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  La bicicleta  Dirigida por Sigfrid Monleón
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Filmografía del director
Desde 1982 colabora en el semanario valenciano Cartelera Turia y en diversos medios de comunicación escritos y audiovisuales.

Ha escrito los libros La mirada secreta de Gianni Amelio (ed. Seminci, 1994), Los años más cortos de nuestra vida (en colaboración con Medardo Amor, ed. Filmoteca valenciana / Cinema Jove, 1995) y Paolo Branco: La producción independiente (ed. Filmoteca valenciana / Cinema Jove, 1999). Diplomado en dirección cinematográfica y televisiva por el Centro Sperimentale di Cinematografia de Roma (1984-1987).

Coproductor del largometraje El cielo sube (Marc Recha, 1991), ha dirigido los cortometrajes De los caníbales (1995), Si llegaso es regreso (1995, 2º premio en el Certamen Nacional de Cortometrajes de Alcalá de Henares) y Lo del ojo no es nada (1997, Semana Internacional de Cine de Valladolid), entre otros.

En 2001 estrena su ópera prima La isla del holandés, cuyos derechos de antena fueron adquiridos por Canal + y TVE, y ha sido premiada en los festivales de Málaga, Valencia, Tudela, Lorca, Guadarrama y Cartagena, y nominada al Goya al mejor guión adaptado.

Profesor del master de guión en la Fundación para la Investigación del Audiovisual (UIMP-Valencia, 2002-2004).
En 2003 dirige el mediometraje documental Karlitos (presentado en el festival de Gijón).
En 2004 participa en el largometraje colectivo Hay motivo con el corto Adopción. Este mismo año dirige Síndrome Laboral, largometraje para la televisión (Canal 9 y TV3), protagonizado por Carmelo Gómez, y realiza la versión cinematográfica de Carta de la Maga a bebé Rocamadour, la pieza teatral de Sanchis Sinisterra basada en la novela Rayuela de Julio Cortázar (en fase de montaje).

Notas del director
La bicicleta (antes Rodando) es la historia de una bicicleta. El título responde al movimiento de sus ruedas, radios, pedales, cadena, al ritmo en que se narra la historia y a su desarrollo circular.

La bicicleta cumple una función similar a la figurita de El valiente soldadito de plomo, el cuento de H. C. Andersen, pero en nuestra película los episodios de su historia no se narran de forma lineal, sino simultánea, sincrónica.
Las tres etapas de la existencia de nuestra bicicleta, que abarca desde su construcción en un viejo taller artesanal hasta encontrar su destino en una chatarrería, corresponden a tres etapas en la vida de las personas: la preadolescencia, la juventud y la ancianidad.

El niño Ramón, la joven Julia y la anciana Aurora son el verdadero eje de La bicicleta, el centro de una humanidad extraordinariamente próxima. Sus sentimientos y emociones, búsquedas y desplazamientos comprenden el dibujo completo de un organismo mayor, la ciudad contemporánea en plena transformación: La ciudad de Valencia.
Recorre La bicicleta los hitos arquitectónicos del nuevo paisajismo urbano y testimonia al mismo tiempo las mutaciones que están teniendo lugar en el tejido social y urbano, abierto como una sección arqueológica.
Por calles y autovías, entre automóviles y polución, La bicicleta concibe la expansión de la ciudad desde una escala humana, sobre una bicicleta, utilizando y prolongando un carril verde en los límites de una ciudad cuya identidad se altera continuamente.
La bicicleta es una experiencia cinética que recrea el movimiento incesante y el tiempo vertiginoso de la urbe contemporánea. Una espiral donde se funden los apuntes realistas y los planos "imposibles" de los efectos digitales.
¡Gira mágica rueda!

La bicicleta
El creciente uso de la bicicleta como medio de transporte habitual es un fenómeno imparable en las ciudades europeas. En una ciudad como Barcelona, por ejemplo, se estima que habitualmente circulan unas 30.000 bicicletas.

Como ocurre con otros aspectos relacionados con la movilidad urbana, el uso de la bici se produce con muchos problemas. Ni los conductores, ni los peatones, ni siquiera los propios ciclistas están con el actual estado de las cosas. Para unos, la proliferación de bicis en las calles representa un obstáculo para la fluidez del resto del tráfico. Otros se sienten amenazados por algunos ciclistas que circulan a su antojo en contra dirección.

Muchos ciclistas urbanos se sienten "bichos raros" en unas ciudades pensadas básicamente para los coches. Su apuesta por la bici se topa con el aumento del número de accidentes, la escasez e incoherencia de la red de carriles reservados para ellos, la falta de aparcamientos, los robos cada vez hay más numerosos... Los ciclistas urbanos reivindican el uso de la bici porque es un vehículo sostenible, que satisface necesidades actuales de movilidad en la vía pública sin comprometer los recursos de las generaciones futuras. No usa combustibles perecederos y no contamina.

Para asegurar que cada vez más ciudadanos se puedan mover de forma armónica con otras formas movilidad urbana, las entidades de usuarios proponen actuaciones como la construcción de aparcamientos y la creación de una red de itinerarios de acceso a los institutos de secundaria, centros universitario y de ocio.

En un mundo atenazado por el efecto invernadero, las mareas negras y las guerras por petróleo, los jóvenes se han colocado a la vanguardia de la reivindicación política a favor de este vehículo. Se han organizado en entidades federadas a escala europea, editan una revista y celebran una marcha reivindicativa al mes, denominada "masa crítica", que se celebra simultáneamente en las principales capitales del continente. De ellos depende que en un futuro este medio de transporte del salto definitivo.