo.
P: ¿Qué le hizo elegir a una persona autista para interpretar el papel de Jovana?
Por supuesto, enseguida surgió la cuestión de quién interpretaría el papel de esta niña autista. ¿Lo haría Jovana u otra niña que interpretase el papel de una persona autista? Entonces surgieron dos problemas. El primero es la autenticidad del personaje y estaba claro que ninguna niña, excepto una niña autista, podría expresar lo que es realmente el autismo. Pero también está claro que filmar a una niña autista es muy complicado y arriesgado y, por lo que yo sé, ningún director lo ha hecho hasta ahora en ninguna película.
El segundo problema, según él, era el aspecto 'moral'. Uno podría pensar que hacer que una niña autista actúe en una película supone un ataque a su integridad por su discapacidad. Bien, al principio encontré la respuesta a esta cuestión en el texto de la Declaración de Derechos de Personas Discapacitadas distribuida por las Naciones Unidas, que dice que toda persona física o mentalmente discapacitada tiene los mismos derechos que los demás de acceder a lo que la sociedad pueda ofrecerle, particularmente en lo que a la educación y cultura se refiere.
Por otro lado, cuando uno lee los distintos informes de especialistas en esta enfermedad, todos coinciden en afirmar que el mejor modo de integrar a los niños autistas en la sociedad es permitirles comprender su entorno social, desarrollar sus habilidades e incrementar al máximo su autonomía ayudándoles en la medida de lo posible a abandonar su mundo interior. Estos especialistas también hacen hincapié en el hecho de que a menudo, las personas autistas se consideran criaturas extrañas o pueden incluso darnos miedo, aunque conocerlas resulte muy enriquecedor. Todo lo que pueda hacerse para conocer y comprender mejor esta enfermedad sólo puede llevar a una mayor integración de las personas autistas en nuestra sociedad.
P: ¿Cuál fue la reacción de los actores profesionales cuando les dijo que iban a trabajar con una persona autista?
Al principio se sentían un poco ansiosos pero cuando Jasna, que interpreta a la madre en la película, comenzó a visitar a Jovana y a su madre real, esta ansiedad se transformó rápidamente en un gran sentimiento de ternura. Y no fue fácil para Jasna, que tenía que venir de Sarajevo para visitarla. Con Lazar, al contrario, pensé que sería mejor que el primer encuentro tuviese lugar durante el rodaje.
P: Durante el rodaje, ¿notó algún cambio en el comportamiento de Jovana?
Sí. Al principio, era 'incontrolable' en el sentido de que sólo hacía lo que quería. Por eso al filmar una escena corta, por ejemplo, dejábamos la cámara rodando durante 15 o 20 minutos, hasta que lográbamos las reacciones que valían para la historia. Entonces, poco a poco, comenzó a interesarse en la gente que la rodeaba, comenzó a reaccionar a mis instrucciones y puedo decir que en cierto modo, comenzó a 'interpretar' su papel. Esta situación es la que me obligó a rodar con toda la iluminación posible y a usar dos mini-cámaras DV para después transferir la película al formato de 35 mm.
Pero lo que más placer me produjo fue el cambio en la actitud de la gente del pueblo de Jovana. De hecho, desde que saben que actuó en una película con Lazar Ristovski, que es muy conocido en Serbia, y nos vieron a los tres caminando por la calle, algunos que solían mirar hacia otro lado cuando se encontraban con Jovana y su familia, ahora la llaman por su nombre de pila y la saludan.
Por eso decidí, con el consentimiento de sus padres y de los médicos que la tratan hace años y que estuvieron presentes durante el rodaje, que Jovana interpretase el papel de la niña autista en mi película.
Para concluir, me gustaría citar esta hermosa frase del Profesor Tomkiewicz: 'la mayor violencia que uno puede ejercer sobre un niño autista es dejarle estancarse en su autismo.'
Entrevista de Miroslav Vuck