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  De latir mi corazón se ha parado  (De battre mon coeur s'est arreté)
  Dirigida por Jacques Audiard
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Sección Oficial del Festival de Berlín 2005.

Jacques Audiard (Director)
Biografía
Nacido en París en 1952, es hijo del director y guionista Michel Audiard. Estudió literatura y filosofía en La Sorbona, y quiso dedicarse a la enseñanza, pero no terminó sus estudios. Comenzó su carrera profesional como montador de cine, trabajando como ayudante en varias películas incluyendo The Tenant de Roman Polanski. También trabajó en teatro donde adaptó varias obras.

A principios de los 80, siguiendo los pasos de su padre, comenzó una exitosa carrera como guionista, escribiendo los guiones de Deadly Circuit, Réveillon Chez Bob, Saxo, Frequent Death y Dead Tired. La mayoría de estas películas son thrillers dirigidos por prestigiosos directores como Claude Miller y Michel Blanc. También dirigió algunos cortometrajes que recibieron buenas críticas.

Gracias a estos éxitos, pudo obtener financiación para su primera película, Regarde Les Hommes Tomber (1994), una oscura película de carretera protagonizada por Mathieu Kassovitz y Jean-Louis Trintignant. La película ganó el Cesar a la Mejor Primera Película y el premio Georges-Sadoul. En 1996, dirigió Un Héroe Muy Discreto, adaptada de la novela de Jean-François Deniau, también protagonizada por Mathieu Kassovitz. La película desmitifica la resistencia francesa contra los nazis durante la Segunda Guerra Mundial contando la historia de un joven impostor que prospera en la alta sociedad inventando su pasado como héroe de la resistencia durante la guerra. Ganó un premio al Mejor Guión en el Festival de Cannes de 1996, y otros premios en los festivales de Valladolid y Estocolmo.

Pasaron cinco años hasta el estreno de su siguiente película, Lee Mis Labios, una historia de amor con un thriller de fondo, con Enmanuelle Devos y Vincent Cassel. Esta película recibió nueve nominaciones para los Cesar, incluyendo Mejor Película y Mejor Director, y ganó los premios al Mejor Guión y Mejor Actriz.

Su última película, De latir, mi corazón se ha parado, un remake de Fingers de James Toback, cuyo título es una alusión a una popular canción del francés Jacques Dutronc, La Fille du Pére Noël, se estrenó en el Festival de Berlín de 2005.

Con estos títulos Audiard se ha convertido en el nuevo maestro del thriller francés, y sigue los pasos de otros grandes directores franceses como Jean-Pierre Melville y Henri Georges-Clouzot.

Filmografía
2004 - De latir, mi corazón se ha parado
2001 - Lee mis labios
1996 - Un Héroe Muy Discreto
1994 - See The Men Fall

Extracto entrevista al director
P: ¿Qué te dio la idea de hacer una nueva versión de Fingers de James Toback?
R: Mi productor, Pascal Caucheteux, acababa de producir el remake de Asalto al Distrito 13 de Jean François Richet. Me preguntó si me gustaría hacer algún remake y cual sería. La respuesta para mí era obvia, Fingers de James Toback, porque tuvo un gran impacto en mí cuando se estrenó. Además es una película difícil de ver hoy en día. No se proyecta mucho, así que ha adquirido un aura de misterio.

Básicamente, Fingers representa la cola del cometa del cine independiente americano de los 70. El héroe, fue interpretado por Harvey Keitel, justo después de hacer Malas Calles de Scorsese. Gran parte del resto del reparto viene del entorno de Coppola. Es una película muy bien conectada. Cuando se la puse a Tonino Benacquista, me pregunté si no la habría idealizado. Hay lagunas en el guión, la historia tiene puntos álgidos pero también tiene bajones. Y algunos clichés que han soportado mal el paso del tiempo.

P: ¿Por qué te gusta tanto Fingers entonces?
R: Por la variedad de temas, los obvios y los subyacentes, cosas como la paternidad, maternidad, lo que significa ser hijo, como puedes cambiar tu vida. También el precio de hacer lo que tienes que hacer, el asunto de hacerte adulto, cómo un chico se convierte en hombre...

P: ¿Por qué decidiste ambientar la película en el mundo inmobiliario?
R: La película original está ambientada en el mundo de la mafia italiana de Nueva York. Eso no iba a funcionar para nosotros y cuando nos sentamos a pensar lo que íbamos a hacer, a Tonino y a mí se nos ocurrió rápidamente lo de la inmobiliaria. Específicamente queríamos sumergirnos en ese mundo de inversores inmobiliarios de poca monta, cuyo comportamiento no se puede decir que sea moral. Aparte, veo un paralelismo entre la manera en que un timador se aprovecha de la gente y controla sus vidas y la manera en que un agente inmobiliario se apropia del control sobre la tierra dónde vive la gente. Ambos se apropian de algo que no les pertenece.

La escena de la rata apunta a la sordidez del negocio inmobiliario...

Sí, ellos son las ratas. Y como las ratas, terminan devorándose entre ellas. Ese es el sentido de la escena.

P: ¿Buscaste inspiración en otras películas?
R: No creo que necesitáramos otras referencias. Fingers era suficiente. Pero Tonino y yo vimos películas de James Foley, como Éxito a Cualquier Precio, que tiene la misma ambientación, muy masculina. Es una película que te golpea con fuerza, supura incomodidad para el espectador.

P: ¿Por qué hiciste de De latir, mi corazón se ha parado, una película tan realista?
R: Porque muchas veces cuanto más imposible parece la premisa de una película (¿puede un hombre ser un buen pianista y un agente inmobiliario inútil a la vez?), más realista tiene que ser la manera en que se cuenta la historia. De otra forma los personajes no serán creíbles, ni el argumento. Además ese realismo incorpora una escala de valores. El realismo de una película introduce restricciones útiles: sé lo que es correcto y lo que no lo es. Puedo ver lo difícil que es para el protagonista saltar del bien al mal, le cuesta hacerlo. Decidí rodar "al vuelo", buscar las localizaciones y utilizar la luz que hubiera en cada momento. Decidí no preocuparme por la continuidad de la luz, hacer lo que saliera.