Mejor conocido por sus bellos y sensibles retratos de China, el director Zhang Yimou explica que él no es un experto director de películas de acción sino un estudioso entusiasta del género. Después de su primera incursión en las películas "wuxia" (género de espadachines y caballería) con la nominada a un premio de la Academia Hero, Zhang se enganchó a la acción. "Esta vez soy más valiente y estoy más acostumbrado al género", dice el director más célebre de China. "Se puede decir que esta película es un tributo al género wuxia".
El punto de vista de Zhang Yimou de las películas wuxia tiene relación con uno de los maestros del género, King HU. La obra de Hu, que incluye el Gran Premio de la Técnica del Festival de Cine de Cannes por A Touch of Zen (1969) ha marcado la pauta desde hace tiempo de los temas y las convenciones del género wuxia: La Batalla del Bosque de Bambú, el caballero errante, la acción con espadas, las luchas por una causa política o patriótica - estos son legados de Hu que Zhang Yimou ha estudiado y ha vuelto a confeccionar por si mismo.
La Casa de las Dagas Voladoras (Shi mian mai fu) puede ser una excitante película de acción, pero también lleva la marca de Zhang Yimou en la exquisita belleza visual y en la incisiva historia. "No quiero hacer una película de artes marciales ordinaria", explica Zhang, "Quiero hablar de pasión, de personajes interesantes, mi propio estilo wuxia. Esta es una historia de pasión y de amor- puede ser una película wuxia, pero también es una historia de amor evocadora y romántica".
A pesar de ser uno de los actores principales más conocidos de Asia, Takeshi Kaneshiro estaba acobardado por el director nominado tres veces al Premio de la Academia. "Estaba preocupado por decir algo incorrecto o a cometer errores, pero el director siempre me animaba", dice el actor japonés taiwanés, "Él explicaba lo que quería, y escucharle era como oir a alguien contar una historia - entraba en trance, y despertaba sabiendo exactamente lo que tenía que hacer".
Para la megaestrella de Hong kong, Andy Lau, fue el punto de vista de la historia del director lo que probó ser una sorpresa y un placer. "Cuando acepté el papel, pensé que habría muchas escenas de lucha, pero luego me di cuenta de que Yimou quería un retrato profundo del personaje y los rasgos de su personalidad. Zhang Yimou ponía la cámara sobre ti y allí la dejaba. Y si eres bueno, eres bueno. Y si no, bueno". Para Zhang Yimou, no hay debate sobre si Lau es bueno o no. "Él es un gran actor", dice Zhang. "Puede llorar una y otra vez cinco tomas seguidas, lo que no es fácil - y siempre está mejorando".
Zhang Ziyi, que ha colaborado muchas veces con Zhang Yimou desde su debut en The Road Home, de Zhang, está muy impresionada con la mente inquisitiva del director y su forma poética de contar la historia. En La Casa de las Dagas Voladoras, Zhang Ziyi interpreta a una bailarina ciega que no es todo lo que parece. Para prepararse para su desafiante papel, Zhang vivió con una niña ciega durante dos meses. "Cuando esta niña tenía doce años", explica Zhang, "un tumor cerebral le causó la pérdida de la visión, al principio, no tenía ni idea de que el mundo de una persona ciega fuera tan diferente". El papel de Zhang Ziyi también le permitió mostrar su talento al bailar, una disciplina que ha practicado desde que tenía 11 años.
Zhang Yimou
Xian (China), 1950. Instruido en la Academia de Cine de Pekín, debutó con Hong gaoliang (Sorgo rojo, 1987), que obtuvo el Oso de Oro en Berlín. Varias de sus siguientes películas también lograron distinciones en festivales: Dahong denglong gaogao gua (La linterna roja, 1991), Qiu Ju da guan si (Qiu Ju, una mujer china, 1992), To live (¡Vivir!, 1994), Keep Cool (1997), Not One Less (Ni uno menos, 1999), The Road Home (El camino a casa, 1999) y Ying xiong (Hero, 2002). Presidió el Jurado Oficial en el Festival de San Sebastián de 1997.