Londres, 1950: Vera Drake vive con su marido Stan y sus hijos, ya mayores, Sid y Ethel. No son ricos pero sí una familia unida y feliz. Vera limpia casas, Stan es mecánico en el taller de su hermano, Sid trabaja para un sastre y Ethel en una fábrica probando bombillas.
La desinteresada Vera tiene un secreto: sin que lo sepa nadie de su entorno ayuda a jóvenes mujeres, sin aceptar dinero a cambio, a poner fin a embarazos no deseados.
Cuando una de estas chicas tiene que ir corriendo al hospital después de abortar, las investigaciones policiales llegan hasta Vera y su mundo se desmorona ante ella.