Madrid. Ahora. Raimunda es una madre joven, emprendedora y muy atractiva, con un marido en el paro y una hija en plena adolescencia. La economía familiar es muy precaria, por lo que Raimunda tiene varios trabajos. Es una mujer muy fuerte, una luchadora nata, pero a la vez muy frágil emocionalmente. Desde su infancia guarda en silencio un terrible secreto.
Su hermana Sole es un poco mayor. Apocada y miedosa, se gana la vida con una peluquería ilegal (no declarada). Su marido la abandonó, yéndose con una clienta. Desde entonces vive sola.
Paula es la tía de ambas mujeres, vive en un pueblo manchego donde nació toda la familia. Un pueblo barrido por el viento solano, causa directa del elevado índice de locura que registra el lugar. Ese maldito viento es el responsable de los múltiples incendios que asolan la zona cada verano. En uno de esos incendios murieron los padres de Sole y Raimunda.
Un domingo primaveral, Sole llama a Raimunda para decirle que la Agustina (una vecina del pueblo) le ha comunicado por teléfono que su Tía Paula ha muerto. Raimunda adoraba a su tía, pero no puede ir al entierro porque momentos antes de recibir la llamada de su hermana, cuando volvía de uno de sus trabajos, ha encontrado a su marido muerto en la cocina, con un cuchillo clavado en el pecho. Su hija le confiesa que lo ha matado ella porque el padre, borracho, la acosó insistentemente.
Lo más importante para Raimunda es salvar a su hija. Todavía no sabe cómo, pero desde luego no puede acompañar a Sole al entierro de su tía en La Mancha.
A regañadientes, Sole se desplaza sola al pueblo. Entre las mujeres que la acompañan en el duelo escucha rumores de que su madre (que murió en un incendio con su padre) volvió del otro mundo para cuidar en los últimos años a su Tía Paula, que estaba enferma. Las vecinas hablan con naturalidad del fantasma de la madre.
Cuando Sole vuelve a Madrid, después de aparcar su coche, escucha unos ruidos procedentes del maletero. Una voz le pide que lo abra y la deje salir, que es su madre.
Sole, al principio, está aterrada. Los golpes en el maletero no dejan de sonar. Sole lo abre y allí encuentra, rodeada de bolsas, al fantasma de su madre. No se atreve ni a mirarla, pero cuando consigue vencer el miedo se da cuenta de que el fantasma es igual que su madre en vida, exceptuando el pelo que lo tiene casi blanco y despeinado y la piel más pálida.
La sube con ella a casa, le pregunta hasta cuándo piensa quedarse. Hasta que Dios quiera, le responde el fantasma. Ante la amplitud de semejante respuesta, Sole no tiene otra opción que convivir con el fantasma materno e integrarlo en el trabajo de la peluquería. A las primeras clientas la presenta como a una vagabunda rusa que encontró en la calle. Le ha dado cobijo por caridad. Cuando hay clientas, la madre no habla, sólo lava cabezas y sonríe.
Sole no se atreve a confesarle a su hermana la situación en la que vive. Por su parte, Raimunda sólo le comenta que Paco, su marido, las ha dejado y que intuye que no volverá. En realidad está tratando de desembarazarse del cadáver, pero no encuentra el momento porque le ha salido un nuevo trabajo que económicamente la compensa además de proporcionarle una posible solución a su acuciante problema... (qué hacer con el cadáver).
Lo insostenible se convierte en cotidiano, cada cual por su lado, las dos hermanas emprenden una huida hacia adelante, sobreviviendo a situaciones muy tensas, melodramáticas, cómicas y también muy emocionantes. Ambas mujeres las solucionan a base de descaro y mintiendo sin la menor contención.
Volver es una historia de supervivencia. Todos los personajes luchan por sobrevivir, incluso el fantasma de la abuela.
La abuela fantasma le dice a Sole que quiere ver a su hija Raimunda, y a su nieta. Debe hablar con Raimunda, de hecho esa conversación es la razón por la que volvió del otro mundo... y esa urgencia sobrenatural está relacionada con el secreto que Raimunda esconde desde niña. Esto último no se lo dice a Sole.
Pero Raimunda tiene un carácter muy fuerte, no es tan blanda como Sole y no cree en fantasmas, ni siquiera cuando encuentra a su madre escondida debajo de la cama, en casa de Sole...
Todo esto es sólo el principio de una historia compleja y sencilla, emocionante y atroz que afecta a las mujeres de la familia de Raimunda, a sus vecinas, y a algunos hombres.