Seminci de Valladolid 2004.
Leonardo Di Cesare (director y coguionista)
Nació el 2 de noviembre de 1968. Se inició en la Escuela Nacional de Arte Dramático (ENAD) donde estudió actuación.
Posteriormente, decidió seguir los estudios en Dirección de Teatro con el gran maestro Augusto Fernández.
Durante varios años asistió al taller de cine de José Martínez Suarez.
Trabajó como asistente de dirección en obras teatrales independientes y también como asistente de dirección en el largometraje La mitad negada de Augusto Fernández. Proyecto experimental el cual comenzó hace cuatro años.
La Biblia y el calefón (1998, realización de exteriores) y Sábado Bus (1999, dirección de exteriores) fueron su sostén económico durante varios años.
Escribió y dirigió los siguientes cortometrajes: Colonia Montes de Oca documental, que obtuvo cuatro premios en festivales nacionales (1993); Denevi a las tres, mención Festival Homenaje al Cine Argentino (1996); Tape nº 12, protagonizado por Miguel Ángel Solá (1997); Un perro, mención en el festival de Santa Fe (1998) y Black eleven, Premio al Mejor Guión en el Festival George Melies organizado por la embajada de Francia y Uncipar de Villa Gessell (1998).
Después de escribir dos proyectos para televisión y dos guiones de largometrajes, ganó el Concurso de guiones Primer y Segundo Largometraje del 2000 organizado por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, con su proyecto BUENA VIDA-DELIVERY.
En la actualidad, está escribiendo Fe, una historia de amor en el marco de las inundaciones de Santa Fe.
Filmografía (Director y guionista)
1993 - Colonia Montes de Oca (cortometraje)
1996 - Denevi a las tres (cortometraje)
1997 - Tape nº 12 (cortometraje)
1998 - Black eleven (cortometraje)
1998 - Un perro (cortometraje)
2004 - BUENA VIDA-DELIVERY
Notas del director
La película sufrió los efectos de la crisis de 2001 y está claro que si hubiésemos podido terminarla antes de ese año habría sido otra película (la adaptación final se hizo en 2002 y obviamente hubo que incluir pequeñas situaciones que identificaban ese momento).
Recibimos la primera cuota del INCAA y comenzamos la preproducción en septiembre de 2001. Como la segunda cuota no llegaba tuvimos que suspender el proyecto.
Decidimos retomarlo en una fecha que nos parecía buena, noviembre de 2001. El país iba de mal en peor. Llamamos al INCAA para saber qué pasaba con la cuota pendiente y nos aconsejaron tomarnos unas vacaciones. Unos días después el INCAA se quedó sin director y por el país pasaron cinco presidentes.
Después de la gran crisis de diciembre, retomamos las actividades en el mes de marzo.
Existieron otros pequeños problemas: el dólar se había disparado a 3 pesos. Pero igualmente decidimos comenzar.
Se presentó otro pequeño inconveniente: el dinero estaba en el banco y no había manera de sacarlo. Tuvimos que parar.
El poco dinero que quedaba lo pudimos retirar del banco, pero el dólar había subido a 3,5 pesos y seguía subiendo. Había que filmar rápidamente. Con equipo técnico nuevo decidido a trabajar en esas condiciones, retomamos la preproducción y en el mes de julio del año 2002 finalmente rodamos.
Parte de la película fue uno a uno, esto quiere decir que se hacía una toma y no se podía repetir porque el material fílmico era carísimo.
La filmación fue realmente complicada, sin tiempo y con poco dinero. Por las condiciones en que filmábamos, tuve que descartar escenas; hubo muchos condicionamientos que hicieron que toda la película fuera cámara en mano, cámara fija o con trípode: no nos podíamos arriesgar con travellings o cosas que ocasionaran tener que filmar otra toma, porque no teníamos material fílmico. De todas formas, yo cuidé mucho las actuaciones y el guión, más allá de tener que sacrificar otras cosas.
Como no había quedado como quería y además no se podía terminar, presentamos el trabajo a distintas fundaciones del exterior con la esperanza de poder terminarla.
Decidí mudarme y hacer un curso de "cómo criar y exportar caracoles". Cuando estaba recolectando y armando el galpón necesario para reproducción de los escargots me llegó un mail de Francia y luego de Holanda, eran las fundaciones del Fonds Sud Cinéma y el Hubert Bals de Rotterdam que habían seleccionado el proyecto para su terminación. También el INCAA nos dio el dinero que faltaba y pudimos terminar la película, que, más allá de contar una historia tan particular, con muchos detalles de nuestra cultura, me parece que tiene elementos muy universales.