Dirigida por Bertrand Blier
En un elegantísimo restaurante de los Campos Elíseos, La Maison du Caviar, tres veteranos actores, Jean-Pierre Marielle, Jacques Villeret y André Dussolier charlan animadamente. Súbitamente, Marielle repara en que el camarero ignora su demanda de un vaso de agua caliente para su café. Al actor le asalta una terrible pregunta: ¿Habrá pasado ya su hora? -"El actor que nadie escucha ni ve ha dejado de existir", dice Blier- ¿O quizá se trata de una vasta conspiración contra los actores? Va a tener que resolver el misterio. Mientras, sus compañeros de mesa, que acaso confunden su turbación con un reto interpretativo, la realidad con el oficio, no hacen otra cosa que sumirle aún más en su depresión, manifestando que ya es un actor viejo, y Marielle empieza a pensar que, efectivamente, ha perdido el poder de declamar: el camarero ha ignorado la petición porque ésta no ha sido suficientemente convincente.
Eso originará situaciones de lo más peculiares y surrealistas, protagonizadas por otros actores: Alain Delon saludando a los fantasmas de intérpretes fallecidos; Gérard Depardieu demostrando su fama de borrachín y sufriendo uno de esos accidentes de motos a los que es tan propenso...