Si preguntamos a Geoffrey Sax, el director de White Noise, a sus protagonistas Michael Keaton y Deborah Kara Unger o al productor Paul Brooks que fue lo que les atrajo del guión de este thriller sobrenatural, siempre obtenemos la misma respuesta: la idea de poder comunicarte con un ser querido que murió, más la pregunta de hasta donde puede llegar una persona para tener esa oportunidad y qué es lo que arriesgará para mantener ese contacto.
"Es una idea fascinante, la verdadera razón por la que quise hacerlo," dice Sax. "Creo que de cada 100 personas, 99 se lanzarían ante el hecho de pasar tan solo 30 segundos con una persona que perdieron, costara lo que costara. Darían todo un año de su vida, cualquier cosa. Al menos yo se que lo haría. Y supe tan pronto como leí el guión que de esta premisa se podía hacer una gran película".
Keaton, que admitió no haber dado mucha importancia al tema de las comunicaciones con el Más Allá antes de leer el guión de White Noise (a pesar de haber tenido experiencias inexplicables) recuerda la conversación que tuvo con Sax y Brooks. "Es algo que nunca me había parado a pensar pero según hablaba con Paul y Geoffrey sobre la película, me iban contando sus historias personales sobre sus padres, como les perdieron, lo unidos que estaban a ellos, y lo que harían con tal de poder de alguna manera contactar con ellos. Y dijeron que no se lo pensarían dos veces, incluso aunque solo tuvieran tres segundos de contacto no dejarían pasar la oportunidad. Estaba fascinado por esto, y cuanto más pensaba en ello, más me daba cuenta de que probablemente sea una respuesta universal"
Deborah Kara Unger, que se confiesa una sentimental, está de acuerdo con Keaton en el deseo de cualquiera de estar en contacto con aquellos que amamos, incluso aunque hayan muerto. "Odio decir adiós. Es horrible. Nunca le digo adiós a nadie," nos dice. "creo en mi imaginación un lugar en el que potencialmente pueda volver a verlos. Aunque suene muy tonto, así me siento más feliz"
Aunque Sax, Keaton y Unger comprenden perfectamente lo que lleva a la gente a intentar comunicarse con el Más Allá, sus opiniones con respecto al método que pueden utilizar, en concreto sus opiniones sobre el fenómeno EVP, son ligeramente diferentes. Keaton se define a si mismo como liberal dice que el fenómeno EVP es "sin lugar a dudas, extremadamente intrigante".
"No tenía ni idea de que el EVP existiera como fenómeno," dice Sax. "Felicité al guionista por sugerir el nombre. Le dije que en mi opinión EVP era un gran concepto y una gran idea y le pregunté como se le ocurrió". Cuando el guionista le dijo que el EVP era una práctica real utilizada por cientos de personas en todo el mundo, Sax se puso a buscar en Internet (la mayor fuente de información sobre esta materia) y se sorprendió del número de páginas web y la cantidad de información que había.
"Creo que es algo que tenemos que tomarnos en serio aunque todavía no hay nada de lo que haya visto que realmente me convenza de que existe. La verdad es que aunque solo el 1% de todos los casos sea real está claro que algo verdaderamente extraordinario está ocurriendo," nos dice Brooks. Además añade, "pensaba que el EVP era en realidad un paso más allá de las prácticas de Ouija, por tanto una forma mucho mas sofisticada de acceder al otro mundo. Es sorprendente cuando alguien revela los incontables ejemplos aparentemente auténticos y aterradores de las prácticas de Ouija a lo largo de los años"
Unger no nos da una opinión concreta del EVP como un medio para llegar a aquellos que nos dejaron, sino que deja claro que piensa que es "un poco arrogante por nuestra parte asumir que sabemos tanto como pensamos que sabemos, creo que somos muy ingenuos con respecto al tema de energía, y sobre los conceptos de tiempo, espacio y conciencia".
Siguiendo con el proceso de creación de este thriller paranormal, Keaton encontró en el guión de White Noise una oportunidad para contar la historia de un hombre normal en un viaje poco común, buscando respuestas en un territorio potencialmente peligroso. Lo que hizo que le atrajera de su personaje fue el deterioro y la destrucción casi absoluta con la que se encuentra una vez que las circunstancias le llevan a este terreno tan particular.
"Una de las primeras razones por las que quise hacer la película es por la trayectoria del personaje," nos dice. "Me gustan los thrillers que tratan el tema de lo sobrenatural, pero lo que de verdad me atrajo fue que éste en concreto trata de un personaje que vas viendo como va degenerando a lo largo de la película y se va obsesionando más y más con algo que su mente de arquitecto no puede entender que sea real... Y este tipo de viaje fue el que me llevó a hacer la película".
El lento pero firme declive de Jonathan Rivers era algo por lo que Keaton estaba verdaderamente intrigado, y sabía que el público también lo estaría. "Tenemos a este tipo empezando una nueva vida después del fallecimiento de su primera esposa," dice. Ahora ha encontrado a la mujer con la que quiere estar, se encuentra en el principio de su feliz segundo matrimonio, y justo cuando las cosas empiezan a ir bien, su mujer muere. Así que es la segunda perdida que tiene en un periodo de tiempo muy corto. Vive una vida normal y feliz cuando ocurre la segunda muerte y vamos viendo la degradación de este tipo a través de lo que está deseando hacer para no tener un golpe tan duro de nuevo, su segunda pérdida. En este momento es cuando lentamente se empieza a desenmarañar todo y cuando el terror comienza al intentar luchar por acceder al otro mundo aferrándose a los últimos vestigios que le quedan de cordura.
El personaje de Deborah Kara Unger, Sarah Tate, se une a Keaton en este viaje y se convierte en parte integral de él. Lo que inicialmente les une es la pérdida común de un ser querido. El prometido de Sarah ha muerto recientemente y por esta razón ella está confiando también en el EVP para contactar con él. "Y también tenemos un objetivo en común," dice Unger. "Tenemos el mismo deseo de poder ayudar a otros que se sienten indefensos, y compartir con ellos esta pequeña esperanza. Estamos muy equivocados, sin embargo, no sabemos con lo que estamos jugando. Nuestro White Noise es como jugar con fuego".
Geoffrey Sax (Director)
Sax pertenece a ese gran grupo de premiados directores entrenados en la BBC como Mike Newell, Danny Boyle y Roger Michell, que han pasado de las grandes producciones de la televisión al cine. Justo antes de dirigir White Noise para Gold Circle Films, Sax había terminado una versión contemporánea de "Othello" para la televisión británica y ésta fue seguida de un drama lésbico de época un tanto conflictivo escrito por Andrew Davies para la BBC, "Tipping the Velvet". Lo siguiente para Sax es el thriller cómico Flypaper de nuevo para Gold Circle Films.