Hernán tiene 24 años y un precario trabajo de mensajero.
Desde que su familia emigró a España huyendo de la crisis por la que atraviesa Argentina, vive solo en su casa familiar, ahora vacía y llena de recuerdos.
Está enamorado de Patricia (Pato), una empleada de una estación de servicio que está buscando hospedaje. Hernán se ofrece a alquilarle una habitación de su propia casa.
Al poco tiempo de convivencia comienza una relación amorosa aparentemente idílica. Pero, sorpresivamente, la familia de Pato llega desde una ciudad del interior y se alojan por una noche.